Disforia [Tamaki x tú]

10 J

Estaban de camino a su destino

— Mirio..? —

— si? — Mirio mantenía su vista al frente pero se veía tan genial conduciendo

— tu..como está..Tamaki? —

— hmm, el está bien ahora, no te preocupes demasiado —

— "ahora"? — te volteaste hacia el, pero solo esbozó una pequeña sonrisa — y tú crees que ya me..- —

— no..mm que no sepa que te dije, pero no, no te a olvidado, el muchacho sigue enamorado de la preciosa chica que está a mi lado — mientras decía esto te miró por unos segundos, luego se volvió al frente

— en...serio? — por alguna razón eso te alivia un poco mucho.

Hubo un pequeño silencio entre ustedes hasta que hablaste

— y el está..- _

— uy, tan curiosa? Te recuerdo quién tiene pareja en este momento..? —

— si..lo siento — esas palabras te habían dolido

— Hmm, no me pidas perdón a mi chica jaja — dijo mirándote por el espejo — y mejor cambiemos de tema que no quiero que esta dama se deprima antes de llegar ahí —

— Jaja si, pero igual lo siento, de cierta manera igual estás involucrado —

— bueno entonces por mi, ya estás perdonada —

Cuando llegaron Mirio estacionó el auto en una esquina y lo rodeó para abrirte la puerta otra vez

— Mirio.. jaja yo puedo —

— pero yo quiero hacerlo —

Caminaron hasta un café con mesas afuera, a las espaldas del café estaba la entrada de un parque de diversiones, llegaron ahí y sentado en una de las mesas estaba Tamaki, te pusiste roja ya que en el camino justo estabas hablando de el

— aquí viene la parte divertida — dice Mirio acercándose más a la mesa

— bueno señorita, aquí la dejo, ah llegado a destino, porfavor hágame el favor de pasarlo muy bien —

— espera..no me digas que- —

— ups, nos descubriste jaja diviértete chica— dijo dándose la vuelta — ah! Toma — te pasó un par de billetes.

— y para que- —

— luego te explico pero guardalos — Mirio se fue y quedaste ahí enfrente de la mesa.

No te quedó de otra que sentarte en aquella mesa, no te ibas a quedar parada ahí como loca.

— hola..— musitó casi timido Tamaki

— ah- hola..— dijiste tú

— quieres un café? —

— amm bueno si, gracias —

Viste como se paró y fue en busca de un mesero, lo viste hablar con él y pedir el café, como si fuera lo más normal para el, después de unos minutos volvió a la mesa.

— waa y este nuevo Tamaki de aquí? —

— te..gusta? — inquirió enclinandose un poquito sobre la mesa

— bastante..—

— eso es bueno... Porque casi muero ahí —

— jajaja —

— Todavía no estoy taan acostumbrado a hablar con gente así de casual — dijo mientras un poco nervioso se ponía un mechón de pelo detrás de la oreja.