CONOCIENDO AMIGOS

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Capítulo 3:
En busca de la espada/en busca de venganza:
Giuli se despertó confundido y desorientado.
-Ahhhh ¿qué mierda?, ¿dónde carajo estoy? - Preguntó en voz alta mientras intentaba orientarse- Pero yo morí, quizá debió ser una pesadilla.
Debía ser eso, la idea de que fuese algo más, era ridícula. Aunque todo lo que le había pasado últimamente distaba de ser normal.
Una voz conocida le contestó.
-Sí. Menos mal, ¿no?
Giuli volteó hasta quién le había hablado ¿qué mierda haces tú aquí?- luego recordó que no se acordaba de su nombre, pero sí que lo conocía- ¿y cuál era tu nombre?
Que insolente eres, -puso una mano sobre su pecho, fingiendo sentirse ofendido pero con un tono divertido que lo delataba- Soy Sombra. Un gusto volverte a ver, Giuli.
Limpió la tierra de sus manos y se irguió algo incómodo por el otro presente- ¿Cómo te acuerdas de todo esto?, ¿De mí y mi nombre?
Sombra evadió las preguntas y dio un paso más cerca del ojiverde.
-Por supuesto. Hasta sé más cosas que tú y de ti te conozco mejor de lo que piensas, e incluso mejor que tú a ti mismo -Articulaba cada palabra a la par que hacía gestos hipnóticos con sus manos y se acercaba a él invadiendo peligrosamente su espacio personal-. Giuli, necesito que te enojes es que me sorprende de ti que no te hayas enojado a tal grado de romper todo, perdiste a los de tu grupo, perdiste a la mayoría de tus amigos y perdiste a Matt. -Se lo dijo con tono acusatorio pero con la suavidad del pétalo de una rosa.
Se quedó en blanco.
-Eh... no fue un sueño. - Todo había sido verdad. Hasta ese momento su cerebro no había terminado de procesar toda la información. Gritó. -No, no, no puede ser verdad-Su respiración se entrecortó y su corazón parecía amenazar con salirse de su pecho -. Necesito un respiro; necesito terminar con mi vida.
No puedes-Le cortó Sombra, evitando darle rienda suelta a sus pensamientos-. Tú y yo nunca fuimos dos, yo no muero, tú sí y no puedes renunciar. Esta es tu maldición; tu perdición.
Cuando vio que el ojiverde parecía como si le hubiesen tirado un baldazo de agua fría, continuó.
-Hazme un favor y enfádate, solo eso resolverá toda tu ira. Sé que quieres venganza. Tu corazón y tus pensamientos hablan por sí solos, y por favor cuida mejor de tu nuevo grupo.
La forma en que se lo decía lo embelesaba; sería tan fácil renunciar a todo el autocontrol y escuchar los dictámenes de Sombra y hacer equipo con sus más oscuros pensamientos.
Tragó con fuerza, buscando envalentonarse para hacer esa pregunta.
- ¿Matt murió?
Sombra movió una de sus manos, restándole importancia y cargando con un poco de desprecio su voz- Sí, pero no tendría porqué importarte, muchos mueren a diario. Sé que con Matt llevas mucho tiempo y se volvió una persona importante para ti y la perdiste... yo te dije que no ames a nadie, ahora estás sufriendo y eso es bueno, que sufras, que te enojes, tu ira te fortalece, ¿quieres ganar? pues enójate, es tu última opción y la que más te ayudará.
Al de cabellos azabaches se le había desmoronado todo en cuestión de segundos. Tristeza, ira, culpa, impotencia. Todas en un torbellino que destruiría todo.
-Todos mis compañeros y mis amigos están muertos...-su voz se fue apagando de a poco. Pero de un momento a otro levantó la mirada con determinación y en los ojos azules de Sombra apareció un brillo malicioso, anticipando lo que venía- necesito vengarme- Podía sentir como su ira se apoderaba de su ser y sus pensamientos-. Sí, tienes razón. Voy a matar a ese demonio que me lo arrebató todo. Lo haré sufrir tanto que le arrancaré cada extremidad de su cuerpo; morirá sí o sí. Sea como sea.
-Necesitas de mi ayuda para ganarle, toma un poco de mi poder esto te ayudará en tu venganza-hizo una pausa acercando sus manos al rostro de Giuli pero sin llegar a rozarlo, sólo poniendo sus vellos de la nuca de punta-. Dame tus ojos los necesito cambiar un poco.
Ese deseo asesino frenético, se detuvo cuando oyó eso.
- ¿Mis ojos? - preguntó desconfiado- No puedo. Jamás- Se negó- aparte ¿cómo podría ganar a ciegas?
Sombra parecía resignado. Rodó los ojos y aceptó, alejándose del protagonista hasta donde estaba en un principio, haciendo que los sentidos de éste bajaran su nivel de alerta.
-Está bien, vuelve cuando necesites de mi poder... yo sé que vendrás tarde o temprano... los que son como tú siempre vuelven.
Pero Giuli estaba decidido y ensimismado en sus pensamientos.
-Voy a matar a ese demonio. Voy a matarlo a él y a sus súbditos y a todos sus familiares primero así siente todo el dolor que me hizo pasar- pensó en voz alta, imaginando todas las formas posibles de infringirles dolor.
Sombra hizo un vago gesto con una de sus manos y desapareció, tras decir «Adiós».
Vio todo negro hasta que abrió los ojos y por unos segundos se quedó en shock, con su cabeza desorientada.
-Que sueño más extraño... otra vez con ese sujeto- miró alrededor para orientarse nuevamente. Era una especie de choza pero jamás había estado en ella. - Tenía algo enorme en mi pecho -rememoró para posteriormente especular -. Quizá cuando salga, todo esté como antes.
Giuli salió de la choza en la que se encontraba y casi se le cae la quijada de la sorpresa. Una mitad de su pueblo estaba completamente destruida, mientras que la otra estaba intacta. Como si hubieran trazado con una regla gigantesca los límites de una hoja, garabateando y arruinando un lado, pero dejando impoluto el otro.
-¿Qué es esto? - Apartó la mirada del horrible escenario- No puedo verlo siquiera. Mis compañeros; todos caídos. No se lo perdonaré a ese maldito hijo de puta... se arrepentirá de haber atacado.
«No puedo esperar a probar su sangre... espera, ¿qué? ¿Qué mierda me está pasando? No puedo terminar como Lay. Matando a todos los que veo sólo por su sangre» Giuli no entendía porque esos eran sus pensamientos. Se negaba a terminar justo como Lay.
-Sí. Todo es una completa mierda- la chica había aparecido de la nada, tomándolo por sorpresa- más que nada para ti.
-Reina, ¿qué hace usted aquí?
-Vine a ver cómo terminó todo este combate, bueno, mejor dicho "esta masacre" - La cara de la reina, que había permanecido neutral, se transformó en una mueca enojada-. Eres un maldito cobarde- le reprochó y de sus palabras pareció salir veneno- ¿Qué pasó con la promesa de defender el pueblo y el reino? -parecía algo dolida, después de todo, la mitad de su pueblo había muerto. -Te exiliaría por abandonar el combate y te llevaría a juicio para ver si te quedas o no.
Su cabeza quería unir los puntos, armar una respuesta y evitar el hecho de que la reina le había dicho que era un cobarde.
-P-pero yo no abandoné- las imágenes de los cuerpos de sus amigos muertos, desperdigados por todo el terreno hizo que se le revolviera el estómago -. Es más, me atravesó un pincho. Creí que moriría- Dio unos pasos hacia atrás escabullendo de la mirada de la reina- ¿Cuánto pasó del ataque?
-Un señor dijo que vio como alguien entraba en esta choza- Ariana le lanzó una mirada cargada de ira y dolor-. Eras tú hace dos semanas. Te salvaste del ataque- Pareció titubear antes de continuar-. Giuli, no sobrevivió nadie de los grupos C y D, Tú fuiste el único... de la manera más cobarde, pero estás aquí, así que no puedo hacer nada.
-Pero yo luché hasta el último segundo y vi a Matt morir.
Por segunda vez en el día su voz se quebró.
La reina apretó sus puños y soltó el aire que tenía contenido.
-Necesito que vengas conmigo. Pero primero tenemos que ir a una junta para detener a Demonic.
- ¿Demonic es el hijo de puta que nos atacó?
- Sí. Lo segundo que tenemos que hacer es asignarte tu nuevo grupo temporal, luego veré cuál.
- Sí, como diga.
Retomando los "pendientes" Ariana le dijo que le tendría que enseñar una historia sobre la diosa del tiempo. Que ella era muy importante y sin ella el reino no existiría.
«No estoy seguro de querer un nuevo grupo. Las pérdidas de mis compañeros... quisiera ser alguien más, pero no podría soportarlo. Así que no tengo opción» dio un suspiro y dejó que su reina lo guiara.
Le dolían los pies y su garganta estaba seca, quería recostarse en la sombra y reponer sus energías -cosa que tardaría años-. Pero al fin habían llegado. El viaje había sido muy aburrido; verde, verde, marrón y gris. Mientras que los olores oscilaban entre el de cientos de muertos es estado de descomposición y el de las flores típicas del reino.
Estaban en las afueras del reino. Delante de la entrada de una base subterránea dónde estaba colocada la estatua de chica joven y en la placa decía "diosa".
-Wow... que buen lugar.
Fue lo único que pudo decir.
- Sí- no parecía estar muy de acuerdo con él-. Necesito que te quedes aquí un momento mientras tengo la junta- la reina sacó un montón de hojas arrugadas de su bolso y se las lanzó.
Giuli las tomó y se sentó a esperar junto a la estatua de la diosa, como un niño mientras su madre hace las compras.
La condena de las cadenas eternas
Hace muchos años, vivía una chica a cientos de kilómetros de lo que hoy es nuestra aldea; hoy en día, su aldea no existe más, pero se cuenta que ella y otra persona más de esa zona salieron con vida. Hasta el día de hoy se cuestiona si fueron ellos los que atacaron o los que sobrevivieron.
El fin de la historia es dar a entender la predicción de la diosa y ver lo que sacrificó y los problemas del futuro que predice la diosa del tiempo.
Hace cincuenta décadas, una niña fue llevada por las diosas y ese mismo día se le fue entregada el poder del tiempo de la mismísima diosa Madre. Ella era una niña todavía, así que jugó un poco sin pensar con el tiempo de la diosa madre y se enteró de cosas que no debería haber visto y mucho menos contado "un demonio de los que estaban allí iba a generar conflictos en muy poco tiempo." Los 32 portadores de los demonios pensaron que el traidor era 27 y decidieron acabarlo, pero hubo muchos portadores caídos y sólo quedaron el 27 y el 22. El 27 le preguntó al otro "¿que no era yo?¿Entonces fuiste tú?" Y el 22 le afirmó.
Resulta ser que la diosa le iba a decir a 22 que había un traidor, pero 22 para deshacerse se encargó de que creyeran que 27 quería destruir a todos y lo logró. El único que quedó en pie fue 27 y estaba muy debilitado por todas las peleas.22 se lo lleva para entregarlo ante las diosas, para que lo mataran, le quitaran su fuerza y le despojaron los poderes, Como castigo por su imprudencia, la diosa del tiempo debería cuidar al descendiente de 27. Su castigo fue por divulgar el futuro de otra persona. Ahora mismo, la gente vive aterrada por la reencarnación de 27 y algún día volvería y tendrían que buscar algún luchador para que lo venciese.

«Me emociona llegar a conocer a 27 y retarlo a una batalla, aunque posiblemente me derrote si era poderoso hasta para las diosas. Y si... después de vencer ese demonio voy yo mismo y mato a todas las diosas y podré vencer lo que sea en mi paso» sacudió la cabeza intentando borrar sus pensamientos.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2021 ⏰

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