Complacido, Mateo disfrutaba la felicidad que mantenía unida a su familia desde que tenía memoria a pesar de los tiempos devastadores que se respiraban ese año. Pero el bienestar duraría poco; los nazis tomaban cada vez más represalias para imponerse en la guerra interminable y no dudaban en forzar su jerarquía.
Las Potencias del eje explotaban todas las fuentes de opresión; arrestos, campos de trabajos forzados, y los ataques homicidas: Las Bombas. Bombardearon la zona de Mateo entre muchas de Belgrado, y escasos fueron los sobrevivientes....
Los primeros estruendos llegaron a sus oídos y los pensamientos infantiles se perturbaron al punto de acelerar como nunca antes su corazón. Luego todo se volvió oscuro y cerrar los ojos pareció la mejor opción...
Casi imperceptible, el rayo de luz lo despertó penetrando entre las ruinas de lo que en el pasado llamó 'casa'. Su respiración escapaba entrecortada, el oxígeno llegaba escaso a sus pulmones. Tenía sed, hambre y un dolor pesado oprimía su pecho producto a los escombros. Había perdido toda esperanza, resignándose a expirar lentamente, cuando la pequeña abertura se fue ensanchando y dio paso al rescate. Alguien soltó un grito agudo y después del acto, se dejó vencer sobre los hombros de su liberador.
Mateo con otra docena de huérfanos, fue enviado a un orfanato hasta la llegada de alguien que lo acogiera en un nuevo hogar, y le mostrara el amor y ternura que una vez sintió. Pero él estaba seguro, que ningún ser humano podría borrar jamás las huellas amargas que delineaban su corazón ¿Cómo reemplazar aquellos que habían presenciado sus primeros pasos, escuchado el inicio gracioso de su habla? No, el lugar de sus padres biológicos lo mantendría intacto, un lugar tan especial en su alma dónde ninguna bomba podría derribarlos y ningún opresor iba a poder arrancarlos.
Esperó seis meses hasta mudarse con su primera familia, y contrario a sus miedos, la pareja estaba contenta de recibirlo. Con ellos disfrutó un breve período de bienestar a pesar de los tiempos espantosos que seguían azotando a los países yugoslavos. Pero un infortunio del azar quiso que en la noche más fría de aquel invierno, el cabeza de familia fuera seleccionado como ejemplo amonestador para intimidar a los rebeldes. No hubo escapatoria del fusilamiento, no hubo vuelta atrás...
Tuvo que emprender la obstinada mujer un arduo trabajo para sustentar a su hijo adoptivo; pero fue inevitable que cayeran en la pobreza. El niño, lamentaba profundamente la desgarradora situación. El invierno estaba contra ellos y con este, las epidemias que se propagaban sin piedad. La viuda fue presa de ellas y sin remedio se encaminó a su triste final. Mateo aún recordaba el último aliento, agonizando, rogando...
Tres años en el orfanato y ya lo sentía más familiar que cualquier casa por donde hubiera pasado. Ninguno de los acogedores parecía perdonar simples travesuras de niño; como aquellos señores que lo devolvieron por dejar echo añicos la bailarina de bronce con un balón mal dirigido. Aunque sin duda los panaderos fueron los peores; dejando largos períodos a Mateo en un rincón sumido en lágrimas, mojando estas los golpes que marcaban su endeble cuerpecito. Golpes merecidos según ellos, para encaminar su deplorable conducta. Porque tener once años no era justificación para quemar accidentalmente la masa. Tres años vivió la inestabilidad de hogares durante la anarquía nacional; en medio de las desavenencias de la guerra, en medio del derramamiento de sangre interminable...
Mas sus llantos desesperados por su sufrido existir sobrepasaban las circunstancias a su alrededor. Poco se imaginaba la luz libertadora que se cernió sobre Serbia y el resto del continente ese mes de Octubre. La oscuridad que había ahogado la paz en primavera, ahora después de feroces años y lucha brutal, era remplazada por la claridad que renacía en invierno. Porque ese invierno les regaló el fin de la guerra más devastadora que ha presenciado la humanidad hasta la fecha.
Pero la felicidad no se le contagiaba a Mateo, que sentía que sus penas le pesaban tanto aplastando cualquier alegría. Angustias y gemidos habían plagado su ilusiones, y no tenía fuerzas para reponerse ¿No era acaso mejor la muerte? Esto se lo cuestionaba a diario. No apartaba la idea que mejor hubiese sido haber muerto en aquel bombardeo; el que acabó con la vida de sus padres, el que acabó con todos sus sueños.
El crudo invierno dio paso a la primavera, y con los colores de la estación, llegaron otros padres adoptivos. Y aunque ellos estaban hinchados de emoción, Mateo conservaba la negativa que los nuevos aficionados se cansarían de él, y volvería a la incertidumbre donde las dudas terminaban quebrándole los huesos. Por eso se sorprendió cuando empezó a sentirse amado otra vez. Era una sensación tan apagada, que había olvidado lo placentera que era. Transcurrió todo un año, luego otro... y finalmente abrazaba la sensación de permanencia. Ya no era ajeno la felicidad familiar, al calor de un hogar, a la vida. Ahora el mundo se veía diferente.
La ruptura de todos estos sentimientos ocurrió la tarde que su madre le dio inesperada noticia.
"Tendremos un bebé" anunció tocándose el vientre.
Un escalofrío le recorrió la piel, tensándolo, procurándole un sudor sofocante. Quería rechazar el pensamiento ¡No podía volver al orfanato! Se abalanzó sobre la mujer, apretando con fuerza mientras que unos chorongos dorados le hacían cosquillas en la nariz. El aroma que ella desprendía, tan dulce y agradable, la delicadeza y paciencia con la que siempre lo trataba... Se había convertido en su madre, un bebé no podía cambiarlo. Ella también lo abrazó, y deslizó su pulgar por las lágrimas de Mateo.
La decisión estaba tomada.
Dos años han pasado y ya se sostiene sola. Su piel blanca y los cabellos color oro heredados de sus progenitores hacen que resalte en cualquier lado. Pero sin duda sus ojazos esmeralda son los que más llenan el pecho de todos; esos ojos que miran con obsesión la persona más importante para la nena. Es quién la carga todo el rato y fue el privilegiado de obtener la primera palabra; la primera y la que más usa. De hecho, se ha convertido en su palabra favorita. Con inmenso amor repite: Hermano.
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AJENO//EXTERNAL ((#ObsidianAwards))
Short Story-HISTORIA CORTA- SPANISH//ENGLISH. En medio de la segunda guerra mundial, Mateo es víctima de un bombardeo en la ciudad de Belgrado, Serbia. ¿Qué vicisitudes tendrá que enfrentar cuando apenas sobrevive bajo los escombros? // In the middle of Wo...