Ruth estaba sola en su casa, por motivos de salud había renunciado a su trabajo, de fondo escuchaba la brisa veraniega mientras el sol descendía poco a poco, esos rayos de luz rojizos le traían recuerdos, momentos en las cuales quería retroceder para vivirlos otra vez, una imagen que encajaban perfectamente con la musica, se podía sentir el aroma que se desprendía de aquéllos momentos.
Una aire sin pensar, solo sentir, en el alma, en el corazón, el sonido de una roca al caer le partió la escena. Bien pudo haberse tratado de una película o una rara forma de expresar el sentimiento herido.
Pero aún el sol se estaba poniendo y sus retinas reflejaban aquellos rayos de luz anaranjados que supuraban esperanza.
"Esperar lo imposible" pensó, los rastros de aquellos momentos se esfumaban con el ultimo destello solar que desaparecían en el horizonte.
Luego al caer la noche se harto de estar aislada e incomunicada, somnolienta paso el umbral de la puerta, parecía estar flotando, ya no le dolían los pies, su silla quedo varada en la habitación, sus anhelos yacían en el único lugar donde ella pensaba que iban a estar, fijos en la penumbra lunar, ya no eran recuerdos ni el dolor causado por aquellos golpes secos.