Nos dirigíamos a la pradera a la que Hailey dijo que quería llevarme, estaba muy cerca, pero no habiamos hablado desde que salimos de mi casa.
- Ves? Queda poco - dijo Hailey, señalando el campo.
En silencio, llegamos por fin, era un lugar con infinidad de flores de todos los colores que te puedas imaginar, y en primavera se veían mucho mejor.
- Hasta que por fin llegamos - dijo Hailey, tirándose en el pasto fresco.
Me quedé ahí parada, no sabía que hacer, sentarme junto a ella o darme la vuelta e irme.
- Que haces ahí parada?, Ven y siéntate - dijo, dando palmadas en el lugar junto a ella.
Me senté a su lado, enredé mis brazos en mis piernas para ver el hermoso paisaje.
Pude notar que Hailey empezó a tomar fotos del lugar, después de minutos guardó el teléfono.
El silencio era cálido.
De alguna manera, me sentía cómoda y calmada.
- Como has estado? - preguntó.
- Bien - dije no muy convencida.
- Mhmm, Kendall me ha dicho que eres tímida.
- Un poco.
- No creo que sea solo un poco.
- No me conoces y yo tampoco te conozco a ti, con mi familia si puedo mantener una buena conversación.
- Yo creo que sí eres tímida o quizás reservada, por qué en este momento estás completamente roja.
Pero-
Debí saberlo, mis orejas ardían en calor. Me estaba sonrojando demás.
- Solo tengo calor - dije intentando mentir.
- Bueno, si tú lo dices.
Y así pasó una hora, en completo silencio, solo se escuchaban a los pájaros y su silbidos. Estaba haciéndose de noche.
El atardecer era hermoso, el cielo se teñia de tonos morados y naranjas suaves.
- Es hermoso este lugar - dijo Hailey.
- Si, lo es.
- Te quería dar un segundo regalo - dijo ella, sacando algo del bolsillo de su campera - no es la gran cosa, pero pensé en ti cuando lo ví.
Lo abrí, eran un anillo, con una piedra color crema, era un corazón, en la parte interior de este decía "Je t'aime"
"Te amo" en francés.
- Wow muchas gracias, es hermoso - dijo a punto de llorar, no sé porque quería llorar.
- Como tú - dijo en un susurro que pude escuchar - aunque no lo creas te has vuelto especial para mí, Kendall siempre habla de ti y muy buenas cosas, como que eres la persona más dulce que se puede conocer, o que eres una persona que siempre va a estar ahí para escucharte, y que tienes el humor muy roto - dijo lo último con una sonrisa divertida.
No sé en qué momento, me volví a estancar en sus ojos, no podía con su belleza.
Y me besó, en ese lugar tan hermoso, frente al atardecer que quedó grabado en mis memorias.
Fue un beso corto, pero se sintieron tantas emociones encontradas.
Ella se veía como una persona que quizás podría entenderme....
Pero creo que nunca fue así..
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