𝒕𝒘𝒐;

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Narrador;

Gustabo se encontraba encerrado en su habitación, sus padres discutían nuevamente, ¿La razón? El pequeño quería ir a la escuela, ya tenía sus 10 añitos recién cumplidos por lo que pensó que sus padres ahora sí le dejarían ir.

Julia estaba de acuerdo pero Jack era el que se oponía, haciendo que empezarán a discutir.

El pequeño estaba en su habitación escuchado los gritos de sus madre, a su padre no lo escuchaba ni decir pío. Su mamá daba miedo enojada.

Los gritos de la mujer dejaron de escucharse pero los pasos acercándose a la puerta del cuarto de Gustabo se escuchaban apresurados. La puerta se abrió dejando ver a la mujer peliroja.

— Mathi cariño, mañana irás a clases — Hablo la mujer entrando al cuarto, el ojiazul miro a su madre y luego a su padre que estaba en silencio apoyado en la puerta.

— ¿De verdad? — Pregunto el niño ilusionado sonriendo. Julia se acercó a él para darle un pequeño abrazo.

Jack miro a su esposa y suspiro mirando al pequeño.

— Claro que sí, cariño. — Respondió la peliroja separandose del abrazo. — ¿Cierto, Jack? — Pregunto a su esposo mirando al pequeño.

— Si, claro. — Respondió entre dientes el de traje. — Pero Mathi, si uno de esos pequeños capullos te hace algo le dices a papi. — Hablo acercándose al menor de la familia. — ¿De acuerdo? — Pregunto acariciandole la cabeza, el niño solo asintió.

[•••]

Al día siguiente un emocionado ojiazul bajaba las escaleras y entraba a la cocina.

— Buenos días, hermanito. — Saludo Danielle dejándole un beso en la mejilla al menor, este sonrió sonrojado.

— Buenos días, Dani. — Respondió el saludo sentandose en su silla frente a la mesa. — Buenos días, mami. — La mujer le sonrió y se acercó dejándole un beso en el cabello.

Jack entro a la cocina serio arreglándose la corbata y miro a sus hijos, saludo y se sentó.

Tomaron desayuno tranquilamente mientras conversaban de diversos temas, el que más le interesaba a Gustabo era el trabajo de sus padres, siempre que estos hablaban de las cosas que hacían, omitiendo todo tema sensible, el pequeño sonreía contento. Quería ser como ellos cuando grandes.

Al terminar de desayunar Gustabo se levantó para ir a cepillarse sus dientes y buscar su mochila con las cosas necesarias para ir a la escuela. Bajo junto a su hermana tomados de la mano y se acercaron a sus padres.

— ¿Vamos? — Pregunto la mujer sonriendo mientras veía a sus hijos, estos asintieron felices y salieron de la casa para subirse al coche.

Jack soltó un pequeño bufido recibiendo un golpe suave en la cabeza, miro a su esposa y esta le hizo una seña para que sonriera mientras salía detrás de los niños.

Salieron de la casa, los hermanos iban hablando de algunas películas que estaban por salir mientras que Julia iba con una sonrisa felíz, todo lo contrario a su esposo.

Llegaron luego de unos veinte minutos a la escuela, Jack miro con terror como sus hijos bajaban emocionados junto con su esposa. Bajo del coche y se acercó a los niños.

— Bueno mis niños, si pasa algún problema les dicen a su profesora que me llame, ¿Si? — Hablo la peliroja agachándose a la altura de Gustabo dejando un beso en su mejilla y luego otro en la de su hija.

— Será mejor que estudien en casa. — Hablo con terror Conway para tomar la mano de la niña y acercarla al coche con intensión de meterla dentro, Julia al ver el comportamiento de su esposo lo tomo del brazo bruscamente con una sonrisa forzada.

— No cariño, deja a los niños divertirse en la escuela. — Hablo entre dientes aún con su sonrisa forzada. — Vamos, vayan a clases. — Los pequeños la miraron y luego miraron a su papá despidiéndose con sus manos y entrar al colegio.

— ¡Pero Julia, les puede pasar cualquier cosa allí dentro! — Alegó el mayor haciendo el amague de ir dentras de ellos. Julia lo miro molesta cruzandose de brazos.

— Jack, deja de comportarte como un niño y vamos al trabajo. — Giro sus ojos molesta y subió al coche, el de traje suspiro haciéndole caso a su mujer.

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𝐒𝐨𝐧𝐧𝐲; 𝐘𝐮𝐧𝐬𝐭𝐚𝐛𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora