O1. unexpected visitors

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i. visitas inesperadas.

Después de darme un largo baño con agua fría, salí envuelta en una toalla y dí un salto al mirar a Damián sentado en la orilla de mi cama.

Rodé los ojos con fastidio.

ー Ya te lo he dicho muchas veces. Toca la puerta antes de entrar. No me gusta que entres así. ー Murmuré con fastidio.

ー Lo siento. ー Se limito a decir.

Lo miré en espera de que saliera de la habitación y me diera privacidad para vestirme.

ー ¿Puedes salir?

Él solo sonrió con picardía. ー No.

ー Sal. Ahora. Damián, no estoy de humor para tus juegos. ー fue como si le hubiese pedido todo lo contrario; se levantó y caminó hacia a mí con una sonrisa coqueta. me tomo de la cintura y me jaló hacia su cuerpo.

esquivé su rostro cuando intentó besarme; desde hace unos días había estado insistiendo en que diéramos el siguiente paso a nuestra relación. pero, yo no había querido. no me sentía lista, no aún. o al menos, no con él.

Él rodó los ojos y me soltó, dándose por vencido.

ー Te espero abajo. ー Comentó antes de salir.

No le contesté.

Creí que la etapa de los sueños lúcidos había acabado de una vez por todas, pero no. Ahí estaban otra vez, como los primeros meses desde que él se había ido.

Tomé un pantalón negro de mezclilla, un conjunto de ropa interior, junto a una blusa guinda y unos botines.

Me lave los dientes y arregle mi cabello de forma que quedara ondulado de las puntas.

Tomé mi teléfono y la cartera negra dónde he estado guardando el dinero que Rose y Emmett me han dejado. Salí de la habitación no sin antes ponerme el perfume Chanel que Alice me había comprado en mi cumpleaños, si se podía decir así.

Bajé las escaleras a toda prisa y entré en la cocina, agarre una manzana roja y salí antes de ponerle seguro a la puerta y la alarma que Emmett se había asegurado de instalar mucho antes de que se fueran. Exactamente cuando supo que un vampiro entraba por la ventana de su hija. O sea yo.

Le dí la vuelta a las llaves en mi dedo y le dí un mordisco a la manzana.

ー Iremos en mi auto. ー Anunció Damián.

Fruncí el entrecejo y negué con la cabeza.

El Peugeot 3008 negro estaba estacionado enfrente de la cochera.

ー No. ー Declaré.

ー Pero... Vine en mi coche para pasar por ti. ー Hizo un puchero.

ー Yo no te pedí que vinieras. Simplemente apareciste sentado en mi cama como si esperarás algo a cambio. ー Cerré los ojos ante la brusquedad con la que habían salido esas palabras. Solté un suspiro.

² 妒忌 ᥫ᭡ αlec volturi ִִֶֶָָ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora