¿Dos minutos...?

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Alicia
Cómo es posible que tan solo unas horas antes, haya estado en el paraíso más hermoso y ahora esté aquí, en este hospital que prácticamente se está volviendo mi segunda casa. Por una cosa u otra, últimamente paso más tiempo en este lugar del que me gustaría. Esta vez, se trata de mi hija Miranda. No sé qué puede pasar por su cabecita, tampoco cómo ayudarla o acercarme a ella en estos momentos tan duros y difíciles para ella. A veces, siento no poder ser una mejor madre para ellos. Pero tengo la conciencia muy tranquila, porque siempre he estado y estaré para ellos. Para mi mis tres hijos son mi vida entera. Y eso no hay nadie que me lo discuta o me lo trate de poner en duda. Estoy aquí, sumida en mis pensamientos, a la espera de noticias sobre la salud de Miranda. En medio de estos, escucho su voz, y nuestras miradas automáticamente se encuentran.
"Martín, ¿qué haces aquí?" Le dije sin poder contener la sonrisa de tonta enamorada.
Martin: "¡mi amooor!" - Dijo para acercarse y fundirnos en el mejor de los abrazo. "¿ Cómo estás? ¿Cómo sigue Miranda?
" ¡Ay, Martín! Gracias por venir, por tu apoyo, de verdad que en este momento, tenerte aquí es un Oasis en medio de todo esto que es mi vida"- Me refugio en su pecho y huelo su aroma. ¡Me fascina este hombre! " Y Miranda está bien, ahora está en la habitación, acompañada de sus hermanos"
Martin: " ¡Aja!, así que eso quiere decir que tenemos tres minutitos, para nosotros solitos... ¿No?"- Ver su carita de niño pícaro, y su nariz rozando la mía, derritió mi corazón.
" Dos, solo tenemos dos minutos"- Le digo en un susurro muy cerquita de su boca, mostrando con mi mano dos dedos. No sabía yo, que la coquetería y el tonteo se me diera tan natural. Pero con Martín, todo es así: natural, orgánico e intenso.
Martín: "ujum... ¿Dos...? ¡Suficiente! Para mitigar esta abstinencia de ti. ¿Ya le dije que me tiene loco de amor, Alicia Montiel?"- El muy descarado jugaba a rozar su nariz con la mía, a tratarme de 'usted' nuevamente,mientras me acorralaba entre su cuerpo y la pared. No tenía escapatoria. Pero entre sus brazos,¿quién querría escapar? Empezamos un beso lento, pero en pocos segundos, muestras lenguas iniciaban una conexión mágica. Martín mordía mi labio inferior para posteriormente tirar de él, y obtener de mi, un leve gemido de placer. Estábamos rendidos al placer, en nuestra burbuja, cuando escuchamos a lo lejos: " ¡Alicia!"-Del susto nos separamos al instante. ¿Quién podía interrumpir un momento como este? Efectivamente, ¡Sergio! El muy cínico, se atreve a interrumpir y a reclamar lo que no le tiene que importar.
Sergio: " Tu hija, en este hospital,¿y tú haciendo estos shows en público, Alicia?
" Tú no tienes nada que decirme Sergio, Martín es mi pareja y el hombre que amo"- Le dije mientras le limpiaba con mi mano la boquita a Martin, que la tenía cual payaso por el tremendo besote que nos dimos.
Sergio estaba furioso, celoso.
Sergio: No lo puedo creer, ¿y aún encima le limpias las babas a este mocoso? ¡Estabas gimiendo en un hospital Alicia! ¿ Estás loca? No te voy a permi..."
Martin: " El que no te voy a permitir soy yo, Sergio. En primera, tú ya no tienes ningún derecho de reclamarle nada a Alicia, mucho menos de hablarle así. Y en segundo, Alicia es mi pareja, mi mujer, y como tal tiene quien la defienda y le dé su lugar. Ella es una dama y merece todo el respeto del mundo". - ¿Cómo podía ser así? Un caballero, tan justo y protector... Me tenía derretida😍.
Sergio: " ¿Una dama? No me hagas reír, una dama no se comporta así, y si por un casual, lo fuera... ¿ Tú serías el Vagabundo no?"- Reía burlesco y cínico .
" Bueno, Sergio,¡basta ya! Déjanos en paz... Tú tienes a Julieta, yo a Martín, y lo importante aquí es Miranda"- Tuve que intervenir y frenar con mi brazo a Martín, porque sentía que podía ir a más todo esto.
Martín: " Alicia tiene razón, y ya deja el insulto barato y fácil, Sergio. Sí tú no supiste valorar a Alicia cuando era tu mujer, ahora que la ves conmigo deja los celos.Hazte cargo como un hombre. Alicia es una mujer y como tal, ama, y merece ser amada. Con amor, ternura y pasión. Sí Sergio, Alicia es una mujer sumamente pasional y amorosa. Soy el hombre más feliz y afortunado de la tierra"- Ante estas palabras de Martín, yo me moría de la pena, a la par que me derretía de amor. El muy loquito tras estas palabras y ante Sergio, me acercó a él, colocando su mano, en la parte baja de mi cintura; es decir, en el inicio de mi nalga. Sergio, no perdió detalle y ver la mano de Martín apoyada "ahí " lo enfureció. Quiso irse a los golpes con Martín, pero Martín al ser más alto, lo frenó a tiempo. Y tras empujarlo contra la misma pared que anteriormente, había sido testigo de nuestra pasión, lo encaró:
Martín: " ¡Tranquilízate Sergio! Estamos en un hospital. Si estuviésemos en la calle, créeme que sería muy distinto. Que sea la última vez que tratas de hacer esto. La próxima vez, no seré tan respetuoso". - Martín lo soltó y tras agarrarme de la mano... " vámonos mi amor, el hospital es muy grande, y hay espacio para TODOS. Yo vine, a acompañarte, y eso es lo que voy a hacer".- Y así, abrazados y de la mano, nos fuimos de allí, dejando a Sergio sofocado y ardiendo del coraje.

Martín: "Qué hombre más arrogante, ególatra y cínico, mi amor. Te juro, que por ti, y por tus hijos, no me le fuí a los golpes de nuevo a ese tipo". ¿Todavía quiere contigo o qué? - Martín molesto, era de lo más sexy y divertido. Estábamos solos, en el pasillo de la entrada de los baños.
" ¡Ya cálmate, ojitos! "- Sonreí y él me siguió. Nos abrazamos fuerte. Besé su cuello y me impregnè de su olor. Juntos, hasta lo malo, tenía un motivo para sonreír.
Martín: (Susurró) " Oye, tengo que enseñarte algo... pero no nos puede ver nadie... "
" El qué..." - Sonreí coqueta... " No, ya Martín, en serio... Voy a ir con Miranda. Ya pasaron los 2 minutos, desde hace rato...
Martín: "Nooo por favor, aún falta un minutito... Por favor, Miranda está bien. Si no, ya habrían venido a buscarte... Luego, le llevas este ramito💐,que le traje... ¡Ándale! Unos minutitos más..."- y ante esa carita, y esos ojitos que son mi paz, mi mar, mi calma...¿Cómo digo que no?
" ¡Ya! No se vale, ante esa carita, no puedo decirte que no. ¡Dos minutos!
Martín: ( tiró de mi mano y me llevaba)" ¡Te amo!Vente, no hay tiempo que perder!"
" ¿Es en serio Martín?, ¿el baño? Ya mejor salgamos, nos van a ver, y será peor..." - Intento salir pero Martín me abraza y entre besitos cortos y juguetones, me lleva a un wáter y cierra con llave.
Martin: " Mi amor, no es el mejor sitio, pero estamos solitos y nadie podrá vernos, shhh, ¿ya te dije que te amo? "
" No, no lo recuerdo"- le susurro coqueta en sus labios. Y acto seguido siento su boca en la mía, y los " te amo", entre besos. En segundos, estaba contra la puerta del wáter con mis piernas en la cintura de Martín, y él ante mí,cargándome y besando mi cuello. No sé en qué momento se nos fue todo de las manos. Yo gemía, él gemia,... Se nos estaba saliendo todo de control.
" Mar... tin, no... no, podemos. Hay, que pa..rar... aquí" - Él estaba perdido en mi cuello, y con sus manos apretaba mis nalgas mientras me cargaba. No dejaba de mover sus caderas buscando mi contacto.
Martín: " Ufff... tie...nes ra...zón, mi amor, no sé qué me pasa que cuando estoy contigo me vuelvo loco". - En ese instante unos golpes en la puerta nos sobresaltó...
" ¿Alicia?, ¿ estás por aquí , amiga? Soy Rebeca"- Con toda la pena del mundo, salimos Martín y yo de allí, ante la cara de sorpresa y de burla de mi amiga.
Martín: " Este... Rebeca, ¿ cómo estás? Gusto en verte... Yo, yo... Las dejo. Mi amor, ya hablamos al rato ¿sí?- Martín me dio un rápido beso en los labios y en la frente y se marchó.
Yo me dispuse a lavarme la cara y las manos, ante la mirada atenta de Rebeca.
Rebeca:" Refréscate, amiga. Que con ese hombre, a cualquiera le da calorrr😏"
"¡Ya! No te burles, y ni me digas nada... ¡ Por Dios! ¡ Me muero de la vergüenza, amiga!
Rebeca: " Como diría nuestra amiga Fedora, no te mueras de la vergüenza, mejor morirse del gusto,🤣. Ese hombre te trae loca amiga, y tú a él... Nada más hay que ver su pantalón y lo 'contento que se fue,... "
" ¡Ay, no...! Ni me digas nada,... No sé cómo se nos fue de las manos. Estoy loca por él. Tú me conoces amiga, y jamás había hecho algo tan loco como esto... Mejor vamos a ver a Miranda. Y sobra decir, que de esto ni una palabra a nadie, amiga". - Con la complicidad que da la amistad verdadera, nos sonreímos, y fuimos a ver a Miranda con su especial 💐 de flores.
FIN.



 MARLICIA - One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora