¿Has cambiado?

░▒▓█► Capítulo 3 ═─►█▓▒░

Faltaba poco para llegar a su destino. Estaban nerviosos, pero también emocionados, una nueva aventura estaba por comenzar. Nuevas anécdotas, nuevas experiencias, un nuevo enemigo al cual tendrían que derrotar. Tal vez nuevos aliados, o quién sabe si un nuevo nakama, cualquier cosa podría pasar

-¿Cuánto falta?-

-Ya te lo dije, ¡aún faltan 2 días para poder llegar!-

-¡Pero Nami, yo quiero llegar ahora!-

-¡¡Deja de comportarte como un niño y ve a ver en qué puedes ayudar en la cocina!!

Mala idea

El pelinegro entró a la cocina con cara de niño regañado y cuando llegó vio a un rubio con muy mal humor. 

-Luffy, no nos quedan suficientes provisiones. Necesitamos parar en una isla pronto, la comida que tenemos aquí no nos durará ni medio día y faltan 2 para llegar a Dressrosa. Pregúntale a Nami-san si hay  algún lugar en donde podamos detenernos.- 

-Oh... No había pensado en eso. ¿Por qué se habrá acabado la comida tan rápido?- 

-Estúpido, tú eres el que se come todo, ve y pregúntale a mi dama lo que te dije- 

-Shishishi ya voy- 

Luffy salió de la cocina y volvió a dónde estaba la navegante. 

-Nami, Sanji pregunta que si hay una isla en la que podamos comprar comida- 

-¿Qué? ¿Tan rápido se acabó todo? Si que son unas bestias ustedes.- Miró su Log pose y vio que si había otra isla a parte de Dressrosa. 

-Sí la hay, supongo que no esta muy lejos de dónde estamos, lo que podemos hacer mientras tanto es esperar- 

-¿Esperar más? ヾ(｀ε')ﾉ - 

-Si no quieres esperar con gusto puedo tirarte por la borda para que vayas tu sólito nadando hacía allá.- 

-Sí, mejor espero- 

-Así me gusta. Ve, dile a Sanji-kun que hay una isla cerca y que no se preocupe. 

-Voy, voy-

Luffy se dirigió de nuevo a la cocina y le dijo a Sanji lo de la isla. El humor de éste mejoró un poco después de escuchas las palabras del capitán, pero aún seguía esa pequeña molestia en él. 

Se preguntarán... ¿Qué pasó después de la noche que casi se besan? Pues, es simple. Nada, ese día no pasó nada. O así fue cómo habían dejado claro Zoro y Sanji. Ambos estaban extraños después de ese día, más que todo Sanji. Los dos chicos se ignoraban la mayor parte del tiempo y si se hablaban era por cosas triviales o por mandatos del capitán o Nami mas que todo. Se sentían incómodos después de ese día, al menos los nakamas pudieron entenderlos y les dejaron su espacio. Aún no sabían del todo que era lo que sentían por la otra persona, o puede que sí lo supieran pero no le prestaban atención. Toda la tripulación sabía perfectamente lo que pasaba entre ellos así que estaban planeando una clase de reunión para hablar sobre lo que iban a hacer con ellos dos. 

Nami  llamó a todos los que estaban en el barco  sin contar a  Zoro y Sanji, los cuales estaban haciendo su clásica rutina diaria: Sanji estaba en la cocina preparando el almuerzo con la poca comida que les quedaba y Zoro  hacía ejercicio levantando unas grandes pesas  

-Bien, creo que ya sabes para qué los convoqué aquí ¿No?-

  -¿Para  darle un regalo a Sanji por hacer la carne tan deliciosa?- 

- No- 

-Para ver cuando hacer la boda?- 

-Quisiera, pero no-