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¿Alguien ha visto a una niña?

¿Alguien ha visto a una niña? Responde al nombre de "inocencia". Su dueña elije llamarla "esencia que caracteriza la mente y el alma de un espíritu que ya no está". Ya carece de importancia si está viva, porque en mi interior no habita, o si es una materia inerte en estado de putrefacción, porque no tengo la certeza de poder resucitarla.

Se viste con prendas de colores diurnos y veraniegos. Y corre. Y baila. Y salta hasta quebrarse los huesos. Y grita. Grita sobre los cimientos de su vecindad, simulando estar en un escenario, donde la presencia del público le es indiferente. No tiene nada que perder, sino una vida llena de experiencias por ganar. Aún es pequeña para atravesar la oscuridad del túnel sin estar sujeta a la mano de su mamá, por quien llora de miedo si no está a su lado. Su candidez no le permite ser consciente de la inhumanidad que reside allá afuera. Todavía es demasiado ingenua para calcular la cantidad de olas que deberá atravesar sin ningún brazo del cual tomarse para evitar que la corriente la aleje de la orilla.

Si algún espectro la ha visto, suplico su devolución. Se ofrece en recompensa un futuro sin complejos internos que obstaculicen el equilibro emocional, sin rocas en el camino que provoquen el tropiezo para impedir la llegada a la paz de la mente, porque siempre hay un golpe que lo desorganiza todo. Tan sólo deseo recuperarla, bien lo saben las velas que he soplado en mis cumpleaños; y los 11:11 que suelen aparecer casualmente en el momento justo en el que decido mirar el reloj; y las estrellas fugaces ¿aún creo en ellas?...