ＯＮＥ ＳＨＯＴＳ －Ｅｖａｎ Ｐｅｔｅｒｓ

Kit Walker

Personaje: Kit Walker
Título: Welcome to Briarcliff
Advertencia: Lenguaje, fingering y menciones sexuales

Desperté fingiendo que no es real, pero lo era. En una cama con unas esposas de cuero tratando de escaparme de ahí, tenía solo una bata de hospital sin nada de ropa interior. Tenía miedo, no recordaba lo que pasó aunque pequeños recuerdos venían a mi mente. Sangre, gritos, llantos y armas se me venían a la cabeza.

Un policía vino con una macana en la mano y unas intenciones sospechosas -Vaya muñeca, con que asesinaste a ocho personas. Me impresionas -dijo sínicamente sentándose en la orilla de la cama-.

-No recuerdo que pasó anoche, ¿dónde está mi familia, mi prometido? ¿qué pasó con ellos? ¡DEJEMNE IR! -dije tratándome se soltar y el tapa mi boca-.

-No temas pequeña -acaricia mi muslo-, te llevaran a un lugar mejor. Pero mientras -levanta mi bata dejando mi intimidad al descubierto- quiero que seas de mi propiedad muñeca -guiña el ojo-.

-Suéltame -dije en seco atemorizada-. Se lo pido, soy inocente, no maté a nadie -rompí en llanto mientras dos de sus dedos tocaban mi parte húmeda y gemí-.

-Eso es lo que dicen todos, pero se nota que eres mala. Ahora, quiero que te corras -mete por completo sus dedos y me comienza a masturbar, no paraba de soltar gemidos, pero tenía un plan en mi mente-.

-Tienes razón, seré mala -dije fingida, pateé sus bajos y sacó su mano repentinamente con algo de mi líquido, no paraba de soltar suspiros y secó su mano en su traje. Para después darme un golpe-.

-Maldita, te irás al infierno!

-Estoy en él! -grité y más policías llegaron con jeringas a dormirme de nuevo, mi última visualización fue el ver a todos irse, pero sentía como si trasladaran la camilla-.

. . .

Algo se movía y estaba en un ¿vehículo? No no no no no, mierda, carajo. AHHH. Desperté y no había nadie, solo yo con ropa holgada y una camisa de fuerza.

-¿Hola? -golpeé la puerta con el cuerpo-. ¡Alguien escúcheme! -seguía golpeando, pero era inútil-.

Afuera percibía varios ruidos y personas hablando, distinguí a reporteros, cámaras y micrófonos. La fachada del lugar es como un tono rojizo y de verdad me asustaba y lo único que pensaba era en salir de aquí AHORA.

Me bajaron del auto de trataba de soltarme, estaba entre mucha multitud y trataba de mantener la calma aunque era inútil. -Señorita, ¿cómo pudo matar a ocho personas en una noche? -pregunta una reportera-.

-¡No maté a nadie! -grité mientras pataleaba para escapar, claro, era imposible salir de una camisa de fuerza-.

Entramos a una especie asilo -Mierda -susurré-. ¡NO TENGO QUE ESTAR AQUÍ! Déjenme ir! -me dirigía a un cuarto mientras miraba a toda la gente del lugar-.

Era un lugar que tenía demasiadas, demasiadas escaleras al igual que personas, era simplemente escalofriante, claro que no me podría acostumbrar a esto, lo repetiré, es escalofriante.

Me llevarían al lugar en donde me quedaré para toda la eternidad, por supuesto, por algo que es totalmente falso, ni siquiera se apretar un gatillo o algo parecido. Estamos en un pasillo y solo había un foco que parpadeaba.

La oficial se acercó a mi oído -Tu habitación es la del final del pasillo. Ve con tus nuevos amigos, aquí vivirás por el resto de tus días.

-No pertenezco aquí. Jamás será mi hogar -dice en tono bajo con seguridad-.