ɪɴᴛᴇɴᴛᴇᴍᴏsʟᴏ ᴏᴛʀᴀ ᴠᴇᴢ 𓆈 ᴊᴋ

- ғɪɴᴀʟ

ʏ ᴀᴜɴǫᴜᴇ ᴘᴀsᴇ ᴇʟ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ, ᴛᴇ ᴀᴍᴀʀᴇ'

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Cinco años habían pasado desde que aquella pareja de jóvenes habían retomado su relación seria, la verdad es que ninguno se arrepentía de lo que ahora eran.

Hace unos meses Sol se enteró que estaba embarazada pero Jeon aún no lo sabían.

¿Casados? Aún no lo estaban, pues Jeon quería hacerlo cuando pudieran mudarse a una casa formalmente, y poder hacer su nidito de amor.

Pero pues al parecer el condón se rompió en media acción. Y la verdad Sol estaba ansiosa con la noticia, hace meses que sentía esa necesidad de querer incrementar su amor, y quería saber esa satisfacción de cuidar un bebé, sus amigas cercanas se encontraban con su segundo o tercer hijo mientras ella y su pareja habían preferido tener hasta casarse.

Y aunque tenía miedo en que Jeon no se sintiera preparado pues él había sido el de la idea sobre la espera en algunas ocaciones había llegado a comentar que un hijo ahora no estaba en sus planes.

Pero ni modo que sacara al pequeño fetito de ahí, claro que no, ya se había encariñado con las ecografías de su bebé, de su pequeño Jeon.

Y aunque le importara la opinión de su pareja ella realmente lo deseaba.

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Jeon había llegado del trabajo, era sábado hoy solo había ido a hacer unos trámites y volvió enseguida como lo prometió.

No se sentía agitado como para no querer pasar tiempo con su bella novia.

— Gordaaa~ amor mío! Ya estoy aquí —
Dijo dejando sus zapatos en la entrada y se extrañó al no recibir respuesta fue hasta la cocina.
— Cariño, ¿Donde estas? —
Dijo mirando la sala, pero al ver la puerta de la habitación abierta sonrió pues miró las piernas desnudas de su chica. — ¿Que pasa bebé, extrañaste a papi? —
Dijo quitando su corbata, recientemente jeon había hecho más tatuajes en su brazo, pecho, espalda y entre su cuello. Y eso calentaba a Sol pero hoy no era tiempo para eso o más bien, deberían mantenerse en abstinencia durante nueve meses.

El chico iba deshaciéndose de su ropa y quedar en bóxers y ponerse de cuclillas ante ella.

— ¿Dormiste bien? — dijo dejando un beso en su frente, la chica asintió extendiendo una caja.

Un tanto confundido tomó la caja y rio nervioso, ¿Acaso hoy era su aniversario? Oh ¿una fecha importante?

— Tú regaló —
Dijo levantándose y salir de la habitación.

El joven un tanto confuso se sentó en la cama y miró la caja por unos segundos.

Abrió de esta encontrando pedazos de tiras de confeti.

Mientras las quitaba llegó a unos pequeños zapatitos blancos.

¿Sol le estaba regalando un perrito? ¿Y los zapatos eran para que no rayara el piso?

Los tomó extrañado y quito más capas de confeti para luego ver un pequeño letrero.

"Hola Papi! Mamá y yo te amamos"