David es un repartidor de Uber Eats, un dia le toca entregar comida en cantidades enormes a una misteriosa casa, ahi seria recibido por un chico que le robaría su Corazón.
En ese momento la rueda de la fortuna comenzó a moverse nuevamente hasta dejarnos abajo, y mientras caminábamos al restaurante, tome casualmente la mano de Trent, este se sonrojo y caminamos mas pegados, Trent era bellísimo, me encantaba su voz, su risa, y su manera de andar, realmente había caído perdidamente enamorado de el.
El restaurante que menciono Trent se llamaba ''Dino's pizza'' se veía muy elegante y parecía que había muchos comensales, entramos al lugar y fuimos recibidos por quien parecía ser el dueño del local: este vestía un delantal blanco, una camisa a cuadros rojo y blanco, pero lo que mas destacaba de el era su obesidad, el tipo debía pesar fácil unos 250kg o mas, tenia una doble papada, y tenia los cohetes colorados, y unos vivo ojos azules, no recibió con mucha emoción y especialmente saludo a Trent con un acento italiano bastante marcado:
¡Trent! ¡Bambino mio! ¿como haz estado?
Muy bien Don Dino -dijo Trent- ¿Cómo esta su esposa?
¡Oh Bambino! ella esta muy bien -contesto Dino- esta ahorita en casa preparando todo para el gran dia de la reunión...¿Y este chico? (Dino nota que estamos agarrados de las manos) ¡Jo, Jo, Jo! ya veo, es su ''galante caballero'' ¿Verdad?
yo me sonroje, y Trent rio y contesto:
Bueno...Estamos saliendo apenas Don Dino, aunque pensándolo bien, el me protegió de aquellos bravucones, así que creo que si... podríamos decir que es si es mi ''Galante caballero'' (Trent toma mi brazo y me abraza con ternura)
¡Oh! Ya veo, ya veo, y ¿Como te llamas muchacho? -me pregunto Dino-
Me llamo David, un placer -le dije a Don Dino mientras le daba la mano-
¡El placer es mío Bambino! -me dijo con una sonrisa estrechando mi mano- ahora Trent mi muchacho ¿Quieres que les de la mesa especial?
¿¡Esta disponible!? ¡Gracias! ¡Seria fantástico Don Dino! -Dijo Trent emocionado-
¡Siganme entonces Bambinos! los llevare a la zona vip de la terraza -dijo Don Dino mientras nos mostraba el camino por unas escaleras de caracol-
seguimos a Dino, y no pude ignora ver a la recepcionista y a los dos cocineros de Dino que alcance a ver de reojo, la chica recepcionista así como los cocineros ¡Eran casi o igual de obesos que Don Dino! no me pareció raro al principio ( la pasta es muy calórica después de todo ) así que seguí a Trent y Dino a la terraza.
La terraza era hermosa, donde uno podía ver toda la ciudad...
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Dino nos acomodo las sillas y entonces saco un lápiz y una libreta y pregunto:
