Capitulo 9

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Mientras conducía a casa en mi moto, no dejaba de pensar en lo que acababa de ver en aquella cocina, ver a la madre y hermana de Trent engordando a esos dos inmensos chicos obesos y teniendo sexo con ellos me dejo en un shock mental bastante fuerte, y en eso a mi mente llego la imagen del restaurante: Don Dino, la recepcionista y el cocinero gordo besandose y comiendo cantidades inhumanas de comida

¿En que diablos estaba metida la familia de Trent? -pensé-

Pero de repente sentí un duro golpe que me hizo caer de la moto haciéndome mucho daño, y estrellandome contra el pavimento, mi casco se rompió y cuando pude moverme y pude voltear: vi que algún malnacido puso un leño en el camino con la intención de que cayera, y no lo había visto por estar distraído, y entonces recibí una fuerte patada en las costillas fuertísima, me revolqué en el suelo por el dolor y vi con terror quien era el causante: ¡Era Erick! Erick y su tropa de idiotas, los que habían golpeado a Trent y a mi en el parque, me rodearon y comenzaron a patearme, no pude hacer nada, cuatro de ellos me tenia sujeto firmemente, sentí mucho dolor sentí que me habían quebrado las costillas comenze a sangrar mucho por la boca, entonces Erick, ese lunático calvo y vicioso, se sentó en mi pecho saco su navaja, me tomo del cuello y me dijo:

Muy bien mariquita, pagaras por haberme humillado la vez pasada, ahora voy a gravar mi nombre en tu frente para que siempre que mires el espejo sepas quien te dio la golpiza del año

Sus compinches rieron y yo me llene de un pavor sin igual, trate de safarme pero no pude, me tenían bien sujeto al suelo, Erick saco una encendedor y comenzó a calentar la punta de la navaja, comenze entonces a llorar de la impotencia, y Erick lo noto y se burlo:

¡Uyyy! ¿El marica quiere llorar? Ahora...¡Tendrás algo por que llorar!

Erick acerco su navaja a mi frente estaba por marcarme, hasta que para mi enorme sorpresa, algo golpeó velozmente a Erick sacándolo de encima de mi, fue tan rápido que apenas lo note, los compinches de Erick retrocedieron asustados, ya estando libre con mucho dolor logre sentarme y vie que Erick estaba muy apartado de mi, a unos diez metros revolcándose de dolor sobandose el estómago, y casi frente a mi vi a un chico, uno de los chicos bastante atractivo:

Era un chico de cabello corto negro, usaba una media camisa de leggins negra y pantalones de leggins apretados,( que le marcaban un trasero bastante grande) unas sandalias negras y unos bellos ojos de color...

 Era un chico de cabello corto negro, usaba una media camisa de leggins negra y pantalones de leggins apretados,( que le marcaban un trasero bastante grande) unas sandalias negras y unos bellos ojos de color

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este adopto una posición de combate con los brazos pegados a su cuerpo en guardia y su pierna izquierda levantada y doblada:

este adopto una posición de combate con los brazos pegados a su cuerpo en guardia y su pierna izquierda levantada y doblada:

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el chico tenia una mirada seria e imperturbable, Los compinches de Erick aterrados decían entre ellos:

Es..es.. ¡Keito Azumori! ¡El campeón estatal de Muay Thai! -comento uno de los compinches asustado

Si, dicen que sus patadas pueden quebrar concreto como su fuera vidrio y costillas como si fueran mondadientes -comento otro-

Keito viendo que no habría confrontación, bajo su pierna y dejo de estar en guardia, camino con sus manso en los bolsillos hasta Erick quien ahora que lo notaba estaba escupiendo sangre, y Erick al ver que tenia a Keito enfrente se paralizo de terror, los compinches de Erick huyeron dejando solo a su jefe, KeIto lo patio de nuevo en las costillas y lo levanto usando su pierna, como si no fuese nada, ese chico Keito era muy fuerte, y teniendo a Erick levantado le dijo:

Erick, ¿Que te e dicho sobre molestar a las persona? ¿Quieres que volvamos a tener esa conversación de nuevo?

No...¡Ugh!... no es necesario Keito-Sama -contesto Erick casi sin aire-

Bien, entonces quédate ahí -dijo Keito dejando caer al suelo a Erick-

Entonces el corrio hacia mi y me dijo revisando mis heridas:

¿¡Estas bien!? No te muevas, llamare a una ambulancia, te a quebrado varias costillas, y llamare también a la policía para que se lleven a este infeliz, ahora...¿¡Eh!? ¡NO CIERRES LOS OJOS!

Empece a sentir que me faltaba el aire y caí inconsciente, y lo ultimo que vi antes de desvanecerme era la hermosa cara de aquel Ángel peleador.

El Club Del EngordeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora