1. Cruel Summer

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⩽Créditos: @artic-day en Tumblr⩾

≺One shot Adaptado≻

≺Canción: Cruel Summer - Taylor Swift≻

Habías llegado junto a una amiga, que ahora desde la barra la veías ligar con un chico

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Habías llegado junto a una amiga, que ahora desde la barra la veías ligar con un chico. Desde tu sitio miraste todo el lugar, la fiesta estaba en su punto álgido. Había gente bailando y bebiendo miraras donde miraras y aunque una parte de ti quería irse a casa, sabías que en ese momento preferías el bullicio del bar al silencio de tu apartamento. Lo que no esperabas era encontrarte con él otra vez.

El momento en el que tus ojos distinguieron su cara entre la multitud pensaste que te estaban jugando una mala pasada, como solía pasar cuando bebías más de la cuenta. Pero todavía no estabas borracha y lo que estabas viendo era real.

Timothée...

Veías como se iba acercando a tu sitio en la barra. A medida que se acercaba empezaste a recordar aquel primer encuentro en el lago durante una tarde de verano, aquella tarde en la que habías peleado con tu madre y corriste hacía el lago, encontrándote a un chico que no habías visto antes bebiendo de una botella para, cómo descubriste después,  aliviar el dolor producido por una dolorosa ruptura.

- Hola. – dijo él, haciéndote volver a la realidad.

- Hola. – dijiste sonriendo para disimular tus nervios.

Una parte de ti estaba emocionada por volverle a ver, mientras la otra estaba haciendo sanar  todas las alarmas diciéndote de que salieras de ahí tan rápido como pudieras. Él no era una buena idea, nunca lo fue.

Mierda...

-¿Y qué estás haciendo por aquí? – dijiste pestañeando más de lo normal, un viejo tic que hacías cuando estabas nerviosa y él lo sabía.

- Me invitaron y no podía decir que no. – dijo rodando los ojos. No tenía que explicar nada más ya que sabías que esta clase de fiestas no eran de su agrado.

Hablaron y jugaron durante unas horas, básicamente sobre la ciudad, el tiempo, sus trabajos (aquello en lo que estaban interesados). Los dos sabían que estaban hablando de cualquier cosa con el objetivo de no hablar sobre su pasado. Estaban actuando como dos típicos amigos que se estaban poniendo al día sobre sus vidas en un bar, dos compañeros quejándose de su trabajo o incluso dos extraños conociéndose por primera vez. Pero él estaba actuando tan bien que te empezaste a preguntar si todavía estaba fingiendo. ¿Y si esa era la verdad? ¿Y si, para él, eran todo eso menos lo que de verdad eran? Ex novios.

Sentiste como tu corazón se estrujaba cuando te diste cuenta de que a lo mejor él se había olvidado de todo.

¿Pero cómo?

Tu no podías olvidarlo...

Querías que te explicara como lo había conseguido.

Porque tú todavía lo recordabas todo. Recordabas la brisa de verano, los paseos de madrugada, la sensación que te producía el roce de sus manos con las tuyas, la forma de su cuerpo y por supuesto recordabas el brillo de la máquina expendedora que se reflejaba en su cabeza cabizbaja mientras tú le gritabas con lágrimas en los ojos, las palabras que te dijo al oído y que nadie más sabe, el sabor de sus labios, las promesas que se convirtieron en mentiras. Lo recordabas todo.

Pero ahora, la indiferencia que se reflejaba en sus ojos cuando te miraba hacía que tu corazón se rompiera un poco más. ¿Es que acaso lo habrá olvidado todo? Casi le preguntas. Las palabras estaban en la punta de tu lengua, pero justo antes de que hablaras su móvil empezó a sonar. Él cogió su teléfono excusándose para así poder hablar. Antes de que se alejara pudiste ver el nombre ‘’amor’’ brillar en la pantalla y la foto de una chica que ya habías visto antes. Él te enseñó esa foto la tarde en la que ustedes dos se conocieron, en verdad hablaron durante horas sobre esa chica, la que le había roto el corazón, la chica a la que él amaba más que nada en el mundo, la que gracias a ella se habías conocido.

Tú nunca habías querido remplazarla. Su relación había empezado como un simple coqueteo por diversión. Los dos estaban solteros, tu habías vuelto a tu ciudad natal a pasar el verano y el buscaba un sitio tranquilo donde quedarse en verano. No tendría que haber significado nada más que eso, hasta que hizo, hasta que las bromas con segundas intenciones se convirtieron en palabras dulces, hasta que el sexo casual se convirtió en algo mucho mejor, hasta que llegó el día en el que se tuvieron que separar, y tú volviste a casa llorando, lágrimas que no pararían en los próximos meses. Cuando se vieron por última vez evitaste decir esas dos palabras, pensando que serian lo peor que él podía escuchar. Pero a lo mejor, y solo a lo mejor, el estuvo a punto de decirlas también.

Ahora lo veías desde la distancia mientras él hablaba con su novia, a la cual le decía que amaba más que nada en el mundo. Él inclinó la cabeza mientras sonreía como un niño. Y te dolía verlo, así que lentamente te levantaste de tu asiento y te dirigiste a la salida.

Acabó como había empezado, con un ‘’hola’’ y ahora estabas borracha en la parte de atrás del coche. Cuando llegaste a casa empezaste a llorar como un bebé, derramando las lágrimas que habías estado conteniendo durante la noche. Pusiste música triste y empezaste a gritar todas las palabras que querías decirle, por si lo volvías a ver, por todas las promesas que te hizo y que rompió, por lo que una vez llamaron paraíso indestructible, por ese verano cruel que nunca volverá.

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T. Chalamet (one shots) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora