4. Too Good At Goodbyes

452 34 2
                                    

⩽Créditos:@artic-day en Tumblr⩾

≺One Shot Adaptado≻

≺Canción: Too Good At Goodbyes - Sam Smith≻

Timothée ni siquiera hizo contacto visual contigo cuando entró en el apartamento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Timothée ni siquiera hizo contacto visual contigo cuando entró en el apartamento.

- ¿Traes comida? – le preguntaste.

Un leve aroma a flores te golpeó cuando te acercaste a él.

- No, no he traído. – negó él, como siempre.

Desde donde estabas, podías ver los restos de pintalabios rosa que había en el cuello de su camiseta. No ha tenido ni la decencia de cambiarse.

- ¿Qué te apetece comer? – dijiste mientras te dirigías a la cocina.

- Lo que sea amor, hoy mi jefe se ha vuelto loco y nos ha tenido ocupados todo el día.-

-Tu jefe siempre ha tenido ese carácter.-

Una vez en la cocina sacaste el pollo de la nevera y cogiste los espárragos.

- Es todo lo que tenemos. – dijiste antes de que se quejara. Lo colocaste todo encima de la encimera y volviste a la sala.

- ¿Ha ocurrido algo más?-

-No que yo recuerde. – dijo para después darte un beso en la frente.

– Voy a ducharme y después te ayudo.-

- Vale. – dijiste con una sonrisa.

Te dirigiste a la cocina dispuesta a preparar  la Comida. Te cansaba no gritar más de lo que te gustaría admitir. Tres años. Enjuagas la carne. Tres malditos años. Y cada vez soportabas mejor la angustia que sentías en tu corazón. Cada caso de infidelidad se volvía menos sorprendente y más previsible. Te sorprendía a ti misma la forma en la que has podido aguantar tanto tiempo. Las pechugas de pollo están limpias y la sartén esta listo. Te limpias las manos y detienes las lágrimas qué amenazan con salir. Nada de lágrimas. Ya no más.

Tenías un plan. Decidiste que las peleas, las maldiciones y las preocupaciones por cosas insignificantes no te convertirían en aquello que odiabas, una mujer despechada. Tú no.

La comida está cocinándose y tu mirada está fija en las fotos de la pared. Una imagen dice más que mil palabras, pero esas personas felices que están en los marcos no son reales. Esas mil palabras... Todas eran falsas.

- Estaba pensando que... - dijo Timothée entrando en la cocina con una toalla alrededor de la cintura. – Deberíamos ir a la playa este fin de semana.

- Si. – dijiste esperando que tus ojos no estuvieran llorosos. – Eso sería increíble.

- Bien, reservaré un hotel y podríamos ir a bucear o algo así.-

- Perfecto. -

- Huele muy bien. – dijo mientras colocaba sus manos en tu cintura, acercándote a él.

– Estás muy callada.-

- Estoy pensando. Tengo mucho trabajo que hacer últimamente.- suspirasté

- Claro que lo tienes. Por eso necesitamos este viaje a la playa, piénsalo, probar diferentes vinos, paseos matutinos en la playa, deliciosas comidas... sexo en la playa bajo la luz de la luna.

Es curioso cómo te preocupas por alguien que te trata como él lo hace, como si fueras estúpida. Pero lo hacías. Desde sus perfectos rizos, asta la punta de sus pies, estabas completamente enamorada. Como si acabaras de conocerlo. Tu cuerpo tenía mente propia. Te pusiste de puntillas para alcanzar sus labios delgados y apetecibles, pero los suyos te alcanzaron primero. Lo besaste colocando tus brazos por detrás de su cuello. Los pequeños quejidos de placer qué salían de tu boca crecían a medida que él te levantaba por los muslos y te llevaba al dormitorio. Cada movimiento que hacían estaba hecho en perfecta armonía. Una armonía que te hacia olvidar todo lo que había pasado. Él también lo sentía, estabas segura de ello. Lo que estabas sintiendo, sus besos y adoración hacia ti era como si estuviera dándote una disculpa. Sus manos continuaban en tu cintura y de vez en cuando bajaban a tu trasero. Su mirada fija en la tuya, sus brazos rodeandote haciendo el momento todavía más íntimo y pasional. Sentías que tu clímax estaba cerca y por su mirada sabias que él también. Te besa, y ese beso se sentía como si fuera el primero. El orgasmo te alcanzó y sentiste como tu alma se destrozaba en mil pedazos.

⊰⊱⊰⊱⊰⊱⊰⊱⊰⊱⊰⊱⊰⊱⊰⊱

Fue fácil abandonar el dormitorio cuando él está profundamente dormido. Recogiste las últimas cosas del apartamento y cogiste las llaves. Escribiste una pequeña nota y la dejaste sobre tu almohada.

Buenos días, te dejo.

Pd: riega las plantas.

Decir adiós es fácil cuando el otro no puede protestar. Las luces de neón de la ciudad eran tu único acompañante mientras te dirigías lejos de esa ciudad y sintiendo como el peso de tres años de relación se desvanecían de tu pecho.



















↙↓↘

Voten y les doy un besito.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 24, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

T. Chalamet (one shots) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora