Un sueño a esperar

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Bajé las escaleras de mi habitación a la cocina como nunca, corrí lo más rápido que pude. Y cuando llegué a la cocina le pedí a mi madre la calculadora.
- Mamá, mamá, déjame la calculadora, ¡rápido!
-Vale, vale. ¿Que pasa?, ¿Por qué tanta prisa?- preguntó mi madre dándome la calculadora.
-Luego te cuento, adiós.
Subí corriendo hasta llegar a mi habitación y me senté en mi escritorio (me senté tan bruscamente que casi me caigo). Encendí el móvil y llamé a Laia y Alexia. Al parecer, estaban tan emocionadas como yo porque me contestaron de inmediato.
-¿Ya lo tienes?- preguntó Laia.
-Si si- respondí.
-¡Ay, que emoción!- dijo Alexia.
-Vamos a contar lo que tenemos hasta ahora.- dije yo mientras encendía la calculadora.
-Vale-dijo Laia.
-A ver, ¿cuánto tenéis de la paga de estos últimos tres meses?- pregunté.
-Yo tengo... cuarenta euros.- respondió Laia.
-Yo treinta y cinco.
-Vale, junto los míos cuarenta y cinco.
-Alexia, junto al dinero que conseguimos bañando a los perros de los vecinos.- dije yo.
-Cuarenta, cincuenta...Setenta.
-Vale... Laia, el dinero de cuando barrimos los portales.
-Tengo treinta.
-Alexia, ¿y de cuando recogimos la basura?
-Sesenta.
-Vale, y yo tengo el dinero de los talleres infantiles...¡Tenemos mucho!
-¿Cuanto?- preguntaron Laia y Alexia emocionadas.
-¡Ciento diecisiete euros!- dije yo entusiasmada.
-¿En serio?- pregunto Laia asombrada.
-Si si.
-¡Que bien!- dijo Alexia.
-Nos falta... Laia lo que conseguimos vendiendo los cuadros que pintaste.- dije yo.
-Ah, es verdad, espera voy a por el dinero. - dijo Laia mientras se levantaba de su cama.
-Natalia, ¿te imaginas que lo conseguimos?- dijo Alexia esperanzada.
-Ojala, aún no lo he sumado.
-Ya he vuelto, tengo un total de ochenta y siete euros.
-Muy bien Laia, tienes mucho arte.
-Gracias.
-Natalia, ¿cuánto da?- preguntó Alexia.
-Espera...me da... cuatrocientos ochenta y cuatro euros.
-¡Si! Cada vez queda menos para los seiscientos.- dijo Alexia entusiasmada.
-¡Tengo muchas ganas!- dijo Laia.
-Yo también.
-¿Y de que otra forma podemos ganar el dinero suficiente?- preguntó Alexia.
-No lo se, lo hablamos mañana, ¿vale?- respondí yo.
-Vale.
-Adiós- dijo Alexia mientras movía la mano para despedirse.
-Adiós- dije haciendo el mismo movimiento.
-Bye!- finalizo Laia.
Colgué y me puse a ver Instagram. Y cada vez me emocionaba más y más sobre el viaje. Llevábamos 5 meses ahorrando ese dinero para irnos de viaje a Londres. Nos parece un país muy bonito y agradable, y por cada paso que damos estamos mas cerca de conseguir el dinero suficiente.


Perdidas por Londres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora