Capitulo 24 -final-

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Yolo:

Estaba entre golpes con Emilio, cuando por la calle veo la luz de un auto.
Me di cuenta que era un auto de los de seguridad. Eso fue algo que me alivio.

Pero me jugo en contra ya que me desconcentre y Emilio tomo ventaja y me dio unos buenos golpes.

Del auto bajaron dos personas. Reconocí al primero. Nando.
Gritaba mi nombre desesperado.
El segundo en bajar fue el señor Víctor.

En ese momento pasaron un par de preguntas por mi mente.
¿Por que Nando estaba aquí? ¿Por que tenia esa voz de urgencia?

Mierda...

Mariana

Y entonces tire a Emilio a un lado y me di la vuelta para dirigirme a Nando.
Me acercaba a el cuando sentí una mano en mi hombro que me dio la vuelta y luego sentí un dolor en la parte baja de mi abdomen.

Tenia la mirada sobre Emilio y la baje para ver la zona del dolor.

En la zona había un cuchillo enterrado y la mano que lo sostenía era la de Emilio.

Mis ojos se ponían rojos y con lágrimas. Pero fue aun más el dolor cuando saco el cuchillo de la herida.

—Lo logre — dijo en un susurro

El hombre de seguridad corrió para agarrar a Emilio pero este retrocedió en busca del arma. La agarro, se apunto a si mismo y se disparo.

Antes de que apretara el gatillo deje de mirar.

Coloque una mano en la herida que estaba por debajo de mi suéter, para presionar.
Nando se acerco a mi afirmandome

—Vamos, vamos a un hospital — dijo en nervios

—Si, vamos a ir a un hospital, pero al hospital en el que esta Mariana — le dije — por que por eso viniste, no?

—Si pero Yolo, te estas desangrando

—Nando, aguantare. Llevame con Mariana. Ahora. Y no le digas a nadie

Lo dudo pero finalmente asintió y nos subimos al auto.

El señor Víctor se quedo ahí llamando y esperando a las patrullas y ambulancias por Emilio.

En el auto agarre una cinta y la rodie por mi cintura para hacerle presión a la herida.

No voy a negarlo, me dolió y mucho.
Tenia miedo y mucho. No sabia que pasaria después, pero ahora tenia que tener todas las fuerzas para acompañar a Mariana en el parto y ver nacer a nuestra hija.

Llegamos al hospital rápidamente. Antes de entrar le pedí a Nando un suéter para que no se notara la sangre.
Por suerte habia uno en el auto.
Me costo más de lo normal caminar.

Llegue a la sala en la que estaba Mariana y entre. Me detuvieron para colocarme una bata, guantes y cosas que aislaban la suciedad. Ya saben, de esas cosas azules que usan los doctores.

Entre a donde estaba Mariana y la vi.
Estaba con los ojos cerrados mientras su pecho subía y bajaba por la respiración agitada que tenia por el dolor de las contracciones.

—Princesa — me acerqué a ella, tome y bese su mano.

—Yolo! Donde estabas?

—Hablaremos de eso después. Ahora solo nos preocuparemos de ti y de nuestra hija

—Hija? Estas seguro de que sera niña?

—Lo estoy — le sonrei mientras me daban punzadas de dolor en mi abdomen

El mejor amigo de mi hermano// ft. Yoloriana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora