†Maldiciones y Castigos†

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Me encontraba frente al espejo desde hace más de una hora, admirando esa belleza irreal y desconocida.

Ahora poseía un rostro que no era el mío, dotado de gran belleza. Un cabello blanco platinado y largo, tan suave y cuidado, con un rico olor a frutos frescos mañaneros. Mi nueva piel era delicada y fácil de lastimar, misma que se enrojece cuando hay mucho calor o hace demasiado frío. Mis nuevos pero bonitos ojos de un tono celeste pálido, poseen una mirada inocente que está oculta bajo unas pestañas encantadoras. Y este cuerpo pequeño, estaba cubierto con un bonito atuendo.

Estaba claro, lo supe de inmediato al recordar la única imagen que había visto de ese estúpido personaje. Yo era ella, este es mi castigo por maldecir a esa santa inútil.

¿Por qué tuve que decir eso?

"Si yo fuera la santa, le haría saber a esos demonios y a esa familia de enfermos, los poderosos que son los ángeles"

Fue exactamente lo que dije mientras leía "Rosas y Demonios", durante mi viaje a la casa de mis abuelos.

Debí saberlo, ir en ese barco ignorando la tormenta llena de truenos y esas grandes olas, no era una buena idea.

¿Por qué tuve que confiar en ese capitán? Ah, lo recuerdo. Él juró que a su barco no lo hundiría nada ni nadie.

Supongo que morí... Sí, eso es lo mas seguro, de otra forma no estaría en este estúpido cuerpo.

¿Por qué me castigaron enviándome al cuerpo de la santa después de mi muerte? ¿No pude simplemente ir al infierno y conocer a Yama?

Pude haber sido la villana, un personaje extra, incluso la sirvienta. Pero... ¿La santa?

Definitivamente este es un castigo, un maldito castigo por maldecir al ángel que llevaba la santa dentro de su cuerpo.

—Me alegra que lo sepas

¿Eh...?

Esa voz... ¿Acaso es un fantasma? Puede que lo sea, porque en este mundo que existe dentro del libro "Rosas y Demonios", lo imposible es posible.

En este mundo escrito por algún desquiciado sin el mínimo de cordura, los humanos nacen con demonios dentro de sus cuerpos. Algunos son fuertes, otros débiles e incluso hay raros casos donde en lugar de demonios nacen con un ángel.

A estas niños se le conocen como Santos, seres nacidos para calmar la ira de los demonios y evitar que estos se apoderen del cuerpo de su portador.

Lastimosamente desde hace mucho tiempo, exactamente alrededor de 200 años para ser exactos, no ha nacido ningún santo.

O bueno, eso es lo que todos creen.

Este cuerpo que poseo, tiene una identidad y valor único para los Demonios.

Sin nadie que prestase atención al nacimiento de una hija ilegítima, fue imposible saber que había nacido con un ángel en lugar de un demonio.

Cielo D' Altrui, la segunda hija de la gran y poderosa casa conocida por tener a una bastarda ilegítima, había sido bendecida con una santa.

Esta niña jamás tuvo el valor para decir que era una santa, peor aún, su corazón era tan bueno y puro que al saber lo desdichada que era su hermana mayor, decidió callarse y nunca hablar sobre su identidad.

Cielo pensaba que tener un ángel dentro de ella en lugar de un demonio, era un gran pecado. Claro, ese pensamiento fue profundamente tallado en su corazón y pensamientos por Luna D' Altrui, la hermana mayor de la santa.

Una Santa Malvada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora