Avance capitulo 1

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En una noche tranquila, en un campo abierto, se observa un cielo despejado que permite admirar los hermosos y misteriosos astros, se ve a pequeñas criaturitas de aspecto gentil parecidos a pequeñas bolas de algodón con alas, que brillan tan amablemente que es difícil no quedar hipnotizados con su bello resplandor, llamados clooths, también se escuchan a la distancia a unos insectos de aspecto peculiar, pequeños, robustos, y con una enorme boca con la que emiten un inconfundible sonido parecido al sonido que generan las gotas de lluvia, que te arrulla suavemente e invita a dormir, los pequeños Tahis, una escena que apacigua el alma y le brinda a su vez un enorme suspiro.

Su hermano mayor de 13, Correteaban alrededor de una fogata que acogía el corazón y protegía al pequeño campamento.

—¡Oye, dame eso! Yo lo tenía primero —dijo la niña, mientras hacia una mueca y se cruzaba de brazos mirándolo fijamente a la distancia.

—No lo creo Gury, yo lo tome y ahora es mío —respondió su hermano, terminó con una risa burlona mientras saltaba y se regocijaba de poder, sacudiendo la vara en su mano izquierda, jugueteando en lo alto de una roca gravitatoria antigua de un tamaño considerable, enmohecida por el tiempo y con su runa dañada.

—Niños, tranquilos. Sí no se calman vendrá su madre y entonces sí que estaremos todos en problemas —dijo el padre de estos pequeños con tono de burla mientras salía de su refugio.

—Los escuche —dijo la madre. Con tono serio se dirigió afuera del refugio, con los ojos bien abiertos. Al escuchar la respuesta de la madre hizo que al cruzar miradas una carcajada fuera inevitable.

—Bueno, entonces niños, ¿quién quiere escuchar una historia? –—dijo el padre, mientras se sentaba en el suelo y se recargaba en un tronco cerca de la fogata.

—Yo, yo, yo quiero —los niños respondieron emocionados al unisonó y corrieron a ganar lugar cerca de la fogata. El niño se sentó a los pies de su madre y la pequeña niña corrió para ganar lugar en el regazo de su padre.

—Está bien, está bien, la historia que les contaré esta vez es algo... especial, así que presten mucha atención. —

Entre el crujir de la leña en el fuego, las estrellas y los sonidos de las criaturas a los alrededores, cualquiera presentiría que sería una gran historia...

—Eiden despierta, ¡Eiden! —dijo Gur' Arih. —Estás hablando dormido de nuevo, ¿está todo bien? —.

Gur' Ari, un hombre corpulento y alto de aspecto rudo, con una barba tupida, teñida de blanco por el paso de los años, marcado con cicatrices remanentes de sus muchas aventuras, de muy buen perfil decían las señoras, no se abría con cualquiera ya que era sabio, pero eso no disminuía su gran corazón, hábil para la herrería por la guía de su padre cuando niño, habilidoso en la espada y el arco, un buen cazador.

—Yo, eh... ¿Qué? ¿donde? eh... ¿Gur' que pasa...? —respondió Eiden Crein, aun dormido, entre abriendo y cerrando los ojos.

Eiden Crein, un chico de piel morena y estatura promedio con una figura atlética, de aspecto amigable, con ojos color avellana y pelo rizado color negro, creativo, Investigador, Espontaneo, con hambre de conocer el mundo, empático, energético y carismático, pero le encanta darse un tiempo a solas para avanzar en sus proyectos y planear nuevas formas de utilizar la tecnología abandonada del planeta.

—Estás haciéndolo de nuevo —exclamo Gur'.

—¿Qué cosa? —pregunto Eiden. Mientras se incorporaba, bostezó y se talló los ojos con ambas manos.

—De nuevo hablabas dormido —dijo Gur' mientras se sentaba a su lado.

—No sé Gur', mañana te hablamos — esbozo antes de rendirse ante el sueño de nuevo, haciéndose bola en un rincón de su cómoda cama, tapándose con su cobija.

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⏰ Última actualización: Sep 06, 2021 ⏰

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