La primera vez que Izuku vio a Todoroki, se quedó frio. Solo tenía ocho años; sin embargo, tuvo que llevar su mano a su pecho y apretar fuertemente su camisa. Estaba asustado. Mucho. Su corazón latía rápidamente, sin darle descanso a su pequeña cabeza a pensar. Pensó que sentía miedo de la gélida mirada que le daba el chico, sin embargo, no era por eso. No se sentía tan mal como cuando Kacchan lo intimidaba. Se sentía bien, pero daba miedo. Era un miedo racional.
Su cabeza se movió sola y miró los ojos de diferentes colores del chico, era tan hermosos. Únicos. Como un príncipe. Midoriya acercó su mano al chico, pero la detuvo cuando notó un sutil temblor en su cuerpo.
Ah, el chico también tenía miedo. ¿Sentiría esa extraña emoción al igual que él? Quién sabe. El peliverde solo sabía que quería alcanzarlo, quería tocarlo. Y así lo hizo. Solo fue un pequeño toque, solo la pequeña almohadilla de su dedo índice rozó su mejilla.
Y era tan suave. Como porcelana. El niño se hechó hacia atrás asustado y se dio cuenta de que no le dolió. Le hizo cosquillas. Por eso, él también hizo lo mismo. El de cabellos rojo y blanco también rozó con su falange índice su mejilla. Izuku también sintió un cosquilleo.
Ambos se sonrojaron, totalmente confundidos. El sauce llorón se sacudió por la brisa, la ropa y el cabello de ambos niños también.
—Soy Midoriya Izuku.
Los oídos del pálido se estremecieron junto con su cuerpo al oír la chillona y casi femenina voz. Apretó su rodilla con su pequeño puño y asintió. Asintió frenéticamente.
—S-soy... Yo—aclaró su garganta y pudo ver como Midoriya también se estremecía al oír su voz—... Soy Todoroki Shouto.
El pecoso sonrió ampliamente y asintió frenéticamente también. No apretó su rodilla; mas si apretó su camisa en donde su pecho estaba. Dejó su cubo amarillo en el suelo, no pensando si la arena que había recolectado en el parque se caía de este. Caminó a pequeños pasos hacia su amigo y se sentó a su lado, llevando sus rodillas hasta su pecho, imitando la posición en la que estaba el contrario.
Ninguno de los dos dijo algo, solo se quedaron callados allí, sentados bajo el sauce llorón.
La segunda vez que se encontró a Shouto, fue la última vez. El niño estaba vestido formalmente, con un traje negro con una camisa blanca en su interior. Su cabello estaba hechado para atrás, quedándole totalmente elegante. Sin embargo, había algo que no encajaba con esa bonita vista. Algo que arruinaba toda la vestimenta. Sus ojos estaban vacíos, no tenían brillo.
No supo porqué, pero lo abrazó. Tenían la misma estatura, pero Todoroki era algo imponente para tener ocho años. Aún así, el semi albino llevó sus manos detrás de la espalda del de cabello rizado. Soltó una lágrima, solo una. Izuku sí lloró a cántaros, no quería creerlo, pero lo sabía.
Todoroki se iba de Japón para los Estados Unidos, no lo iba a ver más. No iba a ver más al príncipe que le gusta llorar bajo el sauce llorón. La garganta del menor se cerró, sintió como un nudo crecía en esta. Nuevamente, iba a estar solo. No iba a tener a quién lo consuele luego de ser intimidado por Bakugo, no iba a tener a nadie que le prometa que lo protegería cuando fuera más grande. Iba a perder a Shouto. Ah, nunca llegó a decirle “Sho-chan”, era un apodo que llevaba guardado desde hace unos días.
Todoroki apartó suavemente a Midoriya del abrazó y le devolvió el cubo amarillo que se le había quedado en su pequeño refugio el día que se conocieron.
Izuku lo intentó, pero no pudo. Empezó a sollozar más fuerte y a moquear sin parar.
El chico se ojos vacíos lo miró por última vez y le dio una sonrisa. Una que se sentía verdadera. Pudo ver, a duras penas, un poco de brillo en sus ojos. Con un suave suspiro y el viento soplando furiosamente en melanconía, murmuró:
—Lo siento.
*****
N/A: Estoy demasiado enamorada de esta pareja, en serio. Sentí que debía escribir de ellos y lo hice. Voy avisando, para esta historia, guarden pañuelos. Espero subir el primer capítulo dentro de poco.
Besitos en las nalgas💞
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El sauce llorón de los recuerdos [TodoDeku]
FanficAU| Sin quirks/Escolar "Midoriya Izuku conoció a Todoroki Shoto cuando tenía ocho años, bajo un sauce llorón. Lo primero que le llamó la atención, fue la gran quemadura que tenía su ojo azul. Lo segundo, fueron los ojos con heterocromanía que estab...