Tan Dulce Como El Cielo Y Tan Peligrosa Como El Infierno
Arlet
Tengo que reconocer que este lugar es uno de mis favoritos, la paz, la tranquilidad, el cantar de las aves el sonido de las hojas moverse al compás que la brisa pasar, es muy satisfactorio. Me hace olvidar en la oscuridad que vivo día a día. No recuerdo, como está todo a mi alrededor, solo tenía 6 años desde que perdí la vista, y por lo que se, le han echo muchas remodelaciones a todo el parque en realidad.
-Tienes que reconocer, que apesar de todo, es bueno estar así, ya que no vemos el mundo en la maldad que está envuelta día a día- dice mi subconsciente
-Tienes razón, en ocasiones me gusta estar así, no es malo, pero si abrumador, quiero correr y no sé a dónde por el simple hecho de no saber que camino agarrar. Pero tengo a mi familia que cuento con ella para todo- le doy la razón a mi subconsciente, ya me debo de ver loca hablando conmigo misma lo sé pero que más da, mi única amiga es Cristal, en un momento creí haber tenido amigas pero era todo lo contrario.
Una golpe en mi pierna me saca de mis pensamientos, me agachó para tallar me el lugar afectado
-Disculpa, no fue mi intención- la dulce voz de un niño llena mis odios
-Oh -sonrio- tranquilo no te preocupes, no hay problema
-¿Te lastime?- pregunta y en eso siento como pasa su mano por el lugar afectado
Niego- No tranquilo, no fue duro, ya pasará- sonrió
-Okey, estoy aquí, no allí- ríe
-Ah- sonrio- ahora disculpa me tú a mí es que..- no me dejó terminar
-¿Porque si no me has echo nada?- por el mover de su voz, creo que se sentó donde mismo estoy
-Bueno porque no puedo ver- sonrió
-Guao, eso quiere decir que eres como era mi abuela Rosa- iba a responder pero no me dejo- mi abuela tampoco podía ver
Asiento- Así es, por cierto mi nombre es Arlet, y el tuyo es?- estiro mi mano hasta donde el esta
-Oscar- corresponde y estrecha mi mano- mi nombre es Oscar- en eso escucho una voz ajena a nosotros
-Aqui estás, tengo rato buscando te, ¿Que fue lo que te dije con respecto a irte muy lejos?- por el tono de voz creo que es la mamá
-Lo siento mamá, es que sin querer la lastime con la pelota y bueno me quedé hablando con ella- en eso siento como toma mi mano- ella es Arlet y mira, es como era la abuela Rosa
-Hola- digo con una sonrisa mientras estiró mi brazo
-Por Dios, ¿Te lastimo?- pregunta preocupada mientras corresponde a mi saludo- yo soy Celeste, disculpa por lo que izo mi hijo es que tenía tiempo sin salir y bueno para el es como si tuviera más de un año sin salir- en eso reímos los tres
-No tranquila, no fue nada, y entiendo, así mismo me pasa a mí
-Bueno, ya es hora de irnos Oscar, despídete
-No quiero irme, tenía tiempo sin tener un nuevo amigo- dice triste
-Tienes que hacerle caso a tu mamá, y prometo verte pronto
-¿Lo prometes?- pregunta con entusiasmo
-Claro- respondo de la misma manera- es más, para que veas que no miento- comienzo a buscar en el bolsillo de mi pantalón mi teléfono, y lo estiendo para que Celeste lo agarre- Puedes agendar alli tu número y los llamaré y así ustedes podrán llamarme
-Claro- dice ella mientras lo toma
-Siii mañana podemos ir a comer helado- reímos por su entusiasmo
-Claro, bueno solo si tu mamá te deja
-Por mi no hay problema, te llamo y te digo dónde, te parece?- iba a responder pero, el sonido de mi celular, llama mi atención, siento como el tono se escucha más cerca y lo tomó cuando celeste me lo pasa
-Bueno
-Por amor a Dios Arlet, me tienes preocupado.pense que te había pasado algo, estás bien?- por lo rápido que lo dijo casi no logro a entender nada
-Estoy bien,
-Ya voy a buscarte hasta que no te vea aquí frente a mi, no podré saber que estas bien
-Ya Axael, voy en camino, en un rato estoy allá, si vez que en 20 minutos no llego, vienes a buscarme- digo mientras suspiró
-20 minutos, ni un minuto más, ni un minuto menos ¡Ok!- iba a responder pero colgó
Suspiró- Lo siento, mi hermano suele ser muy paranoico
Reímos- no te preocupes, bueno mañana te llamaré, para acordar la salida a Dios
-Chao Arlet- siento como pasa sus brazos a mi alrededor para darme un abrazo lo cual no dudó en responder
-Chao Oscar- me despido con una sonrisa con las manos busco la corra de taison que está amarrada aún lado del banco, una vez lista agarro mi celular- Siri, por favor busca el GPS y ubica mi casa para llegar- una vez todo listo, me coloco un audífono que siempre cargo, para cuando necesito regresar a casa, para que me indique si tengo que doblar a la izquierda o a la derecha, y así me pongo en marcha.
Cambiar todo lo que sea material por momentos inolvidables, lo haría sin pensarlo, un ejemplo claro es el de hace unos momento, conocer a un niño y a su madre, nunca he tenido una amistad así, pero, no debe ser malo ¿O si?, Pero bueno creo que tener una nueva amistad no cae mal, sin importar el qué del pasado.
-Ni que el nuestro allá sido muy lindo que digamos- el sacarnos de mi subconsciente no pasa desapercibido
-Tienes razón, pero de igual forma, no es bueno tener rencores
-Eres demasiado buena- si quizás estoy algo loca por el motivo de hablar sola, pero ¿Quién no lo ha echo?, De nada vale hablarlo con cualquier persona, sobre lo que te pasa, si te igual manera no lo van a entender.
De un momento a otro, soy interrumpida de mis pensamientos, por un golpe fuerte, el cual me izo llegar al suelo, con dolor de cabeza por el susto, y con ardor en el brazo me siento.
-¿Pero qué mierda?- digo en voz alta- ¿Taison?- llamo pero no obtengo respuesta- ¡TAISON¡-grito más fuerte hasta que siento un ladrido a mi lado que me izo saltar en mi sitio
-¿Es que acaso no vez por dónde vas?- una voz que me izo porner los pelos de puntas, se escucha a mi alrededor, pero no logro distinguir de donde viene
-¿Disculpa?- pregunto algo confundida, viendo a la nada
-De paso de ciega, sorda- bufa- que si es que no te fijas por dónde vas- a pasos torpes me levanto, y me sujeto fuerte de la correa de taison
-Pues para tu información, si soy ciega, por si no te habías percatado- respiro profundo- y no soy sorda, pero quería saber si había escuchado bien, así que, si me disculpas, me voy, no pienso perder mi tiempo con alguien tan ciego en realidad como ¡Tú!- recalcó la última palabra dándome la vuelta y con el corazón a mil por hora, ¿Que se cree? Si será idiota, no pienso dejar que ese comentario me afecte, bastante me afectaron en el pasado para que el afecte ahora, ya no más.
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Ojos Del Alma
RomanceLa vida no siempre es color de rosa, no todo crecimos con todos lo lujos del mundo, o como muchos le llaman, no todos crecimos en una cuna de oro. Volver a ver la luz del día, es lo que más deseo en el mundo, aunque los ojos en cierto modo no sirve...