Tú no eres el indicado

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La emoción de haber oído a su madre y abuela fue de tanta felicidad que la sonrisa en su rostro no podía desdibujarse, estaba alegre y emocionado de que Yibo hubiese propuesto que el fin de semana viajarían hacía el lugar donde vivían sus familiares para hacerles una visita. Además se sintió confortado de que su amado pospusiera su agenda de trabajo para poder acompañarlo.
Pero también se sentía muy avergonzado debido a aquel beso accidental que hizo vibrar cada poro de su cuerpo. Al encontrarse con la mirada ambos se sonrojaba y sonreían ocultando sus rostros. Parecían dos niños pequeños.
No dormían en la misma habitación pero de quedaban conversando por horas a veces, quizás aún no se sentían listos para dar ese gran paso pero anhelaban que se diera pronto.
Una noche mientras salieron a dar un paseo por el parque que estaba ubicado detrás del edificio, una persona regreso.
Sus pasos resonaban en los pisos, haciendo notar su enojo, arrastraba las maletas con furia y al llegar al piso perteneciente a Yibo, abrió la puerta y los arrojó a los pies del mayordomo.
Este al ver qué se trataba de su hija Lin no atino a reaccionar ante tal falta.
Ella presurosa lo sujeto por el cuello de uniforme y le pregunto con un tono autoritario si era verdad que el joven amo ya tenía pareja.
El pobre hombre, pudo notar el odio en los ojos de su hija, ese odio que traería más de una dificultad dentro del hogar.
Lentamente y con suavidad tomo las manos temblorosas de la muchacha y le respondió que era verdad.
La mujer se dejó caer de manera bruta al piso y comenzó a llorar con desesperación, alegando que nadie más que ella era capaz de estar al lado de Yibo, que jamás nadie lo amaría como ella, ya que desde el primer día que lo había conocido sabía que era su derecho de tenerlo.
Su padre se arrodillo y la abrazo pero está rápidamente lo empujo lejos. Agregando que era su culpa, que si no hubiese enviado lejos a estudiar eso no hubiese ocurrido, que había hecho lo posible años atrás de evitar que enviara su postulación pero que por su error ahora ella debía tomar otras medidas.
Se puso de pie y se dirigió a la cocina buscando un cuchillo y salió amenazante.
El mayordomo se asusto ante tal acción y con un rápido movimiento le quitó el arma.
Lin gritaba a todas voces, parecía haber pedido la cordura.
Su padre la tomo por los brazos y la encamino a la fuerza a su habitación, ella forcejeaba pero no pudo hacer nada.
En su habitación su padre la sentó en el borde de la cama y busco entre sus cosas una inyección.
Lin no opuso resistencia ante esto y se dejó inyectar.
Poco a poco comenzó a tranquilizarse hasta quedar en un estado de calma.
La recostó y la cubrió.
Sabía que dormiría por varias horas, pero sintió tanta pena por su niña. Ella amaba al amo pero era beta y su amor no era correspondido y jamás lo sería. Ahora mucho menos ya que tenía su pareja destinada a su lado.
Apagó la luz de la habitación y con un gran pesar en su mirada dejo descansar a su hija.
Sin saber nada ambos llegaron a casa y solo quisieron descansar. Tampoco el mayordomo les informo sobre la llegada de esa persona.
A la mañana siguiente, Xiao se levantó temprano para dirigirse a las clases de danza. Para no molestar a las muchachas se preparó el desayuno y se sentó en el sofá que daba frente a la ventana.
La tranquilidad era tan perfecta, y la calidez de su taza de café entre sus manos le daba una sensación de calma.
Sin embargo, cuando estaba por dar el primer sorbo de su delicioso café una voz a su espalda lo asusto.
Era Lin que repetía una y otra vez que él no era el indicado para estar con el amo Yibo y que ella sería la encargada de que sintiera en carne propia lo que era arrebatar algo que tenía dueño.
Xiao se quedó sin palabras. No fueron las palabras que escucho sino la manera amenazante en las que fueron dichas, el tono de ira y la mirada llena de rencor y odio al ver a esa mujer le hicieron quedarse de esa manera.
Lin solo dijo aquello y lo dejo solo nuevamente.
Cuando Yibo se levantó de su descanso. Y se encontró con Lin está actuó de manera diferente, le sonreía y hablaba con calidez y más aún cuando esté le presento a Xiao como su pareja designada.
Ella lo saludo calurosamente y con una sonrisa.
Esa mujer tenía varias caras y era de temer.
Sus palabras de bienvenida sonaron tan falsas y vacías al salir de su boca.
Xiao sabía que debería tener mucho cuidado con ella.

Hola. Buenas buenas...espero que hayan estado muy bien. Les envío un gran saludo.
Y como siempre agradeciéndoles por su apoyo. Gracias ☺️
Elgatorosa ❣️



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