🌌𝐑𝐞𝐥𝐚𝐦𝐩𝐚𝐠𝐨𝐬

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Ya no eran épocas de lluvia, pero eso no impidió que una gran tormenta llegara a la ciudad italiana de Génova

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Ya no eran épocas de lluvia, pero eso no impidió que una gran tormenta llegara a la ciudad italiana de Génova

Estruendosos truenos se escuchaban por toda la ciudad, la lluvia no cesaba y no era como que eso le ayudar a tranquilizarse a cierta joven de rizos pelirrojos

Giulia tenía ligirofobia desde que tenía un lustro de edad, le daban miedo los sonidos fuertes lo que hacía que ella evitará a toda costa inflar globos con la intención de explotarlos o el sonido de explosión de la pirotecnia

La joven Marcovaldo intentaba concentrarse en sus tareas mientras que una tormenta bastante violenta estaba fuera de su casa y uno que otro relámpago se hacía presente entre toda esa tormenta

Jugaba con su pluma pulsando rápidamente de un extremo de esta haciendo que la punta de la pluma saliera y entrará de la misma manera como la pelirroja pulsa a del botón del bolígrafo, tras dos truenos continuos, la de tez apiñonada tomó sus audífonos de diadema con la intención de que con eso se escucharan menos los estruendos del exterior

Tocaron la puerta de forma leve, la contraria se quitó los audífonos y dio permiso de que entraran a su cuarto

-hola- saludo alegremente Luca entrando a la alcoba de la de mejillas pecosas con dos tazas de te, rayos, en ese momento cuanto le encantaría ser el -pasé por la cocina y Beatrice me dijo qué te trajera una taza de...- el joven hizo memoria el nombre de la bebida -de te!- recordó el de cabello ondulado castaño

-gracias- dijo la pelirroja dándole una sonrisa débil al contrario, Luca al percatarse de su expresión supo que algo estaba mal

-que pasa?- preguntó el de mirada avellana con su característica inocencia, la contraria lo miro y negó con la cabeza diciendo que no le pasaba nada

-no te gusta que llueva?- intentaba adivinar el de tez clara

-no, no es eso, solo que... no me gustan los truenos- la última oración que expreso se le escucho con la voz entrecortada, además ella ya estaba en ese embrollo, ahora tendría que explicar, de todas formas, es su mejor amigo, no?, no tendría porque ocultarle algo

-por qué?- siguió interrogando el de menor altura ahora con más preocupación que curiosidad

-te diré, pero ahora sabrás que no le debes de decir a nadie esto, es un secreto- dijo la pelirroja antes de comenzar a explicar

-no le dire a nadie- dijo el joven mounstro marino con atención a la contraría, tras esa promesa, la pelirroja se preparo para explicar su situación soltando un suspiro pesado

-cuando era pequeña, como de cinco años, viví el divorcio de mis padres, algunos tienen suerte teniendo un divorcio respetuoso sin gritos y eso pero yo no fui de esos afortunados hijos- comenzó a explicar la pelirroja, mientras que un nudo en su garganta se hacía presente en ella

-escuchaba como discutían, a veces sus gritos me despertaban, a veces todo comenzaba a la hora de la comida, a veces intentaba concentrarme en jugar mientras ellos discutían pero era inútil, un par de veces intente pedirles que se detuvieran- hasta ese punto Marcovaldo se encontraba explicando entre sollozos mientras recordaba como se quedaba en su cuarto en el suelo al lado de su cama sentada abrazando sus piernas intentando encontrar calma con ella misma, pero era inútil

-nunca me dieron una explicación de lo que pasaba, solo tenía cinco años, mi ligirofobia tras esa época de mi vida era completamente lógica- la pelirroja no aguanto más y se derrumbó allí mismo, esta no dejaba de llorar mientras que el contrario le miraba con tristeza

Luca se acercó para abrazarla, esta no dejaba de cubrir su rostro con ambas manos, mientras que el joven la abrazaba incluso dándole unas ligeras caricias en su espalda de consuelo

Tras eso se fue la energía y Luca dio un sobresalto aun abrazando a la chica pe

-yo le tengo miedo a la oscuridad- confesó Paguro sin dejar de aferrarse a la contraria, a lo que la de tez apiñonada sonrió de forma comprensiva

-por?- pregunto está, el de cabello ondulado ya había preguntado por su preocupación, ella podia hacer lo mismo

-cuando mis padres descubrieron que iba a la superficie, casi me mandan con mi tío, el vive en una parte muy profunda del océano, no se veía nada, con el solo hecho de imaginar como sería la idea me aterraba- dijo el de mirada avellana con temor, en ese momento ya estaba separado de su amiga esperando a que la luz regresara, había muy limitada luz pero se podían disimular las siluetas

La de mejillas pecosas no dijo nada en respuesta, solo tomo la mano de su amigo para darle calma ante la situación, el tono carmín subieron a las mejillas de Paguro, cosa que no se noto a falta de luz

en ese momento la luz cálida que daba la lampara de escritorio de Marcovaldo se mostro en escena, mostrando que en realidad Giulia estaba apreciando como sus manos hacían contacto, pero al ver iluminación esta retiro su mano y su mirada hacia otro lado

el contrario vio la expresión de la humana cuando regreso la iluminación, y al igual que la de tez apiñonada retiro su mirada y su mano la dirigió a su nuca con timidez

continuara... (publicado el 25/09/2021)

 (publicado el 25/09/2021)

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[N.A] iba a publicar esto la semana ante pasada :P 

pd: si en cualquier momento me arrepiento de este capítulo lo borraré ._.

𝐀𝐬𝐭𝐫𝐨𝐧𝐨𝐦𝐲 | GiucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora