Stay • Quédate [ YoonMin]

Stay

Recién comenzaba el invierno en Seúl y en las calles ya podía verse la tranquilidad que traía consigo, esta misma tranquilidad era la que a Yoongi le gustaba de sobremanera. Ir y sentarse en una banca de un parque bajo el abrigo de tres suéteres, aquello era lo mismo de cada año desde que se había mudado a aquel lugar que no acababa por gustarle, para su sorpresa este año sería diferente.

La familia Min había decidido ir de vacaciones a una zona más tranquila al ver lo disgustado que estaba su único hijo con respecto al haberse mudado a la ciudad, de un día a otro decidieron hacer algo que le gustaría, rentaron una cabaña acogedora en un bosque y partieron a la mañana siguiente. Guardaron el secreto de a donde se dirigían al joven que les preguntaba impaciente sobre el lugar, el viaje había demorado horas así que cuando llegaron al lugar Yoongi estaba dormido, fue llevado por su padre del auto a la que sería su cama por el tiempo que estuvieran ahí, sus padres esperaban con ansias ver la emoción en su rostro en cuanto llegaran, se enternecieron con la imagen de su hijo dormido por lo que decidieron que tal sorpresa podría esperar por la mañana, solo son un par de horas, eso pensaron.

Pasaron las horas sin que nada irrumpiera en la calma de aquel lugar.

Removiéndose intranquilo, el joven terminó despertando por una pesadilla, encontrando una gran calma, al ver de reojo por la ventana el inmenso bosque no pudo evitar emocionarse al ver donde se encontraba.

—Creo que después de todo si me ponen atención...mierda —Se levantó de su cama para dirigirse rápidamente al baño aunque no sabía dónde estaba, recorrió el piso de arriba y el de abajo sin encontrarlo —¿Dónde carajos está?, ¿esperan que haga del baño afuera?

Por su mente cruzó la idea de que en efecto podía ir afuera a un árbol y hacer lo que tenía que hacer, cosa que no fue necesaria pues el baño se encontraba fuera de la casa en una letrina, nada de eso le molestaba al final de cuentas, el simple hecho de estar tan cerca de la naturaleza como a él le gustaba lo hacía sentir más relajado, antes de volver a su casa cerró sus ojos para apreciar mejor los ruidos que lo rodeaban, búhos, grillos, el agua del río chocando con las piedras y por último una respiración que sintió cerca de su nuca, aquello lo hizo saltar y abrir los ojos de golpe.

—¿Quién está ahí?

Un escalofrío recorrió su espina haciendo que se asustara de sobremanera, rebuscó entre las sombras aquello que le diera una explicación lógica, pero no la hubo, decidió solo que debía correr al interior de su casa para estar a salvo y lo hubiera hecho de no haber visto aquel reflejo de la ventana principal, se quedó pasmado ante la silueta que estaba a su espalda, un hombre mucho más alto que él con un traje rasgado y piel pálida, ante su nerviosismo cerró los ojos con brusquedad, esperaba que una vez los abriera lo que sea que vio sería parte de las sombras que trae consigo la noche o que siguiera soñando.

Abrió los ojos. Yoongi no estaba dentro de un sueño, en efecto se hallaba frente a la cabaña pero aquel reflejo ya no estaba, su corazón comenzaba a calmarse, sus músculos se relajaban y su respiración dejaba de ser errática, la brisa trajo consigo un frio que lo hizo al fin querer moverse de ahí, el viento soplaba resonando en el choque de los árboles, aquel sonido era completamente normal hasta que esté de pronto sonó como una voz que le dijo "huye".

Esta vez su cuerpo no se quedó inmóvil, primero se dirigió a la puerta principal incapaz de abrirla, ante el temor corrió tan rápido como podía internándose en el bosque, el viento cada vez sonaba más como voces diciéndole que huyera, aquello lo estaba enloqueciendo.

—Quien esté haciendo esto deténgase de una puta vez.

Las voces se internaban en su cabeza cada vez más, tapó sus oídos con sus palmas mientras corría, no se había detenido ni por un segundo, estaba huyendo, no sabía de qué pero eso hacía, escuchaba las voces que por una razón eran ahora tan ruidosas que no podía distinguir lo que decían, sus pasos lo condujeron a lo que parecía una cabaña abandonada, se acercó a esta en busca de ayuda pues hacía ya un rato que se había desorientado.