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Jimin estaba decidido a no pensar ni en Jungkook ni en Yoongi ese día, pondría toda su atención en Yeonjun. Por lo que esperaba que el niño saliera de su colegio mientras buscaba en internet algún lugar cercano donde llevarlo a almorzar.

Le alegraba lo mucho que había avanzado la relación con el pequeño, le resultaba muy fácil tratar con él. Deseaba poder recordarlo pero igualmente, cada vez lograba conocerlo un poco más. Siempre le sorprendía reconocer muchas de sus propias características en el niño, haciéndole imposible negar que Yeonjun era su hijo.

Leía las reseñas de una casa de comida rápida ubicada a unas cuadras de allí, cuando escuchó los gritos de los primeros niños saliendo por las puertas del establecimiento educativo. Guardó su celular en su bolsillo y comenzó a buscar a su pequeño entre los rostros de los niños, sonrió cuando lo vio correr hacia él sacudiendo su manito para saludarlo.

—¡PAPIIII!— gritó Yeonjun abrazándose a sus piernas.

—Hola, Yeonjunnie— le dijo con una sonrisa en el rostro mientras acariciaba su cabello. —¿Cómo te fue hoy?— preguntó comenzando a sacar la mochila de los hombros del niño.

—¡Bien!— exclamó contento.

—Hola— saludó un hombre parándose junto a ellos. 

Jimin lo miró confundido. Usaba una camisa negra con los primeros botones desabrochados dejando ver un poco su pecho, la usaba arremangada y la llevaba dentro de un pantalón de vestir negro. También usaba cinturón, zapatos, cubrebocas y gorro negros. Sólo sus ojos dejaba ver de su rostro.

—¡Papá!— dijo Yeonjun abrazando al recién llegado.

Luego de lo dicho por el niño y por su piel blanca pudo reconocer a Yoongi en el hombre frente a él.

—¿Hyung?— preguntó como queriendo confirmarlo.

—Hola, Jimin— saludó levantando su rostro para mirarlo a los ojos.

—¿Sucedió algo? ¿Qué haces aquí? ¿Hoy no era mi día con Yeonjun?— el mayor sonrió al ver el rostro del peligris, aún tenía la costumbre de arrugar su pequeña nariz cuando no entendía algo.

—Si, hoy es tu día con la pulga. Pero quería invitarte a pasear juntos, ¿qué dices?

—Yo...

—Di que si, papi— pidió Yeonjun mirándolo con ojos de borrego.

—De acuerdo...— respondió mirando a ambos aún desorientado por la repentina invitación.

—Bien. Traje mi auto, así que... ¿les parece si vamos a almorzar primero?— preguntó Yoongi tomando la mochila de su hijo del hombro de Jimin para llevarla él.

—Si tengo mucha hambre— se quejó el niño estirando sus brazos tratando de expresar cuan hambriento estaba. Los adultos sonrieron al verlo.

El rapero había dejado su auto cerca por lo que no tardaron mucho en llegar. Yeonjun se apresuró en subir y Yoongi por su parte abrió la puerta del copiloto para Jimin.

—Gracias— agradeció cohibido el peligris por el gesto de caballerosidad.

Antes de rodear el auto para subir del lado del conductor, Yoongi fue llamado por el padre de Soobin por lo que se quedó hablado con él.

Yeonjun aprovechó ese momento para comenzar con su plan. Tomó las flores que él le había pedido a su papá que comprara para regalarle a Jimin. Cuando el peligris terminó de acomodar su cinturón de seguridad se inclinó entro los asientos delanteros.

—Papi— lo llamó. —Papá te compró estas flores— dijo entregándole un ramo pequeño de fresias blancas.

—¿Yoongi las compró para mi?— preguntó recibiéndolas. Sonrió por lo bonitas que eran.

¿Papá? [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora