"En la estación de tren"

2: "Despedida en la estación de tren"

Pocos días pasaron y se volvieron a encontrar de nuevo en la estación de tren. Una vez, dos, tres veces más y la misma escena se repetía entre ellos.

Yoo Joonghyuk se veía golpeado, tal vez un poco más que Kim Dokja. El chico siempre le sonreía en saludo y después lo ayudaba con sus heridas. Yoo Joonghyuk hacía lo mismo con él.

Casi no se hablaban, no hacía falta, no era como si tuvieran una relación de mucho tiempo en el que ambos se podrían tratar con tanta confianza. Pero ninguno de los dos se había dado cuenta de que algo más estaba floreciendo de esos momentos.

Luego, en uno de esos encuentros, Kim Dokja quiso averiguar más sobre él.

—Espero que por lo menos ganes mucho dinero siendo golpeado de esa manera —comentó Kim Dokja como si fuera un regaño mientras colocaba un parche cerca del ojo de Yoo Joonghyuk.

—Espero que por lo menos ya hayas hablado con tus padres sobre lo que te está pasando en la escuela —le contrarrestó el hombre.

—Bien, lo haré, pero responde, ¿por qué no buscas otro trabajo? ¿No hay otros más seguros?

Yoo Joonghyuk tardó unos segundos en responder, ya no le parecía un problema decirle todo a ese chico.

—Necesito el dinero, con los trabajos a tiempo parcial no me alcanza, y nadie quiere contratar a un joven sin carrera o título.

—Suena como si tuvieras muchos problemas económicos.

—Tengo una hermana menor a la que salvar.

—¿Se trata de la misma que mencionaste antes?

Kim Dokja empezó a tener un sentimiento de culpa, recordaba que Yoo Joonghyuk se había puesto mal la última vez que hablaron de ella. Pero esta vez Yoo Joonghyuk no parecía tan perturbado por nombrarla.

—Sí, ella tiene una enfermedad que la obliga a estar siempre en el hospital, tiene tratamiento pero es muy caro, y no tenemos más familia, yo soy el único sustento.

—¿Desde cuándo has vivido así?

—Desde que tenía tu edad.

Kim Dokja entendió su situación. Yoo Joonghyuk debió obligarse a dejar sus estudios para comenzar a trabajar y poder mantener a su hermana. Al ver los sueldos tan bajos que les daban a gente joven como él, debió buscar otras maneras de ganar dinero, llegando así a las luchas callejeras.

Kim Dokja se sintió mal por él, de alguna manera quería darle consuelo. Pero también sintió más respeto por Yoo Joonghyuk.

—Ya veo, bueno, deberías probar algo que no requiera de requisitos tan pesados, ¿qué tal ser un jugador profesional de videojuegos? —sugirió el chico.

—No lo dirás en serio, supongo —Yoo Joonghyuk pensó que estaba bromeando.

—Pero bueno, por lo menos dale el intento, dicen que llegan a ganar mucho dinero si les va bien y tú tienes habilidades buenas.

—Bueno, lo pensaré.

Kim Dokja quiso resoplar con escepticismo al ver que Yoo Joonghyuk no lo estaba tomando en serio. Kim Dokja quería decirle más maneras para que dejara de lastimarse, pero el tren llegó y tuvo que irse, no sin antes despedirse. Un pequeño rubor cubrió sus mejillas mientras le decía unas palabras al otro.

—Yoo Joonghyuk, eres un hombre muy genial, el mejor que he conocido.

—Ya vete o te va a dejar el tren.

Yoo Joonghyuk casi lo estaba apurando mientras trataba de ocultar que lo que el chico le dijo lo había afectado. Se sentía feliz porque pudo sentir que Kim Dokja hablaba con honestidad.

Antes de que las puertas del tren se cerraran, Kim Dokja le dijo adiós con la mano, y Yoo Joonghyuk por fin le devolvió una sonrisa.

[...]

Dos semanas habían pasado.

Yoo Joonghyuk no había vuelto a ver a Kim Dokja. Y después de unos días sin rastro de él, empezó a sentir un leve temor por no volver a verlo.

Quiso buscarlo, pero se dio cuenta de que en realidad no sabía más nada del chico. Desesperado, incluso lo buscó entre las escuelas cercanas para ver si reconocía el uniforme con el que siempre había visto a Kim Dokja.

Al final encontró el colegio. Aunque podría parecer un delicuente, no le importó y esperó a unos estudiantes para preguntar por él.

—¿Kim Dokja? Creo que escuché de él.

—¿No es el chico a quien suspendieron hace unas semanas?

—¡Cierto! Y también expulsaron a otros, tengo entendido que eran sus acosadores.

Un par de chicas habían accedido a hablar con él, les había llamado la atención lo guapo que era. Yoo Joonghyuk sólo las escuchó hablar, ignorando los irritantes ojos que lo estaban viendo de manera coqueta.

—¿Qué pasó con Kim Dokja? —preguntó de nuevo.

—Lo que escuché es que Kim Dokja no se dejó intimidar en la escuela y los otros lo golpearon tanto que alertó a los profesores, fue suspendido porque también había regresado los golpes.

Yoo Joonghyuk comenzó a sentir un leve sentimiento de orgullo crecer dentro de él después de escuchar que Kim Dokja al fin había hecho algo por defenderse. Tenía más ganas de verlo.

—¿Saben cuándo volverá?

—Eso ya no va a pasar, después del incidente, su mamá vino a sacarlo del colegio porque se iban a mudar.

El sentimiento de felicidad que había sentido hace unos momentos se reemplazó por incertidumbre. Yoo Joonghyuk volvió a sentir la ansiedad crecer.

El saber que ya no podría ver a Kim Dokja lo puso en un estado de depresión.

Yoo Joonghyuk se sintió arrepentido de no haber hablado más con él, de haberlo conocido mejor. 

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