³𝗧𝗛𝗘 𝗥𝗨𝗟𝗘𝗦 ─ 𝗻.𝗷𝗺

Prólogo

Los Fénix eran más que una pandilla, eran una familia. Confiaban el uno en el otro, se juraban lealtad el uno al otro. Y lo único que Jaemin creía que los mantenía como la pandilla más temida en un lugar tan grande como Neo City eran sus reglas.

Las reglas principales de los Fénix consistían en cinco leyes, conocidas como las Leyes de los Fénix. Eran las siguientes:

1. Párate erguido, con tus alas doradas en la espalda. Eso significaba que todos los miembros debían usar siempre sus chaquetas de cuero con orgullo, mostrando el fénix dorado en la espalda.

2. Ningún ave Fénix vuela solo. Eso significaba que siempre se respaldarían mutuamente, pase lo que pase. Eso también significaba que un Fénix nunca sería dado por muerto.

3. Nunca pongas una pluma sobre otro Fénix. Eso significaba que no podían lastimarse el uno al otro, sin importar qué pelea estuviera sucediendo entre ellos.

4. Nunca te devuelvas contra un Fénix. Eso significaba que una vez que te unías, nunca podrías traicionar a los Fénix, prometiendo tu lealtad a la pandilla.

5. Juntos, el imperio nunca caerá.  La última ley servía como recordatorio de que mientras estuvieran juntos, su pandilla continuará siendo fuerte y poderosa, gobernando las oscuras calles de Neo City.

Estas eran las reglas básicas de la pandilla, pero además de eso, había una regla que Jaemin pensaba que era la más importante de todas.

Los Fénix solo pueden salir entre ellos.

La primera vez que la escucho, esa regla le sonó tonta. ¿Por qué te limitarías a solo los miembros de la pandilla cuando hay tantas otras personas en el mundo de las cuales puedes enamorarte?

Pero para Jaemin, esta regla era una que siempre cumpliría, sin importar qué.

Como una de las personas que participó en la creación de la regla, Jaemin nunca olvidará el día en que murió el primer amor de Jeno, Seolhee. Claro, si sus habilidades con la medicina hubieran sido mejores en ese entonces, tal vez podría haberla salvado. Pero al mismo tiempo, si Seolhee hubiera sido una Fénix pudo haberse protegido a sí misma en primer lugar, probablemente no se habría metido en todo ese lío de todos modos.

Seguir las reglas es muy importante, pensó Jaemin mientras se sentaba en su escritorio, escuchando música mientras su mente divagaba. Cada regla estaba ahí por una razón. Si la gente las iba a romper, ¿qué sentido tenía tenerlas?

Jaemin miró fijamente uno de los monitores de su computadora, el informe de evaluación del hospital en la pantalla. Decía que a Jaemin le había ido bien durante su semestre como voluntario en el hospital.

A Jaemin le gustaba ayudar a la gente. Esa era su verdadera pasión, razón por la cual se dedicó a la medicina en primer lugar. Nunca había pensado unirse a una pandilla, pero desde que Jeno entró en su vida, supo que no había forma de salir de ella.

Si Jaemin quería ser amigo de Jeno, tenía que unirse a la pandilla. Esa era la regla y no había forma de romperla, así que Jaemin se unió voluntariamente.

Jaemin escuchó a Ayeon y Soojung reír fuera de su habitación, y aunque estaban todos cerca, no podía recordar los momentos antes de que las dos chicas se unieran a la pandilla.

Haechan se había enamorado de Ayeon a primera vista, lo que a Jaemin le pareció bueno. Haechan necesitaba algo de felicidad en su vida después de que Mark había desaparecido. Lo que Jaemin no aprobaba era el hecho de que estaba poniendo en peligro tanto a Ayeon como a su propia vida al hacer eso.