Las crónicas de un introvertido

El inicio de un todo

Todo era un silencio sepulcral...miradas de odio e incomodidad... ¡claro está!, con excepción de los niños los cuales inocentemente ignoraban la incómoda atmosfera y seguían concentrados en sus juegos. El ambiente continuaba de la misma forma, las miradas de odio de los adultos, como quien dice, si las miradas mataran todos estarían dos metros bajo tierra, pero bueno, gracias a Dios eso aún no es posible, también acompañaban las risas de los niños los cuales creaban su propio mundo, uno lejos de problemas. Uno de los hombres estaba a punto de hablar, pero se vio interrumpido por un fuerte golpe proveniente del segundo piso acompañado por un grito y más golpes, llamando la atención de todo el mundo, seguido de eso se pudieron escuchar unos pasos torpes seguidos de unos sollozos, los cuales parecían de una niña pequeña. Cuando todos tenían su atención en la escalera que daba al piso de arriba se pudo ver como una niña de unos 12 años bajaba mientras se agarraba el brazo derecho y dejaba caer unas finas lágrimas de sus ojos deslizándose por sus mejillas, su nariz se encontraba colorada junto con sus mejillas y su brazo se encontraba casi en su totalidad de un color rojo, con unos cuantos rasguños de los cuales algunos salían finos hilos de sangre. Al ver esto dos de los adultos corrieron hacia la niña preguntándole como se encontraba de forma preocupada y en parte desesperada al no recibir respuesta de la niña.

Emma por favor dime que te paso - menciono una mujer preocupada mientras ayudaba a la pequeña a ir hacia la silla más cercana. Seguido de esto la madre de Emma fue a buscar un botiquín de emergencia mientras que el padre subía al cuarto de arriba encontrándose con el estante que estaba al lado de la ventana tirado en el piso con todas las cosas que sostenía todas regadas, junto a eso la ventana ya antes mencionada se encontraba abierta y la cerradura parecía forzada, las cortinas estaban tiradas en el piso llenas de barro. Al ver esto al padre tuvo un mal presentimiento haciendo que este bajara para preguntarle a la pequeña. Ya en el piso de abajo se puede ver como la madre de Emma se encontraba limpiándole las lágrimas a la niña mientras le volvía a preguntar

Emma cariño, podrías por favor decirme que te sucedió – pregunto la madre más calmada. Todo el mundo estaba esperando la respuesta de la pequeña, la cual parecía ignorar cualquier persona para solo fijarse en su brazo ya vendado.

¿Princesa que paso en tu cuarto?, y aún más importante ¿porque estas así de lastimada?–

Fue en ese momento que la pequeña Emma miro a los ojos de su padre mientras volvía soltar más lágrimas, la niña al instante las seco rápidamente con sus manos para proceder a decir.

Era un hombre – dijo ella mientras miraba a su padre.

¡Que! – dijo el padre en shock ya que ahora entendía por qué habían huellas de barro en la cortina

Un hombre entro a mi cuarto tumbando mi estante con mis libros y se trajo la cortina con él, yo por estar leyendo a un lado del estante pude moverme un poco para que no me diera en la cabeza, pero me cayó en brazo, ese hombre cuando escucho que grite puso una cara nerviosa y salió por donde había entrado - al escuchar esto los adultos entraron en pánico, haciendo que las madres de los pequeños fueran a abrazar a sus hijos ganándose unas miradas confundidas por parte de los niños,

a su vez, los adolescentes, los cuales eran solo unos años mayor que Emma solo alzaban la mirada de vez en cuando para ver la habitación junto a la chica que se encontraba sentada, la recién mencionada se encontraba con la mirada en la nada, pensando en los eventos que habían ocurrido hace unos momentos. Fue en ese momento cuando su padre se fijó en ella y pregunto

Emma, ¿cómo se veía el hombre que entro en tu habitación? – mientras la volteaba a ver atrayendo la atención de todas hacia ella otra vez