—Ya deja ese libro — Jimin vio a la dueña de esa voz, su madre, quien mantenía su ceño fruncido con reproche —. Y ve a divertirte.
—Me estoy divirtiendo.
—A la playa, hijo. Ve a la playa.
El cuento infantil que yacía sobre sus manos fue arrebatado, mismo que reemplazó al libro del abuelo de Tae a punto de terminarlo, le faltaban unas hojas para conocer el nombre de la criatura que acecha la costa, pero decidió dejarlo por el inesperado miedo que le dio seguir leyendo. Por alguna razón, ya no se sentía tan cómodo leyendo acerca del tritón.
—En la tarde nos adentraremos más en los puestos comerciales, creí haber visto unos lindos recuerdos para llevarles a tus tíos y primos — el menor asiente, sin despegar la vista de la pared. Se encuentran en la sala, donde una hamaca sostiene su peso —. Y en la noche volveremos al restaurante Kim.
—Ya no quiero comer pescado — se queja. Si bien el hijo de dicha familia le agrada, ya se hartó de ingerir alimentos marinos en los pocos días que llevaban ahí en el local que tenían —. Mejor cenemos carne.
—También hay pulpo, calamar y camarones. No seas llorón.
Y, así como su madre lo dijo, pasó todo el día ocupado.
No se quejaba yendo de un lugar a otro, sabe que el motivo de aquel viaje fue distraerse de la ciudad y centrarse las múltiples actividades que el turismo en la isla Jeju les ofrecía, pero ahora no estaba interesado en eso y aquella mano grisácea que vio en el mar no le deja dormir tranquilo.
Ni siquiera se lo ha dicho al castaño, principalmente porque aún necesita digerir lo que vio y convencerse que se ha tratado del tritón. Quiere ir al muelle por si llega a toparse con la criatura de nuevo, pero el miedo se volvió más grande, aunque su curiosidad le seguía ganando.
De cierto modo, se siente culpable de ocultarle a Taehyung su avistamiento de la criatura, pero debía de ser un poco egoísta, todo aquello era nuevo para él e incluso quiso convencerse que no se trataba del ser de la leyenda, sino de cualquier otro tipo de animal, aunque en el fondo sabía que eso no era posible.
La familia de su nuevo amigo era dueña de un restaurante que, si bien la comida era exquisita, estaba cansada de probarla. Además de sentirse asfixiado con la presencia del contrario; no podía quejarse, él mismo es quien se hace tanto drama por no abrir la boca.
Ya no sabía si era un maldito metiche por meterse donde no le llaman o sólo un explorador aventurero en busca de nuevas experiencias.
La tarde pasó con rapidez, por suerte, y gracias a que no prestaba tanta atención a lo que sucedía a su alrededor. Se quemó con la pistola de silicón al ponerle un par de adornos a una roca, en la pequeña clase de surf que les brindaron casi se ahoga y terminó mareado cuando los llevaron a pescar. Sus padres se preocuparon por el estado de su hijo, lo cual no llegó a mucho después de que éste les haya dicho que está bien.
Ahora se encuentra en el muelle con el sol casi escondiéndose, espera con paciencia ser llamado para ir a cenar. Mientras tanto, no puede evitar ver las cristalinas aguas desde el barandal por si algo extraño se le atraviesa, cosa que no pasa porque lo único que logra verse son muy pequeños peces y flora marina.
Muerde su labio con frustración y frunce su ceño cuando la espuma de las olas le salpica agua.
—Deja de verla así o se enojará contigo.
Sin saber muy bien quién le habla, voltea sus ojos y dirige su mirada al dueño de la voz, quien se sitúa a su lado sin decir nada más. Su aspecto y vestimenta le dan a entender que es un nativo de allí, una vez más juntos, puede notar que sus pieles contrastan.
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El llanto de un tritón. | myg | pjm |
Fanfiction海洋。. ❝No soy un monstruo, sólo quiero volver a casa.❞ En la isla Jeju, ronda la leyenda sobre un tritón que vaga por las costas de la playa a altas horas de la madrugada, mucho antes de que los pescadores de la localidad enciendan sus linternas. Aba...