Diario de Crianza de Esposo de la Edad de Piedra

Capítulo 48 Loco

Sin embargo, aunque Xiong Ye estaba sorprendido, no sentía mucho miedo.

Sabía que ese era un hombre bestia, un hombre bestia muy poderoso.

Fue el comportamiento de la otra persona lo que le dejó perplejo: ¿por qué ese poderoso hombre bestia tenía tanto problema con esos árboles?

Xiong Ye seguía confundido, pero ahora mismo, los ojos de ese mamut de la montaña en la distancia ya se habían vuelto rojos.

Destruía constantemente todo lo que le rodeaba, arrancando árboles gigantes y matando a todos los seres vivos que tenía a la vista.

Los árboles gigantes de toda la montaña habían sido casi todos destruidos, y los artropleura que vivían allí habían sido básicamente todos pisoteados hasta la muerte.

También había una cantidad ilimitada de energía que salía de la zona.

Xiang Tian, que ya había escapado lejos, pudo sentir la energía que atravesaba el cielo. Los latidos de su corazón se aceleraron, y sin dudarlo decidió que nunca más volvería a este maldito lugar.

En cuanto a Shi Li, que seguía siendo transportado... Shi Li seguía inconsciente y desconocía por completo lo que había sucedido. Era aún menos consciente del hecho de que los eventos que estaban teniendo lugar eran una vez más diferentes de la historia que él conocía...

El enorme mamut seguía haciendo estragos en la montaña, y parecía que nunca iba a terminar. Los corazones de la gente de la tribu de la Osa Mayor también estaban completamente llenos de inquietud.

Allí... ¿Qué había pasado exactamente?

Todos estaban preocupados y asustados cuando, de repente, un oso blanco cubierto de sangre se acercó a trompicones.

Xiong He lo descubrió rápidamente: "¡Es Xiong Qi!"

Independientemente de si era Xiong Ye o Xiong Qi, ambos eran muy importantes para la tribu. Xiong He, que seguía en la cima de la montaña junto al valle, recogió al sacerdote y comenzó a bajar.

Cuando terminó de bajar la montaña, Xiong Qi acababa de llegar a la entrada del valle.

Independientemente de si se trataba de la gente de la tribu o de Xiong Ye, todos habían sido sorprendidos por esa bestia gigante. Sólo Xiong Qi, que había estado constantemente de espaldas a la bestia gigante mientras corría hacia atrás, no había descubierto ni sentido nada fuera de lo normal.

Al ver a Xiong He, Xiong Qi avanzó a trompicones y volvió a su forma humana: "Ve a salvar a Xiong Ye..."

"¿Qué pasó con Xiong Ye?" Xiong He estaba sorprendido.

"Nos encontramos con milpiés anudados".

"¿Sólo eran milpiés anudados?" Xiong He soltó.

Xiong Qi: "......" ¡¿Qué quería decir con "sólo milpiés anudados"?!

"Echa un vistazo". Xiong He señaló detrás de Xiong Qi.

Xiong Qi se dio la vuelta y finalmente se fijó en la montaña que ahora tenía un aspecto completamente diferente al de la última vez que la había visto. Se congeló, pero fue sólo por un momento antes de volver a hablar: "Xiong Ye está herido. Está allí".

Tanto Xiong He como el sacerdote se callaron.

Cuando vieron la aparición de Xiong Qi, ya intuían malas noticias. Ahora...

Xiong He: "Llevaré a algunas personas a echar un vistazo".

"Tened cuidado". Dijo el sacerdote. Luego observó cómo Xiong He escogía a algunos de los hombres bestia más viejos de la tribu y se preparaba para salir a examinar la situación.