¿Hola?/ Marcus Baker

Capítulo 39 ''Es una cita''

Desperté a las 7:00am entré a la ducha y me preparé para ir a estudiar. Marcus también se fue a preparar para ir a estudiar. 

— ¡Dios! ¿Cómo entraste? 

— Estaba abierto querida mejor amiga. 

— Espero y el auto esté afuera, porque caminar no quiero. 

— Pero hablas conmigo, chica. No vendría caminando, y cuando vengo caminando es porque quiero que tu camines. 

— Que amable. 

[···] 

— Hola guapa. 

— Hola mi chica.

— Ven, ven tengo un algo que contarte — Maxine me tomó de el brazo para llevarme a otro lugar. 

— Bye! Te veo en historia —dije a Marcus —. Y tú Lou nos vemos en la salida. 

— Nada de eso, yo quiero escuchar —corrió hasta nosotras para tomar el brazo de ambas. 

— ¿Y yo? —Marcus estaba frente a nosotros.

— Nos vemos luego —maxine empezo a reír. 

Llegamos a las mesas del jardín y tomamos asiento. 

— Es sobre Ginny —buscó algo en su bolsa y sacó unos burritos — ¿Qué? ¿Quieren? 

— Si tanto insistes, sí. —Louis tomó uno y yo otro. 

— Bueno, Ginny hará algo, hace unos días dijo que planeaba renunciar del trabajo, y pues yo le dije que Georgia no la dejaría, pero ella dijo que no importaba. Y luego me dijo que estaba cansada de estar con ella, que quería dejarla, pero luego me dijo que no la dejaría. Así que estoy segura que hará algo. 

— Puede ser, Ginny no quiere que su madre siga con su vida, hasta cierto punto es entendible por todos los esposos que ha tenido —suspire —, Ginny puede ser capaz de muchas cosas. 

— Digámoslo así, Ginny se escapa de casa, y Max lo sabrá ella le dirá a Georgia, Georgia haría cualquier cosa por Ginny, puede ser que Ginny haga que Georgia no se casé —añadió Louis —, sería terrible eso. 

— No lo había pensado así, hablaré con ella, me voy tengo clase. —salió corriendo Max.

— Lou una pregunta. 

— Dime. 

— ¿Qué pasó con la chica? Jane.

— Nada, dijo que no quería nada conmigo. 

— ¿Por qué? 

— Bueno, porque dijo que tú y yo nos gustabamos y tenía que elegir entre ella y tu —sonrió. 

— Eres un amor, esa chica no merece nada de ti —me levanté y lo abracé por atrás.

— Lo sé, lo sé súbeme más mi ego. 

— idiota.

— Cuanta agresividad. 

— Claro, claro — le di un beso en la mejilla — tengo clase, nos vemos.

— ¿Te irás conmigo? Aunque tengo que ir con mi abuela. 

— Noup, tengo cosas que hacer, salúdala de mi parte. —con eso me fui a el salón de historia. 

[···] 

— ¡Al fin! No más clases por el día de hoy. 

— ¿Vamos a casa o a comer?