Capítulo 47

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Estábamos sentados esperando que nos digan algo sobre la salud de Marcus...

— ¿Familia Baker? —de una todos nos levantamos, el doctor aclara su garganta — Padres del Marcus Baker.

— ¿Cómo está? —preguntaron.

— Por el momento está estable, fueron unos leves golpes, estará bien.

Pasaron unas cuantas horas, solo familiares podían entrar a la habitación.

O sea yo no.

— Cuando ellos salgan entras tú —Max apretó mi hombro dulcemente.

— Bien.

En estas horas solo había estado pensado con quién habló, quien hizo que se pusiera tan mal como para perder el control.

— Puedes entrar, solo si quieres — La madre salió de la habitación.

— Quiero — me levante rápidamente y entré, cerré la puerta y vi al idiota mirándome.

—Estúpido, idiota y te mereces más.

— Hola a ti también, Addy — se acomodó en la cama.

— ¿Quién demonios provocó esto? Es que cuando me digas lo mato — me senté en la orilla de la cama.

— Exactamente por eso no te lo diré —al instante tomó mi mano.

— ¿Eres idiota? Sí, lo eres. Casi mueres. Casi tuvimos que empezar los preparativos para el velorio. ¿Qué iba a decir yo? Mi amigo, Marcus, gran chico, pero idiota, te extrañaremos por siempre, recordar este día no será fácil, pero solo pensar que tendríamos nuestra primera cita formal ayudará, aunque después recuerde que ya no estás con nosotros — suspire y él empezó a reír — ¿Eso quieres que diga?

— Estoy aquí, ¿sí? Te diré... todo a su debido momento.

— Me asusté, me preocupé, me sentí muy mal y pensé que... no sé.

— Ya, estoy bien, vivo. Solo salgo de este lugar y vamos a nuestra esperada cita. Te quiero mucho, gracias por preocuparte —me acerca a él para abrazarme.

— Y me dirás quién fue el idiota que provocó esto.

— Sí, pero eso será otro día, ahorita quiero estar con mi chica —tomó mi cabeza y me plantó un beso.

— ¿Cuánto saldrás? Espero que ya, estoy cansada,
odio los hospitales.

— Ya, Abby, solo me tienen que dar de alta. Dicen los doctores que solo fueron golpes, nada grave, solo tengo que tener cuidado.

— ¿Tú teléfono? ¿Lo tienes?

— No, no sé, supongo que está con mis cosas, además no te diré nada, curiosa.

— Es que cuando me entere le voy a partir todo —empecé a fingir que daba golpes y él reía.

[...]

— Ayúdalo a subir, Adeline. Iremos a preparar algo de comer, cuando esté listo te llamo —todos entraron a la casa de Max y fueron hacia la cocina, yo subí con Marcus a su habitación.

— Al fin, estaba cansado de esa cama tan pequeña — se acostó y arropó.

— ¿Dormirás? —le pregunté acercándome.

— ¿Quieres hacer otra cosa? —empecé a reír y me subí a la cama, me senté en su regazo. —¿Sí?

Empezó a besarme muy fuerte, tomó mis caderas y empezó a moverme, movimientos continuos pero lento, adelante hacia atrás. Soltó un gruñido.

— Paremos. —Me quitó de él y me dió un beso corto.

— ¿Hice algo mal?

— Todo lo contrario, Abby, pero haremos las cosas bien.

Marcus

Día del accidente

— Eres mía. —le dije mirándola fijamente.

— ¿Lo soy? —me sonrió

— Lo eres. —afirmé

— No lo creo —suspiró, me provocaba.

— Eres mía, y yo soy tuyo.

— Que cursi, Baker. No lo esperaba de ti.

— Yo quiero a una Addy cursi —dice cómo si estuviera triste.

— Pues ve a buscar a otra porque yo jamás. —empecé a reír, quiero verla en unos meses.

— Eso dices ahora, ya veremos luego. —reímos — Me voy Addy, vendré por ti luego.

Me despedí y salí por la ventana, costumbre, quizás.

Al llegar a casa empecé a la prepararme, un tiempo después me llamaron.

— ¿Hola? ¿Qué quieres? Estoy ocupado.

— No tienes ni un momento, llevó días esperando tú llamada.

— No me interesa lo que me quieras decir, ¿quedó claro? — vi por la ventana y la vi.

— Sal, lo hablamos en persona.

— Joder, no tengo nada que hablar, fue algo de un rato, no quiero nada contigo, estoy muy ocupado y de salida.

— No entiendes, necesito algo, no es nada de eso, yo sé que fue algo de un día, no soy estúpida.

— ¿Qué quieres? — empecé a bajar las escaleras para salir.

— Necesito a un vendedor de droga, necesito que tú la vendas por mí —Ginny al otro lado de la calle.

— Joder, estás mal, yo no hago eso, ni en tus sueños.

— Necesito el dinero, así que tienes dos opciones: aceptas y queda todo en paz o le muestro el video a Adeline. Tú decides.

— ¿Qué video? —subí de nuevo por mis llaves.

— Ya sabes, el video de la fiesta, cuando hablas de Adeline.

— Carajo, ese video no tiene nada que ver con ella.

— Ella pensará que si, cariño. Así que en la puerta dejé el paquete, con los precios. Tienes una semana y me entregas el dinero. — estaba jodiendo todo por un accidente.

— Bien, pero jamás me vuelvas a llamar — corte la llamada cuando dejé el paquete en mi habitación.

Salí enojado de casa, necesitaba distraerme para estar bien con Addy.

Empecé a conducir y recordé ese video.

"La vamos a joder" — algún chico dijo eso.

"La de enfrente"

" Está buena"

"Británica"

— ¿Por qué dije que haría eso? Joder —empecé a perder el control de la moto y me estrellé.

Todo empezó a oscurecerse.

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⏰ Última actualización: Jan 07 ⏰

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¿Hola?/ Marcus BakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora