Eternally (Ricky Olson)

V

Narra _____.

Estos días han sido extraños, pero bonitos. He estado yendo a trabajar con los chicos y saliendo con Ricky por las tardes, eso y asistir a mi segundo trabajo. Y digo segundo porque, aunque haya sido el primero, tenía planes de dejarlo. Las cosas han cambiado mucho a comparación de cuando llegué a la ciudad, tengo un empleo que amo, nuevos amigos y le intereso a alguien. No sabía cómo tomarme las cosas, pues ha sido tan repentino y llegaba a abrumarme, aunque no quisiera.

Volteo a ver a Ricky, quien hablaba tan tranquilamente con sus amigos. Aun no dejábamos en claro que somos, pero los chicos sabían que algo pasaba entre nosotros.

Estábamos en una reunión en casa de unos amigos de ellos, la estaban pasando bien, pero, a decir verdad, yo sentía que no pertenecía.

Horas antes estábamos juntos en la sala de mi departamento, él tomaba mi mano y solo hablábamos de cualquier cosa.

"Deberías quedarte esta noche a ver películas conmigo"  lancé de repente.

"Corazón, hoy es la fiesta de un amigo. Podrías ir conmigo, no hemos ido a una fiesta juntos" le sonreí, aunque la idea no era mucho de mi agrado, pero acepté porque parecía emocionado.

Yo no era muy buena haciendo amigos y sentía que no tenía nada bueno que decir, aun así, me vestí para que él pueda verme bonita y aquí estoy, tomando cerveza que ni siquiera acostumbro tomar, viendo como todos ríen y yo pretendo sonreír, aunque no me haga gracia ciertas cosas.

Alguien se puso al lado mío, volteo y es Chris quien parecía compartir esa sensación conmigo, en ese momento me sentí aliviada de que hubiera un aguafiestas al igual que yo.

—Hay mucho humo aquí —dice pasando su mano enfrente de su cara para apartarlo.

—¿No fumas? —pregunto curiosa.

—No, odio esto. —dijo secamente.

—Salgamos de aquí —le propuse y el asintió. Volteo a ver a Ricky y él estaba tan entretenido con sus amigos, así que decidí escaparme solo un rato.

Salimos a una terraza que había ahí cerca, el aire puro de la noche chocó en mi cara dándome escalofríos.

—Gracias —dijo riendo. —si quieres volver está bien, no sientas obligación de quedarte aquí.

—Para nada, tampoco quería estar ahí dentro —respondí.

—¿Cómo van las cosas con Ricky? —preguntó.

Nos recargábamos en un barandal viendo hacía la planta baja en donde todos parecían más pequeños, había una piscina que gritaba que saltara a ella, esa sensación era extraña pero divertida.

—Va bien —dije para después de tomar de mi bebida. —Solo que aún no somos oficiales.

—Es entendible —dijo y voltee a verlo extrañada. —No por ti, tu sabes, él está en una situación complicada, sabes a lo que refiero.

Sabía a lo que se refería, pero no completamente. No sentía el derecho de preguntarle directamente a Ricky así que...