No ibas a dejar que un chico arruinara tus planes de ir al festival, te cambiaste de ropa para ir más cómoda y te quitaste el maquillaje corrido por culpa de las lágrimas que habías soltado antes.
Subiste a tu moto alegrando te de que Draken había decidido salir antes que tú, te ahorraste muchas preguntas de su parte. Al llegar al festival te arrepentiste al ver como todos iban en parejas y tu toda solita pero seguiste adelante rezando le a los dioses que no te toparas con Draken y te hiciera mil preguntas. Caminaste hacia adelante mirando las tiendas y puestos de juegos hasta que alguien te toco el hombro a lo que giraste tu cabeza para ver de quién se trataba viendo a un chico rubio de gafas algo moreno.
-¿Necesita algo?- preguntaste viéndolo.
-¿No te acuerdas de mí?- respondió con otra pregunta aquel chico.
Lo miré fijamente intentando compararlo con rostros de conocidos o compañeros pero nada.
-No, lo siento- dijiste algo avergonzada por no saber quién era.
-Soy yo, Kisaki- dijo feliz mientras te miraba.
-¿¡Kisaki!? ¡Has cambiado mucho!- abrazaste a aquel chico undiendo tu cabeza en su hombro.
-Si, y tu también- sentistes sus brazos alrededor de la cintura- y bueno, ¿Que hace una chica tan linda sola?
Soltaste una pequeña risa por su comentario.
-Mi cita me dejó plantada y no pensaba desaprovechar el festival sabiendo que es el último día ¿Y tu?.
-Solo vine para confirmar algo, ya que los dos estamos solo entonces pasemos el festival juntos, así no nos sentirás tan solos.
-Acepto tu propuesta- dijiste para agarrarle de la mano he ir recorriendo al festival con el, probando comida, jugando a los juegos, hasta conseguiste un/a (juguete favorito). Gracias a Kisaki no la habías pasado tan mal hasta que empezó a llover, Kisaki abrió el paraguas que tenía en la mano cubriendo nos a ambos.
-Es como en primaria, tu adivinas el tiempo y yo te sigo- dijiste mientras te acercabas a él para no mojarte.
-Solo miro el tiempo en el móvil _________.
-¡Ey! No rompas la magia.
El chico alado tuyo solo río ante tu comentario confirmando el que no habías cambiado en esos años en los que estuvieron separados, caminabas en silencio hasta tu casa ya que Kisaki se negaba a dejar que volvieses corriendo a casa y terminar mojada y probablemente enferma. Todo era tranquilo hasta que el sonido de tu móvil interrumpió el ambiente.
-¿Pasa algo?
-¡Draken!¡Ha sido apuñalado!- grito la rubia al otro lado de la línea.
-¿Qué...?
-¡No sé cómo pasó, fue todo tan rápido!¡________, está perdiendo mucha sangre!¡Ven por favor!- se notaba la desesperación en la voz de la muchacha.
Sin pensarlo dos veces saliste corriendo dejando a Kisaki ahí de pie.
-El plan va en marcha- anuncio el chico para luego dar media vuelta y seguir caminando pero esta vez hacia su casa, con una sonrisa radiante.
