Ultimamente no puedo dormir y si duermo solo sueño con mis padres, aquel recuerdo que me condena. Solo veo como se despiden y dicen: "Regresaremos pronto del Teatro, Eduardo, solo duerme. Mañana estaremos aquí. Te amamos." Nunca regresaron...
Lo comente con el Doctor Victor y el solo dijo que talvez necesitaba despejarme un poco.
Y claro que entendia su propuesta, vivo en una enorme casa en la zona más lujoza de Londres, solo con mis pequeños gatos vainilla y chocolate, los amantes felinos eténos. Me recuerdan a mis padres.
Soy rico, guapo y talentoso. Puedo hacer cualquier cosa que desé pero nada de eso cura el enorme vacio que tengo y el amor no es opcional ya que todas las chicas me quieren por interes y por mi aspecto, ninguna es capaz de ver atraves de toda esa fachada, ninguna es capaz de ver mi verdadero yo.
Lo unico que me salva de no caer en la locura es pintar y ultimamente no a servido de mucho. Así que voy a llamar al mejor agente de vienes raicez para conseguir una casa lo más alejado de aquí, el dinero no es problema. Pero no me mal entiendan yo amo Londres, pero me trae muchos recuerdos. Prefiero algo más tranquilo como las afueras de Rusia. Algo me llama a intentarlo.
Cuando David el vendedor de vienes raicez dijo que tenía una casa perfecta para mi hubo que hacer unos pequeños arreglos y ahora estoy aquí en un avion rumbo a Rusia.
----------------------------------------------------Esta mañana desperte gracias a los estruendozos sonidos de hombres entrando a mi casa.... ¡ESPEREN! ¡¿¡HOMBRES ENTRANDO A MI CASA!?!
¡Que pasara por su cabeza!
Baje lo más rapido que pude las escaleras y lo vi... El responzable de todo esto, un hombre guapo y alto de traje que solo miraba a los demas hombres y daba indicaciones de en donde poner sus muebles horrorosos sacados de la pelicula volviendo al futuro. ¡Ese hombre tan formal va a tener problemas!
Me aserque con cuidado entre los trabajadores de el hombre trajeado e intente calmar mi furia, toque delicadamente su hombro como toda una chica educada y dije:
-Me prodria decir que es lo que esta ocurriendo aquí.
Y para sorpresa mía no hubo respuesta, fue como si él no pudiese darce cuenta de mi notable prescencia ahí, así que aprete duro mi mano derecha y deje salir un tortazo de ella. El hombre parecio persivir mi golpe pero no me pudo ver a mi, así que tomo su mejilla entre su mano y empezo a masajearla para quitar el dolor, con todas las miradas de los trabajadores en dirección así donde nos encontrabamos el hombre trajeado y yo, grite con todas las fuerzas que tuve... -¡¿¡PATAN!?! MEDIA NEURONA...
Despues de gritarle me volvi en mis talones y sali de la sala directo a mi estudio de pintura.
Quien diablos se creía ese, ese.... hombre para ignorarme, que le pasa...
Porque todas las personas eran así.
Desde que murieron mis padres y mis hermanitos pequeños las personas con las que he intentado hablar ni siquiera son educadas para dirigirme la palabra o al menos mirarme a los ojos. ¿A caso soy transparente?
Pensar en todas esas humillaciones junto con la de hace unos momentos me hiso enfurecer tanto que comonce a derramar lagrimas como magdalena, con lo que detesto llorar.
Escuche pasos firmes y decididos subir las escaleras que llevan al segundo piso de la casa, he intente dejar de llorar por un momento pero eso solo hiso mi llanto más audible.
Un hombre, el mismo que habia estado hace unos momentos ignorandome, groseramente con su saco perfectamente limpio habrio la puerta y por primera vez parecio como si realmente alguien pudiese verme de verdad. El hombre cruzo el cuarto hasta llegar al sofa en el que me encontraba sollozando como una pequeña niña.
-¿Esta usted bien señorita?- su voz era tan suave y dulce pero fuerte y muy varonil. Como una taza de chocolate caliente en un día de invierno.
-No, no me encuentro nada bien- por fin pude dejar de llorar y decir algo prudente- Usted esta destruyendo mi estancia con sus horribles muebles feos y descoloridos. ¿Quien se cree usted para venir a interrumpir mi sueño de medio día?
Él solto una enorme carcajada llena de diverción, supongo...
-Nunca escuche que hubiera siestas de medio día, pero me disculpo por interrumpirla y también por meter mis horribles muebles a su preciosa casa pero cuando se la compre al vendedor de vienes raicez nunca me dijo que iba a tener que compartir la casa con una señorita.
-Claro que no va a ser necesidad de que la compartamos porque esta casa es solo mía y nadie más que yo va a vivir aquí.- dije tan firme que me sorprendi a mi misma.
- Ohhh... deacuerdo, comprendo pero podría dejarme quedar lo que resta del día aquí y ya mañana me ire con mis muebles feos y mugrientos para dejarla en paz, le parece?
-Si no hay más remedio... lo acepto. Pero solo lo que resta del día. Ahora porfavor salga de mi estudio y pongase comodo en alguna habitacióm, yo seguire pintando.- y sin más saque al señor por la puerda y di un portazo de satisfacción.
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El lugar en donde no se ve el sol.
General FictionLucía, un espiritu que no sabe que esta muerta, su alma vive en una casa grande en las afueras de Rusia. Eduardo es un joven talentoso el que busca tranquilidad en las afueras de Rusia para pintar y escribir entre otras aficiones que tiene. Sus padr...