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Hola a todas, todos y todes 💖 primero qué nada, espero que se encuentren muy bien, acá en México ayer hubo un temblor qué sacudió muy fuerte al centro y sur del país.
Traigo esta historia dulzona(?) qué no pude evitar escribir por los acontecimientos de ayer ocurridos en el manga, después de llorar tanto. Decidí cubrir la herida con este escrito. Espero les guste.

Disclaimer: Tokyo Revengers y sus personajes no me pertenecen, son de Ken Wakui. Las portadas son artes oficiales.
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"Eres tú la dulce ilusión que yo soñé
Eres tú, tus ojos me vieron con ternuras de amor
Y al mirarme así, el fuego encendió mi corazón
Y mi ensoñación se hará realidad
Y te adoraré como aconteció en mi sueño ideal... "

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Los pequeños Manjiro y Keisuke salieron del Dojo al terminar su entrenamiento. Corrieron hacia la cocina por un poco de agua. Emma se encontraba en ésta con el abuelo Sano, la rubiecilla hablaba sin parar sobre una película de princesas que había visto. Alzaba su muñeca y bailaba con ella cómo en la cinta.

—Algún día, me casaré con un príncipe, abuelo— los ojitos de la pequeña brillaron.

—Claro, linda, así será—el adulto esperaba qué sus nietos encontraran buenas personas para unir sus vidas.

—¿Yo también me casaré con un príncipe? —soltó de repente Mikey, poniendo el vaso vacío sobre la mesa.

—¡Nooo, tonto! Los príncipes se casan con princesas ¿Verdad abuelo? — replicó Emma.

—Pues... No necesariamente, querida—el abuelo dio un sorbo al té que tenía frente a él— el amor se encuentra donde menos se lo espera. Hay veces que las princesas se casan con princesas y los príncipes con príncipes, pero bueno... Es un tema para otro día— el anciano suspiró.

—¡Veeees!— Mikey le enseñó la lengua— si puedo casarme con un príncipe y lo voy a encontrar primero qué tú... ¡EDWARD! encontremos a nuestros príncipes o ¿quieres una princesa? ¡CÓMO SEA! Tengamos una boda— los dos niños rieron y Emma corrió tras ellos.

—¡Abuelito!— gritó la niña. Entonces, Manjiro frenó en seco y volvió a la cocina.

—¿Y cómo lo sabré, abuelo? ¿Cómo sabré qué es mi príncipe? — los tres niños, se mantuvieron atentos.

—Bueno... La persona que sea tú persona especial, será quién haga que tu corazón salte al verle. Que sientas necesaria su presencia, que te cuide y te procure. Te consienta, pero también que te haga ver tus errores. Sentirás que tienes que ser mejor cada día para entregarle la mejor versión de ti. Que tu pecho se llene de un sentimiento cálido y tus ojos se iluminen a verle. Eso sentí cuando conocí a la abuela, ella era mi princesa— el señor se sintió joven de nuevo y miró a sus nietos y al pequeño Keisuke, que ya era parte de la familia, sonriendo.

—Qué romántico—exclamó la pequeña.

—Es como un dolor de panza, lo tengo— dijo Baji. El mayor de los Sano, rió con fuerza.

—Uhmmm... Si podría ser, lo sabrán a su debido tiempo.

Los pequeños se miraron entre ellos y rieron. Realmente no entendían gran cosa de bodas y amor. Sólo sabían que la gente grande se casaba y bailaban hasta tener 6 bebés y un perro. Les faltaba mucho para llegar a ello.

Entonces pasó, unos años después, aunque él no se dio cuenta. Manjiro Sano conoció a Ken Ryuguuji, el que se convirtió en su mejor amigo, su mano derecha. Kenchin se había convertido en un pilar fundamental en su vida. Su rutina ya era muy marcada y ambos se sentían cómodos uno con el otro, no había Mikey sin Draken y viceversa.

Baji siempre lo molestaba, que estaba distraído paseándose con Draken y si su príncipe se le atravesaba, ni lo iba a notar. Mikey por su parte, decía que Keisuke nunca encontraría al suyo. Ambos estaban equivocados.

Una noche, Emma lo obligó a ver una película romántica con ella. Mikey jamás se había detenido a pensar en el romance y las cosas del amor. A media película, Emma lanzó la bomba.

—Hermano, respóndeme algo...

—Mmmmh ¿Sobre qué?  — Manjiro no se mostró muy interesado.

—Tú... ¿ya te has enamorado? — la rubia permanecía expectante. Necesitaba su dosis de amor romántico que la película que escogió, no le brindaba.

—Pues... Baji dijo que se sentía como dolor de panza ¿no? Pero a mí me duele seguido cuando como mucho, así que no creo que eso sea amor. Bueno, amo la comida ¿esos dolores son por amar la comida? El amor duele en verdad— Mikey le sonrió. Emma lo miró fijamente y entrecerró los ojos.

—Mientes—le aventó un cojín a la cara y bufó molesta.

—¡Es en serio! yo no he sentido lo que describió el abue...lo— y entonces todo tuvo sentido. Fue una revelación, la persona que le hacía sentir cálido el corazón, qué lo cuidaba y procuraba. Quién lo consentía y también lo regañaba cuando cometía algún error. Que lo hacía ser mejor persona porque compensaba lo que a él le faltaba. Era el mismo que lo peinaba por las mañanas y lo cargaba cuando se quedaba dormido. Draken.

—¿Qué pasa? De repente te quedaste callado— la chica colocó el cojín en sus piernas.

—No, nada... Estoy cansado, eso es todo. Iré a la cama, no te desveles— Manjiro se dirigió a su habitación dejando un tanto confundida a su hermana. Aun así, esta sonrió, era más perspicaz de lo que parecía "Esfuérzate hermano" dijo en voz baja.

Mikey ocupó parte de la noche para pensar y repensar, llegando a la misma conclusión. Si estaba enamorado, sus mejillas se teñían de carmín al pensar en su mejor amigo. Poco a poco, se fue quedando dormido. Esa noche, sus sueños fueron dulces. Se encontraba en un palacio, un baile y ellos dos siendo el centro de atención.

Milagrosamente Manjiro se despertó temprano, se bañó y se vistió sólo. Incluso, usó la loción cara que le había dado Shinichiro alguna vez y que nunca usó. Se sentó a la mesa junto a su abuelo.

—Abuelo... Lo encontré— el mayor de los Sano volteó a verlo sin entender.

—¿A quién? — de repente, se escuchó el timbre y Emma fue a abrir. Era la hora en que Draken llegaba para despertar a Mikey.  

—A mí príncipe—el rubio miraba fijamente a la puerta, esperando ver a Kenchin. No llegó en un blanco corcel, tenía una Kawasaki Zephyr en su lugar. Sin embargo, Draken era lo que Manjiro necesitaba para ser feliz y por supuesto, se casaría con él.

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Ay amixes... No sé si la poca estabilidad emocional qué me queda, llegará intacta al final del manga. Ya no me quedan lágrimas para llorarles.
Wakui, confíe en ti y me escupiste en la cara.

La fila para la terapia, empieza aquí

Gracias mil por leer 💖 les quiero~

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