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Kai retira el líquido viscoso de las comisuras de sus labios hinchados mientras mira con excitación al pelinegro que se mantiene frente a él acariciando sus cabellos largos con cuidado mientras lo observa con aquella mirada que hace temblar a su lobo y sus piernas cosquillean porque los ojos oscuros de Soo-Bin le están viendo hasta el interior de su alma y la lujuria le acaricia la piel desde la punta de los pies las mejillas.

Kai retira el líquido viscoso de las comisuras de sus labios hinchados mientras mira con excitación al pelinegro que se mantiene frente a él acariciando sus cabellos largos con cuidado mientras lo observa con aquella mirada que hace temblar a su l...

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¿Cómo se conocieron? Es peculiar, a decir verdad lo recuerda con exactitud; aquella fría mañana tiempo después de que su madre muriera junto a su padre, Kai no se deprimió por la muerta de los betas a los que con suerte había visto un par de veces siguiendo con su vida el omega comenzó a establecerse con ayuda de su abuela una vieja alfa que vivía en algún punto del bosque.

Sin embargo, cuando el joven omega quedo completamente solo muchos de los alfas del pueblo solteros y aún con omegas comenzaron a cortejarlo buscando que aquel bello muchacho con aroma a frutos rojos fuera suyo pues el atractivo que Kai tenía era simplemente avasallador y los alfas caían como moscas tras Huening.

Asustado de que algo llegara a pasarle comenzó a visitar casi diariamente a la vieja mujer que tenía como abuela pasando la mayor parte de su tiempo en la cómoda cabaña de su mayor.

Sin embargo un día otoñal cuando Kai caminaba con dirección hacia la humilde morada de la alfa su celo se adelantó causando que los alfas que hacían fila para cortejarlo se volvieran locos al verlo a tan a la merced de cualquiera.

Kai perdido en el bosque y asustado porque sabía que un terrible destino le deparaba se escondió en una vieja leyenda del cambia forma de lobo que se escondía entre las montañas; un alfa despiadado y guapo que hacía caer a sus víctimas en su redes.

Kai creía que encontrarse con el hombre de la historia era mejor que quedar en manos de esos horribles alfas que lo habían seguido por mucho, mucho tiempo. Sin embargo cuando aquellos ojos profundos le miraron y cuando el alfa le tomó con fuerza por la cintura buscando una respuesta de porque ese pequeño polizón estaba dentro de su hogar no pudo detener a su vergonzoso lobo que solo quería contacto.

— F-follame.— Le hablo el castaño de cabellera un poco larga causando sorpresa en el cuerpo del alfa que lo empujó con las mejillas rojas cual pétalo de rosa.

Kai con la poca cordura que había en su cuerpo se sorprendió al ser rechazado por el contrario que solo lo dejó en el sillón apiadándose de su situación no lo hecho al bosque sin embargo se mantuvo apartado de él.

Kai se llevo una increíble sorpresa porque no era el alfa que le había pintado los pueblerinos que siempre decían que solo era un lobo lujurioso que aprovechaba a los omegas y betas indefensos para complacerse porque el alfa sólo estaba ahí mirándolo con sus ojos confusos mientras Kai bebía el té caliente para bajar el celo de su cuerpo.

Y en ese momento no quiso admitir que su corazón latió en desenfreno por la actitud amable del mayor.

Choi Soo-Bin el no tan aterrador lobo del bosque.

— ¡Mierda!.— Grito Kai al sentir los largos y frío dedos de Soo-Bin abriendo paso a sus paredes sin interrupciones escuchando el viscoso sonido del lubricante escurrirse por sobre sus paredes anales. Atrapo entre sus dientes la tela de la capa de aquel tono rojo similar al que tenían sus labios.

Era el sexto celo que pasaba entre las sabanas de Soo-Bin desde que se conocieron comenzaron a desarrollar una amistad con beneficios que luego se trasformo en un romance hasta que Soo-Bin lo reclamo mordiéndolo hace poco tiempo atrás.

Soo-Bin abrió y cerró sus dedos entre las estrechez de las paredes del menor que solo gemía y se removió sobre las cobijas.— Estas todo mojado.— Hablo Soo-Bin moviendo su muñeca para que sus dedos hozaran cada centímetro del interior del omega.

— ¡Y-ya deja de jugar!.— Sollozo Kai desesperado esperando que el alfa entrara en su interior.

Soo-Bin rodo los ojos divertido y con lentitud estresante sacó su índice y su medio de la entrada de Kai.— Siempre quieres apresurar todo, caperucita.— Tomo su goteante erección y la rozo de forma superficial con el ano de Kai haciéndolo quejarse por el desespero.

— Más vale que metas tu maldito pene o juro que iré a buscar a otro alfa que me la m-meta ¡oh Dios!.— Huening sollozo alto cuando el mayor apretó sus caderas adentrándose con brutalidad en su interior hasta que su pene rozó aquel punto que lo hizo ver estrellas al omega.

— Ni se te ocurra decir otra estupidez así, Kai.- Le gruño el mayor enterrando su rostro en el cuello blanquecino de Kai mientras dejaba mordidas superficiales sobre la marca el menor solo asintió mientras gemía al sentir los empujes del alfa contra su trasero mientras apretaba con fuerza el miembro contrario y su lobo aullando complacido por sentir al alfa compartiendo su calidez con él.

Las embestidas no disminuyeron hasta el momento del clímax que Soo-Bin quiso aplazar más disfrutando del como Kai balbuceaba palabras inentendibles causadas por el inminente éxtasis de placer que le recorría por cada rincón de su pálida piel.

Gimió con fuerza cuando unos cuantos golpes más en aquel punto le hicieron ver borroso por leves momentos hasta que sintió el semen salir de su miembro gracias al inminente orgasmo.

Minutos después Soo-Bin anido en su interior bañando sus paredes con su semen y el líquido viscoso resbaló junto a su lubricante por sus muslos.

Kai ronroneo gustoso apegándose a Soo-Bin cuando este cayo a su lado agotado.

— No te vayas de mi lado lobo tonto.— Susurro el de mejillas delgadas mientras pellizcaba uno de los pezones del alfa que soltó una queja baja.

— Claro que no caperucita.— Susurro y beso la nariz del omega con olor dulce antes de que cayera rendido entre los brazos de Soo-Bin.— Tú tampoco te alejes Kai

— Tú tampoco te alejes Kai

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Caperucita Roja | sb + hkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora