Campeón del Olimpo |Serie Campeón del Olimpo 2|

Capítulo 8

Capítulo 8 || El Campeón Regresa

A bordo del Thalassa

Punto de vista de Annabeth

Tyson nos condujo lejos de Charybdis y directamente hacia Scylla. Corrí a la popa del barco. Clarisse tenía su lanza en la mano. Pude ver las chispas rojas saliendo de la punta de la lanza.

"¿Estás listo?" Yo pregunté. Clarisse me dio su sonrisa patentada Estoy lista para matar.

"Ya es hora." Clarisse dijo mientras arrojaba el hacha de batalla hacia mí, la atrapé y me preparé para la pelea. Miré hacia el costado del bote para ver a Scylla, era el monstruo más feo que había visto en mi vida. Tenía seis cuellos largos con una cabeza espantosa en cada extremo. Las cabezas contenían una boca horrenda con tres filas de dientes afilados y dentados. El monstruo tenía cuatro ojos en cada cabeza y eran tan negros como el carbón. Su cuerpo constaba de doce patas parecidas a tentáculos y una cola de gato. De cuatro a seis cabezas de perro se extendían alrededor de su cintura. Miré a Clarisse y me di cuenta de que este monstruo incluso la preocupaba.

De repente, un tentáculo masivo que tenía al menos un pie de diámetro golpeó la proa del barco rompiendo el mástil de vela más pequeño por la mitad y lo estrelló contra la cubierta. Mientras Clarisse y yo veíamos esto, casi nos perdemos los dos grandes cuellos con las terribles bocas abiertas para devorarnos. La primera cabeza se mordió la barandilla del barco y apenas pasó por alto a Clarisse. Giró en el aire y clavó su lanza eléctrica en el cuello. Los ojos de la criatura se abrieron y se separaron de la barandilla. La segunda cabeza se movió hacia mí a una velocidad increíble; Me lancé hacia adelante y rodé por la cubierta para evitar las enormes mandíbulas. La enorme boca se aferró al segundo mástil de nuestro barco y lo partió por la mitad. Nos quedamos con un solo mástil de vela y nuestra velocidad se redujo en dos tercios. Antes de que la cabeza pudiera desprenderse del mástil; Bajé con el hacha y me corté la cabeza. La criatura gritó de dolor e ira.

Las cinco cabezas restantes me miraron directamente con todos sus ojos. Estaba congelado mientras los ojos negros me miraban; toda mi resolución pareció desmoronarse mientras miraba esos ojos sin vida. Una cabeza y mandíbulas se movieron hacia adelante para golpear, excepto que me golpearon en el costado y me tiraron al suelo porque la boca simplemente no me alcanzó. Miré a mi izquierda para ver a Clarisse agachada a mi lado.

"Gracias" dije.

"Cuidado con tu cerebro". Advirtió Clarisse. Ambos nos pusimos de pie juntos, hasta que algo enorme chocó con la parte de popa del barco. Miramos para ver dos de los tentáculos de Scylla golpeando el timón del barco. Corrimos hacia la sala de control justo cuando otra cabeza golpeaba la plataforma de madera y enviaba astillas por todos lados. Sentí una gran astilla golpear mi hombro izquierdo, el dolor ardiente me mareó. Miré hacia Clarisse y vi una gran astilla que sobresalía de su muslo izquierdo. Cojeaba visiblemente cuando entramos en la sala de control.

Vimos a Tyson tratando frenéticamente de girar el barco, pero me di cuenta de que no estaba funcionando.

"Tyson, ¿qué está pasando?" Pregunté por encima del ruido de las cabezas de Scyllas golpeando la cubierta del barco. Se volvió hacia mí con una mirada desesperada en su gran ojo.

"El timón se ha ido, la corriente nos empuja hacia Caribdis". Gritó Tyson. Clarisse y yo nos quedamos paralizados, ambos nos giramos para mirar por la ventana, efectivamente nos estábamos alejando de Scylla, pero directamente hacia el gran remolino creado por el monstruo Caribdis. No teníamos forma de maniobrar y no podíamos saltar por la borda. Estrujé mi cerebro tratando de encontrar una respuesta, pero no pude pensar en nada.

Palacio de Poseidón, Atlántida

POV de Atenea

Poseidón y Perseo solo habían estado en trance durante unos minutos cuando el tanque de agua mágico que albergaba a Poseidón explotó enviando fragmentos de metal y agua por todas partes. Me puse a cubierto detrás del tanque de Perseo. Me levanté de detrás del tanque para ver a Poseidón tirado en el suelo. Corrí a su lado y lo sacudí para despertarlo. Se levantó de un salto con una mirada frenética en sus ojos.