Cementerio "La Maldición"

La obscuridad

Una tarde cansado de tanto jugar quedé profundamente dormido, al despertar entre sueños me recoste sobre la pared y de pronto se abrió unas puertas de par en par y dejó al descubierto un cuarto oscuro, preso de la curiosidad y a pesar del miedo que sentí entre ,y al dar unos cuantos pasos la oscuridad me quedé petrificado al echar un vistazo a mi alrededor, era un cuarto enorme lleno de tumbas y sobre cada una de ellas una estatua cada una más aterradora que la otra, hasta hoy en día recuerdo la de un bebe con una apariencia siniestra, mujeres con una cara de espanto que a pesar de ser de piedra reflejaban perfectamente dicha emoción, entrando más en aquel lugar descubrí un gran lago, negro y putrefacto como ninguno, con restos humanos, a los lejos podía ver una gran estatua, era una especie de trono donde se encontraba sentado satanás, quien parecía gobernar aquel lugar, quede impactado, solo quería correr a toda prisa y escapar, de pronto una fuerza que no logro entender me paraliza el cuerpo por completo, siento gran miedo de voltear, pero una mano me toma del hombro ,aquel espanto con su terrible y temerosa voz me dice: Mírame, obedeciendo la orden, doy vuelta y me topó con la estatua que había cobrado vida, si al ser de piedra era horrible. Al ser de carne y hueso era más que espantoso, me dijo o más bien me amenazó que aun no era mi hora, pero que tarde o temprano sería de su propiedad, no sólo yo sino mi siguiente generación y formaría parte de tan lúgubre colección de estatuas maldecidas por toda la eternidad, sintiendo morir en aquel momento, de pronto escuchó una voz, que me dice...

¡Danny, Danny...despierta!, al abrir mis ojos vi a mis abuelos que me explicaban que me encontraron dormido en el corral y que había tenido una terrible pesadilla, sonreí y me alegre de que así fuera, lamentablemente no sería así.