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LA CHICA NUEVA

MADELAINE ODIABA despertarse a las siete de la mañana para ir al instituto, pero, no podía negarse a ir

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MADELAINE ODIABA despertarse a las siete de la mañana para ir al instituto, pero, no podía negarse a ir. Así que, tuvo que hacerlo. Se despertó con pereza medio dormida pensando que iba al baño pero se chocó con la puerta de su habitación.

- ¡Ahg! Joder, ¿Dónde está el baño? - gritó y giró para el otro lado, volviéndose a chocar - ¡¿Se puede saber que hice yo para merecer esto?! ¿Algún alma caritativa podría indicarme la ubicación del baño?- Preguntó intentando ver, pero fallando.

- Atrás a la derecha - oyó gritar a alguien.

- Gracias - sonrió con los ojos cerrados a sabiendas que no la estaba mirando nadie y se volvió a chocar pero llegó al baño.

Abrió la llave de la ducha a duras penas, se desvestió, y se metió a bañar.

Salió de la ducha y se envolvió en una toalla. Fue a la habitación y sacó unos shorts azul oscuro de Adidas y una camiseta corta de tirantes. Se ató las Converse y bajó a desayunar.

- ¡Hola Lauren! - Lauren es su madre, pero un día le dio por llamarle por su nombre en vez de por mamá y así se quedó.

- ¿Nunca vas a dejar de llamarme por mi nombre? Soy tu madre - dijo desde la cocina sonriendo.

- No. Por cierto, ¿que hay para desayunar?

- En el frigorífico hay hay leche y en la despensa hay galletas.

- Está bien - cogió lo que le dijo y se lo comió.

Ya lista para irse, se despedió de su madre con un beso y de su hermana con un choque de hombro, ya que ellas se saludan y se despiden así. Su padre se va a trabajar más temprano, pero no vuelve tarde. Recogió la mochila del suelo y se la colgó en un hombro.

Se dirigía a la casa de Daisy, su mejor amiga desde la secundaria, para irse juntas. Cuando llegó, le abrió Sadie, su hermana mayor.

- Hola Madelaine.

- Hola, ¿sale ya Daisy? - Sadie iba a contestar pero justo en ese momento llegó Daisy.

- ¡Ya llegó por quién lloraban! - dijo ella saliendo corriendo con la mochila abierta y algunos libros y papeles en la manos.

- ¿Nos vamos? - preguntó la pelirroja sonriente.

- Sí, vamos - contestó.

- Pasen un lindo día de clases. Adiós - se despidió la hermana mayor de Daisy.

- Los días de instituto nunca son lindos - respondió Madelaine entre risas.

- Adiós - contestó por último Daisy y se dirijieron al instituto.

𝐁𝐀𝐉𝐎 𝐋𝐀 𝐋𝐋𝐔𝐕𝐈𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐁𝐑𝐈𝐋 // 𝐌𝐀𝐃𝐍𝐄𝐒𝐒𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora