Abro las cortinas de par en par recibiendo en el rostro un cálido rayo de sol. Respiro profundo, sonriendo a mi imperceptible reflejo mientras el campo a mi alrededor comienza a brillar y el verde, por un momento, es amarillo. Las flores blancas que abundan a mi alrededor son pequeñas y delicadas, pero aún no se el nombre de las mismas. Margaritas no son. Amo las margaritas y las reconocería en cualquier lado. Suspiro empañando el vidrio, el cual limpio con la manga de mi pijama.
Pasé aquí todo el verano, pero debo regresar a mi trabajo. Desde que mis abuelos murieron y me dejaron esta casa, es la segunda vez que vengo. No se me da muy bien estar sola, principalmente cuando estoy acostumbrada a vivir en un entorno lleno de gente como lo es la universidad. Pero aquí estoy bien. La ciudad queda a unos pocos kilómetros, y además me gusta investigar las casas que hay a mi alrededor. Mi familia no es rica. Esta casa no es una mansión pero es lo suficientemente grande para mi sola. Las casas en un radio de diez kilómetros a la redonda, si lo son. Nunca vi a nadie famoso, valga la redundancia, pero se rumorea que actores famosos vacacionan por aquí. Yo no me lo creo. Las celebridades optan por visitar ciudades italianas más famosas como Roma, Venecia o Nápoles. No vienen a Rimini o sus zonas circundantes. No creo que sepan que existe esta ciudad siquiera, pero ¿quién sabe?
La caldera en el fuego comienza a silbar provocando que salga rápidamente de mis pensamientos. Sujetando mi vestido por media pantorrilla, bajo las escaleras sin saltear ningún escalón. Mientras estoy aquí me gusta vestirme con vestidos floreados, sombreros de paja, y trenzas en el cabello. Es una forma de escapar de la rutina de la oficina donde debo usar colores sobrios y ropa clásica. ¡Por Dios! Con la taza humeando entre las manos, sujeto mi laptop bajo el brazo haciendo malabares y me dirijo hacia la puerta de madera que da hacia el patio trasero, donde se encuentra una mesa de té justo debajo de un árbol alto y robusto. No tengo idea qué árbol es, no soy muy buena en botánica. Deposito la taza en la superficie de la mesa la cual está decorada con pequeñas hojas, coloco mi laptop sobre la misma y me siento en la silla, rozando con los pies descalzos el césped. Abro la laptop, y mientras enciende doy un sorbo a mi café, y observo el cielo despejado sobre mi. Ojalá los días en la ciudad fueran así: café, aire libre, césped, cielo azul. Por el contrario, los días son: grises, aburridos, rutinarios, lluviosos. Me siento tan afortunada de tener esta casa aquí. Justo en esta ubicación.
Estar en Twitter es una de mis pasiones. Puedo estar al día con amigos de todas partes del mundo, saber que están pensando mis personas favoritas, y por sobre todo, puedo compartir mis propios pensamientos. Nunca pensé que muchas personas pudieran compartir lo que pienso. Es más, jamás pensé en siquiera tener algún seguidor. Pero tener cien mil, es otra cosa, y todo gracias a Roser Murphy. Bueno no todo es gracias a él, es a mi, pero si él no existiera no tendría todas esas personas esperando por un tweet o algo que haya investigado, porque sí, me las doy de detective. El feed está completamente lleno de fotos de Roser, fotos nuevas de él en el aeropuerto. Las descargo en mi laptop, y las publico en mi cuenta. En cuestión de segundos, las notificaciones explotan. Contestaciones, me gustas, retweets. Lo de siempre. Suspiro mientras me reclino en la silla, sujeto nuevamente la taza y bebo otro sorbo sin dejar de pensar en él y a donde podría estar yendo. Se supone que está grabando un disco, no puede abandonar así de imprevisto, ¿no? A lo mejor ya terminó, ¿no? ¡Que emoción! Y mis sospechas son despejadas en cuanto me encuentro la portada de la revista Jupiter con una foto de Roser y parte de una entrevista. Rápidamente doy click en el enlace, y pocos segundos después aparece la misma foto de Roser de la portada con el titular ¿álbum en camino? Continuo desplazándome por la web, volteando los ojos a cosas que ya sabía hasta que di con algunos de sus comentarios.
"Estoy muy emocionado por anunciar oficialmente, en un futuro, la fecha del nuevo álbum. Por ahora no puedo decir nada, pero si puedo asegurar que está listo. Ahora quiero tomarme unos días de descanso, visitar a mi familia, esas cosas."
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Una en un millón
RomanceStella Valls, no solo dedica su vida a trabajar en la oficina y terminar sus exámenes, sino que también maneja una fanpage dedicada a su artista musical favorito, un chico exitoso, reconocido en todo el mundo. Roser Murphy, quién se ve como un caris...