Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 3

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Arrepentimiento. 

Eso que siempre trató de evitar toda su vida, ahora se encontraba sofocándolo de una manera sumamente insoportable. 

En su mente se martillaba con muchos pensamientos y maldiciones hacia sí mismo, además de eso, su pecho se contraía por el doloroso sentimiento que lo estuvo agobiando en la última semana; después de aquella noche.

Realmente era un infierno para él, nunca antes se había odiado tanto como ahora. Los recuerdos de ella pidiéndole que se quede a su lado empeoraban su situación y el asco que se tenía. No podía creer como pudo dejarla allí, incluso cuando ella se quitó la falsa máscara solo para él, mostrando su verdadero estado.

Era un completo cobarde.

Pero ya no había vuelta atrás, ya estaba todo hecho y él lo había arruinado todo. Estaba muy seguro de que Roxanne pensaba que él era igual que los demás y que solo la quiso para el sexo, aunque en realidad no era así, él todo lo que había dicho y demostrado por medio de sus acciones eran verdad. Sin embargo, eso ya no importaba, Leon estaba muy seguro de que ella ya no quería verlo.

No debió actuar de esa manera, ella le hizo sentir tan bien aquella noche, he incluso le dijo que era mejor que los otros. Se sentía una muy mala persona.

De tanto estar sumergido en sus deprimentes pensamientos, no se percató de los insistentes llamados de la persona que se encontraba adelante de todo el salón. Cuando su nombre se pronunció con mayor volumen e intensidad, reaccionó. Con una mirada algo desorientada y apenada miró al instructor, quien era el dueño de la voz e inconscientemente se enderezó en su asiento.

-¿Podría compartirnos lo que está pensando, Leon? Porque al parecer es más importante que lo que estoy explicando aquí adelante. -algunos de los compañeros empezaron a reír despacio, avergonzando a Leon, pero de igual manera pudo ver que en el rostro del instructor nunca hubo intenciones de humillarlo- ¿Leon? -insistió al no obtener respuesta alguna del rubio.

Se mantuvo callado, no sabía que decir sin tener que explicar que se encontraba pensando en una chica que abandonó después de tener la mejor noche de su vida solo por ser un cobarde a pesar de que ella le pidió que se quedara a su lado, y ahora se encontraba enormemente arrepentido y no sabía qué hacer para volver a verla.

El mayor cuando notó que Leon no tenía intenciones de hablar y vio en su rostro que se encontraba en mal estado, decidió dejarlo tranquilo y siguió con su clase, para luego iniciar los entrenamientos rutinarios. 

Leon agradeció eso en su interior y con todas sus fuerzas trató de prestar atención en lo que quedaba del día dejando de lado lo demás tanto como podía. Tenía que asegurarse de estar listo cuando lo llamen de la comisaría de Raccoon City para convertirse en un policía de verdad como tanto había anhelado desde muy joven.

"Quédate conmigo, por favor".

Esas palabras llegaron de nuevo a su cabeza, desconcentrando a Leon de lo que estaba haciendo, y provocando que pierda el equilibrio y termine cayendo bruscamente al suelo.

Las risas no tardaron en aparecer, avergonzando más al chico. Solo pudo pararse e irse a los baños, tratando de calmar el malestar de su pecho. Esto comenzaba a tornarse cada vez más insoportable.

"Tal vez aún no lo has descubierto, pero eres mucho más de lo que puedes imaginar".

-Vamos Leon, no te distraigas. -se motivó a sí mismo mientras mojaba su rostro por quinta vez tratando de liberarse de los pensamientos que tenían que ver con Roxanne, pero fue en vano su esfuerzo, el sentimiento que lo estaba asfixiando era más grande que sus ganas de entrenar.

𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐢𝐠𝐡𝐭 | ᴸᵉᵒⁿ ᔆ‧ ᴷᵉⁿⁿᵉᵈʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora