Capítulo 1.-

5.3K 240 16
                                    

"Existir y desparecer no tienen sentido si no hay nadie preocupado de ti"

Me apoyé sobre el respaldo del sillón sin mucho ánimos. Miraba lo de mi alrededor sin tomarle realmente importancia a todo lo que sucedía fuera de mi cabeza.

Solo posando mis verdes ojos en el principio de las escaleras esperando así ser el primero en notar su presencia saliendo de su cuarto.

Nadie toca lo que me pertenece, a excepción de mi claro está.

-¡Ayato-kun! Lo siento, ¿te desperté? - preguntó alterada.

¿Como no había notado su presencia?

-Callate eres demasiado ruidosa- espete frío tomando su muñeca la cual quería tocar mi rostro.

-Ayato-kun... Basta, me duele- replicó quieta algo había aprendido.

No moverse demasiado, de lo contrario solo se dañaría mas, y aunque sus esperanzas de irse o rebelarse no disminuyeran, sabia el limite para salir lo mejor parada.

-Me molesta...- susurré contra el dorso de su mano.

-Etto, Ayato-kun, yo voy de salida- apenas y noté como se levantó sin darme tiempo a replicar.

Me quedé algunos minutos viendo la puerta, esperando a que Yui regresara pero esto parecía no suceder, extrañado con la mano toque la contraria, la que aun tenia el calor del cuerpo de la oji rosa.

¿Acaso era estúpido? ¿Que había sido aquella reacción tan... Tan humana?

Dejé caer el peso de esta hasta topar con el suelo, volví a la misma posición de antes como si la visa no importa o mas bien el tiempo transcurrido.

¿Razón? Se supone, que es eso que los humanos hacen, mi cumpleaños.

Pero nunca le vi la felicidad que todos podrían verle, puedo asegurarles que ninguno de nosotros seis ha disfrutado alguno, a este punto creo que a ninguno nos interesa.

Pero entonces, estaría mintiendo, a veces quisiera ser un niño de nuevo preguntarme que tan divertido seria, habría globos, quizás. De todas formas no es algo que piense decir en voz alta tampoco es como que vaya a hacer algo así de idiota.

Ni Raito, ni Kanato están especialmente felices, tienen mi misma actitud, fingirse que es un día como cualquier otro, es mas, quizás y ni siquiera lo recuerden.

El año pasado lo olvidamos, esta vez fue diferente pero solo en pequeños casos.

-Ayato-kun ven acá - pidió Raito con una sonrisa desde la cocina.

Levanté la mirada, sin nada que hacer decidí seguirle, no podía ser tan malo lo que fuera que hizo o hará.

-¿Que es esto?- pregunté con ánimos en la voz.

Un plato gigantesco de takoyakis humeantes, que gritaban uno a uno 'Comeme' me acerqué para comprobar que no era mi imaginación.

Incluso si lo hubiera preparado el sádico, lo hubiera comido sin razón aparente, solo pido que sea delicioso.

-Takoyakis, ¿tantos te han pudrido el cerebro?- contestó Kanato como en broma, sin prestar atención a nada.

-Lloron, claro que se que es, ¿Quien los hizo?- una sonrisa afloró en su rostro.

-Bitch-chan lo preparó - señaló el plato vacío, el de Kanato repleto de galletas chocolatosas y por último el mio.

¿Porque? Bueno, no era una inútil después de todo.

-No lo se- le quitó importancia -Disfrutalo, el mio estaba delicioso-

Tomé unos palillos que estaba justo al lado, degustando cada una de esas pequeñas bolas picantes, por ahora, solo ahora, le dejaría pasar a la panqueque que le prepara algo también al llorón y al pervertido.

¿Seria que sabe que día es hoy? Con el palillo en la boca niego repetidas veces, es imposible que esté enterada, apenas nosotros lo recordamos.

Escuché las rejas abrirse en un instante, sobresaltado giré a la puerta, me apresure a salir sin ser notado por ella, puesto que quería darle un susuto por habérmelo dado ella a mi al tardarse tanto en su salida a no se donde.

Aunque me detuve en el acto, estaba con mi hermano Subaru tapando su rostro con una capucha quizás, para evitar mojarse.

-Gracias por todo Subaru-kun- sonrió aliviada.

Panqueque imbécil, ¿No se da cuenta del sonrojo en su rostro? Por eso sigue aquí esa actitud de niña buena solo le traerá problemas.

-No hay de que- el menor de todos le dio la espalda

Vaya que es malo para ser duro con ella, a leguas se le nota lo feliz, enamorado o lo que sea que esta por Yui. Ese sonrojo en cualquiera de nosotros seria fácilmente detectado.

Eché a andar en cuanto note mi propio desconcierto, cada día estoy mas anormal de lo que cabe en mi naturaleza.

-¿Ya esta todo listo?-

¿Me quieres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora