Looking for the five princesses (en busca de las cinco princesas)

Corvus

Me llamo Corvus, y a pesar de tener un nombre masculino, soy una chica y la quinta heredera al trono de Tesilía.
Vivir en el castillo de La Capital es aburridísimo.
Solo tener que aguantar a mis cuatro hermanas mayores es agotador.
Oír, por ejemplo, como Ara, la mayor de todas, de veinte años, habla del príncipe ese del centro del continente, del reino Uryal, con el que está comprometido y según ella es "rico y poderoso". O por ejemplo escuchar a mi otra hermana, Lyra, de dieciocho años, cuando me regaña porque coso algo mal o por pelearme con Cygnus y Andromeda, de dieciséis y quince años respectivamente.
Pero que le voy hacer, tengo que estar aquí como una prisionera hasta que cumpla los dieciséis, y pueda alistarme en el gran y magnífico ejército de Ark, el reino más norteño del continente.
Aunque para eso aún me quedan tres años, ya que la semana pasada celebré mi decimotercer cumpleaños.
Al menos cuento con la ayuda de mi amigo Tobias, el hijo del herrero, con el que me topé sin querer cuando era aún más pequeña y canija, huyendo de las clases de música de Lord Nellium.
Él me está enseñando a luchar con la espada, a las espaldas de mi familia, que es partidaria de que tenga una "perfecta y refinada educación."
A pesar de que Tobias me saque seis años más, somos como uña y carne.
Para mí, él es como el hermano mayor que nunca tuve, porque desgraciadamente solo tengo un puñado de hermanas cursis.
Y no hablemos de mis padres, el rey Magnus y la reina Crux.
Son lo más controladores que pueden con cada una de nosotras, pero sobretodo conmigo. No les bastó con ponerme el nombre más feo de todos.
Tengo que peinarme como ordene mi madre cada maldito día del año y ponerme los feos vestidos que nos trae nuestro padre de sus viajes.
Lo malo es que como soy la única de las cinco que se atreve a decirle lo horribles que son, lo paga solo y exclusivamente conmigo.
Sé que no soy la más guapa, la más atractiva, la más creativa ni la más virtuosa de mis hermanas, pero si soy las más lista, porque soy la única que se da cuenta de que un sueño de hadas no es permanente, ni tampoco creer que la gente te debe todo y tú a ellos nada.
Afortunadamente ya falta poco para que todo esto cambie. En un tiempo podré decidir por mí misma la vida que quiero.
Solo me queda esperar.