Conociéndose

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Capítulo 4


Se dice que cuando una persona se divierte el tiempo pasa mucho más rápido, claramente no es así, pero si existe esa sensación, porque cuando te diviertes el tiempo se disfruta, no te preocupas por cuanto falta para que termine lo que estás haciendo, porque no quieres que termine, por eso sientes que pasa más rápido. Pues así se sentía el supermodelo adolescente mientras se vestía para su clase de gimnasia, ya había pasado casi una semana desde que había empezado la escuela, era viernes. 

- Se dividirán en dos equipos - anunció el profesor -. Agreste, Césaire serán los capitanes, elijan a su equipo, jugaremos vóley. 

Luego de que los capitanes eligieran a los integrantes de sus equipos, comenzó el juego, aunque casi todos en la clase se llevaban bien, durante el partido los equipos parecían ser enemigos entre ellos, bandos separados. Jugaban limpio, pero eran muy competitivos y para empeorar todo Kim y Alix estaban en equipos contrarios, por lo que entre ellos había un ambiente de guerra.

El juego iba muy parejo, estaban empatados y quedaba menos de un minuto para que termine el partido. La morena que era capitana del equipo contrario al rubio tenía la pelota, miró a su amiga pelinegra que estaba en su mismo equipo con una mirada decidida, esta asintió disimuladamente a su amiga, quien le pasó la pelota tirándola impresionantemente alto. El chico capitán del otro equipo estaba concentrado en la jugada de las damas, dispuesto a reaccionar rápidamente al tiempo que tiraran la pelota para su lado, pero al observar el salto que daba la ojiazul se distrajo. Tenía una mirada audaz y una sonrisa calculadora, parecía haber pensado perfectamente qué tenía que hacer y estaba dispuesta a hacerlo sin miedo, se veía bonita a los ojos del chico, los preciosos ojos azules de la chica brillaban con intensidad y tenía las mejillas sonrojadas a causa del calor.

Una leve sonrisa surcó el rostro del adolescente, quien se olvidó completamente del juego, solo tenía ojos para ella. De pronto escuchó una voz que lo llamaba, aunque no le prestó demasiada atención.

- Amigo cuida... - pero ya era tarde, sintió como la pelota se estampaba contra su cara devolviéndolo a la realidad, cayó al suelo por el impacto y lanzó un quejido.

- Viejo ¿Te encuentras bien? - preguntó el moreno al tiempo que ayudaba a su amigo a levantarse - Te quedaste como embobado, intenté advertirte, pero no me escuchaste.

- Si..., sí estoy bien - respondió el rubio con la respiración entrecortada.

- Sabes Adrien has estado algo raro estos días - dijo el de gorra mientras observaba como los demás se dirigían a  los vestidores -. Al principio, pensé que era porque aún te estabas adaptando a la escuela, pero empiezo a creer que tal vez se trata de otra cosa - lanzó una mirada a la azabache que en ese momento se acercaba corriendo a ellos, pero el otro no logró entender lo que le había dicho.

- Adrien lamento mucho haberte golpeado - se disculpó la chica, quien aún estaba algo agitada -. No fue mi intención, yo...

- Está bien Mari - contestó el chico rápidamente, dándole unas palmadas en el hombro -. No fue tu culpa, yo me distraje y no presté atención a la pelota. Además, tu jugada fue increíble, no sabía que jugaras tan bien al vóley.

- Gracias - dijo sonriendo -. Tomé clases durante un año, fue hace bastante tiempo, pero algo me quedó.

- Debes enseñarme algún día - pidió.

- Em si, lamento interrumpir su charla, pero será mejor que nos apuremos, la clase empieza en diez minutos - comentó el moreno que se encontraba enfrente de los otros dos.

Al darse cuenta de que su amigo tenía razón, ambos salieron corriendo hacia sus vestidores para cambiarse antes de la próxima clase. 

 Cuando las clases llegaron a su fin, todos los estudiantes salieron felices de sus aulas ante la perspectiva del fin de semana y de los planes que harían durante esos días. El rubio sin embargo, no se apuró tanto en salir de la escuela, al contrario, se quedó allí buscando con la mirada a su nueva amiga. Para su suerte, la encontró charlando con su mejor amiga en la puerta del salón y decidió ir a hablar con ella antes de que se fuera.

La chica de la biblioteca || ADRINETTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora