Jungkook y Taehyung se encontraban en el centro comercial.
La petición había surgido de Jungkook quien hacía apenas unos días le contó a Taehyung que debía ir a comprar ropa decente, pues asistiría a un evento importante a inicios del siguiente mes y aseguraba, con argumentos y pruebas, que el castaño era el más indicado para ayudarlo a comprar porque su idea de elegante era una camisa blanca, chaqueta de cuero y sus confiables botas.
Por esa razón, ahora el chico tatuado revisa por última vez la bolsa que lleva colgándo del antebrazo derecho revisando la ropa que compró hace unos minutos atrás con ayuda de su vecino mientras caminan por el centro comercial, luego vuelve su vista hacia el castaño que va unos pasos más adelante de él comiendo su helado y caminando elegantemente.
Jungkook saca un snack de papas de la bolsa en donde lleva la ropa nueva, empezando a comer segundos después mientras piensa cómo es que un ser tan bonito, sexy y elegante había entablado una especie de amistad con él.
Ellos dos eran una combinación súper rara. Jungkook por su parte vestía, por lo general, ropas negras, ajustadas y botas; rara vez se vestía con algo que tuviese color. Por otra parte, Taehyung procuraba vestir ropas coloridas, a veces un poco holgadas, y sobre todo, nada convencionales.
Las pocas personas que transitaban por aquellos pasillos algunas veces volteaban a ver murmurando cosas sobre Taehyung, pero al ver a Jungkook más atrás observándoles de mala forma, simplemente dejaban de mirar o de cuchichear. Luego el chico tatuado centraría su atención en Taehyung nuevamente, y ¡Dios! ¿Cómo es que Taehyung se veía tan bien con cualquier cosa que se pusiera?
De pronto Taehyung detuvo su caminar y Jungkook dejó su pequeño monólogo interno deteniéndose justo al lado de él, limpiándose los dedos sucios en su suéter y metiendo el empaque vacío en el bolsillo de su abrigo.
Taehyung arrugó el rostro en una mueca de asco.
—¿No te parece raro? —Preguntó el castaño con un poco de helado en la comisura de sus labios.
—¿El qué? —Replicó Jungkook limpiándole al castaño el helado con el pulgar para luego llevarlo a su boca.
Taehyung lo miró sorprendido, pero no dijo nada al respecto, si quería hacer algo así ese era su problema, así que prosiguió.
—Por lo general me pasa alguna cosa, pero este mes no me paso nada ni muy bueno, ni muy malo, no es como si me importara, pero...
—¿Es en serio, Taehyung?
—Sí, bueno, no importa la verdad, pero creo que tu tienes que ver con ello, —empezaron a caminar nuevamente— siempre que estás pasa algo raro y peligroso. ¿Será que eres una maldición Jeon?
—¿Maldición? No quiero ser considerado como una bebé, pero podemos arreglar eso—. Propuso con una sonrisa pícara.
—¿Cómo?
—Déjame ser tu ángel guardián, tu amuleto de la suerte.
Jungkook se acerca de manera rápida al castaño, mirando a los lados. En el pasillo no quedaba ninguna persona. Entonces guiándolo un poco hacia la pared más cercana, lo toma posesivamente de la cintura; frota su nariz en el cuello del más bajo sintiendo su característico olor a vainilla y canela.
—Ah... Je-jeon ¿qué estás...? —Pero no puede continuar hablando porque en ese momento Jungkook le besa el cuello, succionando un poco después, sonriendo porque sabe que eso dejará una marca.
Taehyung no puede evitar jadear un poco, el chico tatuado se deleita con el sonido y la vista que su vecino le ofrece, pues tiene los ojos cerrados y la boca entreabierta.
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In a year [KookTae]
FanfictionEn donde Taehyung, al abandonar su hogar, se muda solo al ser rechazado por sus padres. Él se había planteado metas, y una de ellas (la causante de su destierro), era nunca volver a enamorarse, pero el destino tenía otros planes para él. Por otro l...