Capítulo 11 - Esto no puede ser

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*Narra Amanda*

Camino rápidamente por los pasillos de la escuela, desesperada. Antonella no está por ninguna parte y necesito hablar con ella urgentemente, y más que hablar con ella, necesito arreglar las cosas. Desde que ocurrió el incidente con el profesor de francés, no hemos hablado más de lo necesario. Sé que está decepcionada de mí, lo vi en sus ojos, pero ha pasado demasiado tiempo ¡nunca he pasado tanto tiempo sin hablar con ella!

Me doy por vencida cuando no la encuentro en el salón de baile. Me dirijo a mi casillero y saco mi uniforme de porrista. Hoy es el segundo entrenamiento de las nuevas y debo admitir que son muy buenas.

Voy  a los camerinos y me cambio. Cuando termino me gano frente al gran espejo y amarro mi cabello en un moño alto.

Miro mis zapatillas blancas y vuelvo a mirar al espejo. Entonces me encuentro con el reflejo de Antonella. Nuestros ojos e encuentran a través del espejo y me doy vuelta rápidamente. Como si nos comunicáramos mentalmente, ambas empezamos a caminar y nos fundimos en un abrazo.

-          Lo siento mucho – es lo único que digo.

-          Yo también lo siento – dice ella – no debí ignorarte.

-          Yo tampoco, ni siquiera debí enojarme – nos separamos y la vi bien. Llevaba su uniforme de porrista puesto.

-          Yo no debí… interrumpir su situación – se sonrojo al decir lo último, por lo que reí. No es tan inocente como aparenta.

-          Debemos hablar algo importante – me puse seria al decir aquellas palabras – escuche tu conversación con el profesor.

Antonella se puso pálida como un papel. Pensé que en cualquier momento se desmayaría. Me miro con los ojos abiertos como platos y empezó a retroceder moviendo las manos, desesperada, hasta que choco con la pared. Se arrastró hasta el suelo y lentamente me acerque a ella. Lagrima empezaron a caer de sus ojos. Empezó a gritar desesperada, cerraba los ojos, intentando borrar la imagen que al parecer formaba en su cabeza. Si saber qué hacer, saque mi celular y marque a Christian.

-          ¿Amanda? – pregunto sorprendido, no es que lo llame muy seguido en realidad, siempre me mantengo en contacto con Antonella.

-          Ven, rápido, al camerino de mujeres del campo, es Antonella, no sé qué le pasa.

-          Voy para allá –sin nada más que decir corto el teléfono.

Intente acercarme a Antonella, pero ella solo grito. Me sorprende que nadie haya venido aun, está gritando demasiado fuerte.

Christian apareció por la puerta, corriendo. Al ver a Antonella sus ojos se abrieron como platos. Se acercó a ella y sin hacer caso a sus reclamos, se sentó en el suelo y el tomo abrazándola contra él, dejándola sobre su regazo.

-          ¡Suéltame! ¡Quiero que me dejes! – gritaba mi amiga sin abrir los ojos.

-          ¡Antonella soy yo! – exclamo Christian – Christian, tu novio, tu mejor amigo, y aquí esta Amanda. Tranquila, todo está bien.

-          ¿Christian? – Amanda abrió los ojos lentamente. Estaban rojos por el llanto - ¡Christian! – lo abrazo fuertemente por el cuello a lo que el suspiro.

-          Si linda, soy yo – acaricio su espalda suavemente, intentando calmarla.

Debo admitirlo, sentí envidia, envidia de mi mejor amiga. Christian parece tan enamorado de ella. Su mejor amigo. Me gustaría tener algo así.

Soñando Alto [Gotta Be You #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora