YA VOLVÍ [LUNTER] (PAUSADA).

🔮CAP #1🔮

LUZ.

Era un día sereno, la brisa soplaba con tranquilidad, el cielo estaba despejado y la gente caminaba con familiares o amigos a sus hogares entre sonrisas y carcajadas. Todo era muy refrescante, mientras caminaba en una de las aceras de la calle, yendo a mi primera y única casa en mi vida, sosteniendo una de las correas de mi mochila.

                    <•••>

Por fin había llegado a mi hogar, saqué aquellas llaves que me habían dado para entrar sin tener que andar tocando la puerta, al abrir la puerta suspire con alivio, sacudi mis zapatos y entre con tranquilidad dejando las llaves en un plato de porcelana de color blanco, encaminándome al sofá en la sala, dejándome caer de golpe.

—¿Luz, eres tú?—

—¡Sí! Ya llegue—

—¿Cómo estuvo tú mañana?—

—Ah...cómo todos los días—

Me recargue en el respaldo del sillón liberando la tensión de las afueras, dejando mi mochila aún lado viendo como esta caía al piso. Espere unos segundos antes de tomar un poco de fuerza para levantarlo, cosa que nunca llegó, mirando al techo de madera. Todos los días eran cansado desde hace tiempo, cosa que no me sorprende demasiado, sigo mis estudios y puedo decir que ahora estoy apunto de terminar con mucho orgullo.

Cerré mis ojos con suavidad, hasta que un rugido despertó mi cansancio con descaro, levante la mirada sin muchos ánimos volteando a mi estomago palmeandolo con entendimiento levantandome con pesadez, yendo a la cocina donde percibía un maravilloso aroma, me detuve unos segundos antes de entrar, llevando mis manos a mis desordenados cabellos ordenandolos lo mejor posible, mientras inhalaba y exhalaba con suavidad, mostrando una cara más animada, entrando por fin yendo a tomar los hombros de la persona que estaba al frente mío cocinando....

—¡Huele delicioso!—

—¡Luz no me espantes así!—

Solté una pequeña risa mientras me recargaba en uno de los muros de la cocina, cruzando los brazos.

—Entonces. ¿Qué estás cocinando ama? Debe ser exquisito, tienes un sazón maravilloso—

—Me halagas mija, pero no es para tanto—

—Dejame probar para saber lo delicioso que esta—

Me encamine al lado de mi madre notando como mi estatura la rebasaba por unos centímetros, dirigiendo mi mano con un dedo extendido para darle una probadita a tan maravillosa comida, recibiendo un cucharazo en mi mano quitándola de inmediato al sentir un dolor recorrer el dorso de mi mano, sacudirndola un poco.

—¡hay ma!—

—Nada de ma, debes esperar a la hora de la comida, nada de meter tus manos—

—Pero solo faltan 20 minutos—

—Pues espera esos 20 minutos, ahora llama a tu hermana para que arreglen la mesa—

—Bien...—

Suspire ligeramente molesta, yendo al pie de las escaleras alzando mi mano gritando el nombre de mi hermana. No era de sangre, pero es tan cercana que la considero una, más bien mamá la adoptó siendo ahora mi hermana legal.