Capítulo 1

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Capítulo 1

Intente concentrarme en mi tarea, lo que era imposible cuando había el fuerte ruido de la maquinaria me distraía. Llevaba semanas sin poder estar en paz y me ponía cada vez de peor humor.

El maldito de Vincent Coleman no había sido completamente honesto la primera vez que lo conocimos. Había pasado 7 meses desde aquel día y lo que creímos que sería su casa se había convertido en algo así como su oficina mientras supervisaba la construcción de un maldito edificio de 17 pisos a unas cuadras de allí.

¿Cómo era posible? Fácil, cuando tienes  millones de dólares en tu cuenta bancaria podrías permitirte el lujo de comprar miles de metros cuadrados de terreno en una humilde y construir lo que se te diera la gana.

   Si, había resultado que el desgraciado era un importante empresario dueño de las industrias Coleman, la cual estaba adentrada en las telecomunicaciones, la construcción, la distribución y otras cosas más. Tenía prácticamente una sede en cada país del mundo.

Lo único que le reconozco es haber tenido la ambición y la capacidad de conseguir su sueño de tener su propio imperio. El mismo era mi sueño, aunque el mío lo conseguiría en un plazo mucho mayor. Pero estaba segura que conseguiría poner mi propi negocio algún día con el que podría cubrir las necesidades y caprichos de mi familia.

Y ese negocio crecería y podría conseguir que  mi mamá dejara de trabajar tan duramente  y mi papá podría regresar a la casa a descansar junto a mi madre y ya no trabajar excepto para preparar las maletas e ir a donde se les antojara la gana.

Mis hermanitos podrían tener lo que quisieran y podría conseguir que estudiaran en alguna escuela excelente.

El timbre sonó y supe quien seria sin asomarme por la ventana.

Vincent.

Desde hace 6 meses que insistía en comprar nuestra casa, justo como estaba consiguiendo hacer con mis vecinos. La gran mayoría de ellos habían cedido. Y la colonia cada vez estaba menos habitada. Pero no vendería el lugar en el que crecí, el que mis padres les costaron demasiado construir. Al carajo con el empresario, no cedería a sus propuestas. Como fuera convencería a mi mamá de no aceptar su propuesta de compra.

Escuche voces en la planta baja, donde estaba segura que mi abuela conversaba y tomaba el té y comía galletas con el señor Coleman como se había hecho habitual en ellos.

Si podría odiar a Vincent por no desistir en su oferta pero tenía que admitir que él y mi abuelita pasaban un buen rato practicando y conviviendo. Y no sería yo quien le quitara a la anciana su única distracción. Hacía tiempo que no la había visto sonreír tan seguido.

Aunque tenía que admitir que era raro ver al empresario y a la anciana conviviendo cada día. Aun peor que se consideraban amigos.

Mire el reloj y vi que eran las 11:45am, se me había tarde para ir a la escuela y aun me faltaba muchas cosas por hacer. Decidí continuar con mi rutina e ignorar por completo al atractivo hombre que se encontraba sentando plácidamente en mi sala.

---- Vamos Athena… solo ignóralo. --- me dije a mi misma en voz baja.

Termine por cagar mi mochila y mi laptop para dirigirme a la planta baja, ni una sola vez me detuve a ver a Vincent y entre en el estudio que se encontraba junto a la sala, pese a imprimir mi proyecto de economía y deje todo para dirigirme a la cocina.

La puerta se abrió y mis dos  hermanos entraron haciendo mucho ruido, corriendo directamente hacia mí y se colgaron como si fueran unos monos. Los abrace fuertemente y les hice cosquillas hasta que se alejaron de mi con la alegría caracterizada de sus edades.

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⏰ Última actualización: Mar 21, 2015 ⏰

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